Más de un centenar de personas disfrutaron del estreno de la película Sordo en Paraná

Este viernes se realizó en La Vieja Usina de Paraná la proyección de Sordo, una película donde actores sordos interpretan el papel de sus vidas bajo la dirección de Marcos Martinez. La concurrida actividad estuvo organizada por la Asociación de Sordos de Paraná, la Secretaría de Niñez, Familia y Discapacidad y el Ministerio de Cultura, a través del Instituto Audiovisual.

La presentación estuvo a cargo de los actores de Sordo, y de su equipo de producción, dando introducción al retrato documental con elementos de ficción, sobre un grupo de teatro de Buenos Aires, proyectado por el Cinemóvil. Luego la bienvenida estuvo a cargo de Noel Leiva, presidente de la Asociación de Sordos de Paraná.

Sordo, está compuesto íntegramente por actores sordos que se encuentran ensayando una obra en lengua de señas con el objetivo de construir y reconocerse en el arte y la cultura como sus formas de vida. A partir del seguimiento de cada uno de sus integrantes, se desarrolla y profundiza sobre el complejo camino que deben recorrer para alcanzar sus objetivos.

La docuficción está protagonizada por Nelson Floridia, Florencia Franco, Iris Huerga, Lisandro Rodríguez, Damián Scigliano y Marisa Di Chiazza. Ellos crearon este grupo de teatro de Sordo especialmente para el proyecto cinematográfico de Marcos Martinez. Son actores que participan de diversos talleres de teatro de la comunidad sorda de Argentina, y que aportaron a este proyecto sus miradas y experiencias personales. 

El grupo se llama “Extranjero”, quizá como una alusión al desconocimiento del común denominador de las personas sobre la existencia y la capacidad de esta gramática.

Luego de la proyección el centenar de personas presentes dio lugar al debate sobre los disparadores e interrogantes que la película había abarcado atravesando la diversidad, la integración, la comunicación, los derechos humanos y la cultura.

Sordo nos propone conocer y penetrar en un mundo, que no debería sernos ajeno, donde el lenguaje oral juega con el gestual, lo que lo hace en algún punto más dramático, no porque nos encontremos frente a un drama, sino en todo caso en una apuesta sin medida a la vida a través del arte. Y logra sin lugar a dudas, que formemos parte de él, de sus signos, y de su poder de comunicar. Y mucho más del deseo de un grupo de actores que apunta a llevar a cabo un proyecto artístico, e intentar vivir de esa pasión.
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