En los últimos años, Agustín Muñoz venía subiendo frases desesperanzadas. “Mi hijo era muy débil en su estado emocional”, dijo su madre.
La cuenta de Facebook de Agustín Muñoz, el adolescente que se suicidó en Bariloche días después de haber sido denunciado falsamente de un abuso sexual por parte de su mejor amiga, está poblada de mensajes tristes y furiosos.
Apenas debajo de su nombre puede leerse “Stupid sad boy” (estúpido chico triste) como una introducción al resto. Frases duras acompañan prácticamente cada una de sus fotografías. Lo último que posteó en su cuenta, el 10 de febrero de 2018, es un diálogo en inglés entre dos personajes que mantienen actitudes desparejas. A cada frase optimista le sigue otra oscura. “Te amo”, dice uno de los dibujos “No me amas”, responde el otro. Y así sigue: “Sos muy dulce”, “No lo soy”, “Eres muy lindo”, “No seas amable conmigo”. Finalmente cierra: “No lo merezco”.
Otras de las tantas confesiones que dejó en su muro indican sin contemplaciones: “Viste cuando tu vida es un mierdón enorme y todo el mundo te miente, bueno así”. En las demás se lee: “Soy una mierda”, “Qué ganas de un balazo”, “Qué paja existir”.
La fotografías que subió a Facebook Agustín a lo largo de los últimos años son secuencias en donde prima la desesperanza. Por lo general se muestra cubierto con pañuelos o incluso con una calavera. En una de ellas muestra como en su rostro escribió en inglés: “Stupid”.
La madre de Agustín definió a su hijo como una persona “muy sensible” que tenía “problemas emocionales muy fuertes”, pero no quiso cargar las culpas sobre la menor Annie, quien hizo la falsa denuncia en su contra. En mensajes públicos y en un video grabado en compañía de su esposo y amigos y compañeros del joven, aclaró que “Agustín la perdonó”.
En diálogo con TN, este lunes la mujer también le quitó peso a la denuncia original dando a entender que había sido más bien una discusión entre adolescentes que se salió de control.