Hernán Lombardi, actual Ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires y designado por el Presidente electo Mauricio Macri como el nuevo encargado de los medios públicos de la Nación, confirmó hoy que los emblemas culturales del kirchnerismo como los canales Paka Paka y Encuentro, así como Tecnópolis y el Centro Cultural Kirchner continuarán; al tiempo que destacó que su gestión buscará la «Pluralidad de Voces» en los medios.
Lombardi explicó también que una definición «de valores: el primero será la pluralidad, la tolerancia y el respeto para que todas las voces tengan lugar» al poner en valor el «noble oficio del periodismo»; y también de revisar «la calidad de la cultura que no tiene por qué ser elitista, pero sí de gran calidad».
En diálogo con radio Del Plata, Lombardi explicó que será encargado de los medios públicos, pero también pedirá la administración de los canales Paka Paka y Encuentro (actualmente en la órbita del Ministerio de Educación), Tecnópolis -al que calificó como un lugar «valioso»- y el Centro Cultural Néstor Kirchner.
Sobre este último, mencionó que «seguramente» enviarán un «proyecto de Ley al Congreso pidiendo restaurar lo que el mismo Néstor Kirchner propuso, es decir, que se llamara Centro Cultural del Bicentenario»; aunque aseveró que el ex mandatario «como cualquier presidente constitucional que fue electo por los argentinos, merece siempre ser reconocido», sin embargo, juzgó que «ha habido una exageración con la toponimia».
Para Lombardi, la decisión de Macri de «haber nombrado a Esteban Bullrich como ministro de Educación y ahora hablar de cómo poder construir medios públicos que sean de todos y no de algunos, del Estado y no del gobierno, es un orgullo» y lo pone «muy contento».
«Tiene que ver con asegurar la libertad y circulación de la información de los argentinos: empezar con la educación y trabajar con esto muestra un espíritu de lo que está pensando Mauricio Macri para el futuro», aseveró.
Además, rescató el «noble oficio» del periodista al hacer énfasis en «lo que pasó ayer tras el editorial de La Nación; o con los trabajadores del noticiero de la Televisión Pública», ya que «no hay que pensarlo como alguien que recibe órdenes mecánicamente ni de un funcionario ni de un propietario: cuando cada uno eligió su vocación, eligió el servicio».
«Además hay medios muy vinculados con la calidad de la cultura, que no tiene por qué ser elitista: de hecho, la calidad no tiene nada que ver con el elitismo», aseveró Lombardi, y ejemplificó con algunas de las políticas que llevó adelante en el ministerio porteño: «se pueden hacer cosas de gran calidad y simultáneamente tener mucha audiencia, alejados de todo elitismo pero buscando una transmisión cultural de calidad», afirmó.
En relación a los contenidos de la Televisión Pública, el funcionario aseguró que están «reflexionando» sobre ellos, pero «en principio debería haber programas periodísticos y de análisis que reflejen las diversas tendencias de los argentinos».
«El que realiza un trabajo socialmente necesario tiene que tener la tranquilidad de que va a tener un lugar de respeto como sucedió en la Ciudad», en donde «se consiguieron cosas respecto de la planta de empleados públicos que nunca se han conseguido, como escalonamientos y escalafones», planteó y afirmó que «no han habido casi conflictos pero sí exigencias, porque el trabajador público valora eso porque se siente respetado».
Lombardi confirmó «la continuidad de todo», y aseveró: «Hay que despartidizar, pero no decimos nunca desideologizar; porque todas las voces tienen que tener lugar».
«Están pensados los valores que vamos a defender: el valor de la pluralidad, la tolerancia, el respeto y la diversidad, y mucha gente que ha tenido voz la seguirá teniendo, porque construiremos un futuro para todos de verdad, no para unos que excluyan a los otros», concluyó.