La situación se presenta como nueva e inesperada. Y si bien en la primera etapa finalmente encontramos el tiempo para descansar, organizar la casa y distraernos un poco, la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio empieza a generar otras emociones. A la angustia se suma la incertidumbre, el miedo y la tristeza.
Las licenciadas en Psicología Amalia Zanini, Yamila Rubio y Cristina Serur nos explican cómo podemos identificar esas sensaciones, cómo sobrellevarlas y de qué manera enfrentar la cuarentena, que sin dudas nos hará mirar el mundo de manera completamente diferente.
Para Zanini (MP 1835), es importante dar lugar a las emociones que producen el aislamiento. “A la angustia no hay que inhibirla todo el tiempo, porque en algún momento va a brotar, entonces decir sí, estoy triste. Lo que estamos viviendo es un duelo social y como todo duelo vamos a pasar por el enojo, por la tristeza, vamos a negar, a quedarnos perplejos, hasta que nos adaptemos. Ojalá que en esta nueva etapa de la cuarentena podamos estar en una zona de crecimiento, de adaptación, de controlar los pensamientos”.
“Además —continúa— todo tiene que ver con la personalidad de cada uno, porque no a todos nos afecta de la misma manera, hay que ver cuáles son los rasgos de cada uno, hay personas que pueden estar en un estado tipo catatónico, que tiene que ver con quedar perplejos, casi diría como paralizados. No es sólo la depresión, la ansiedad, sino también está el estrés postraumático y que una de las características es: me quedo paralizado y no sé qué hacer”.
En igual sentido, Rubio (MP 1058) señala que “esta situación nos desorienta, ya que cambió la rutina y la vida cotidiana de todos, además hay que tener en cuenta los recursos de cada persona para hacer frente a esta situación, ya que no todos contamos con los mismos. Sería bueno pensar que este momento va a pasar aunque no sabemos cuándo y esto nos remite también a lidiar con la incertidumbre, pero saber que el fin de este aislamiento es preservar la salud de todos, es decir que hay un sentido detrás de todo esto y no puro capricho”.
“También en esto hay que pensar en cada situación en particular, ya que no es lo mismo estar solo, acompañado por gente querida o estar encerrado con una persona que ejerce violencia sobre el resto de la familia. Además la situación habitacional es un factor muy importante, ya que el hacinamiento y la pobreza revisten una problemática extra y muy grave para quienes la padecen y es allí donde debe haber un Estado presente y tomando medidas para aliviar el sufrimiento, tal como se vienen realizando en nuestro país”, expresa Rubio.
A su turno, Serur (MP) apunta que “en este momento no hay patologías, sino que son reacciones ante la situación de estrés, donde ninguno de nosotros tiene maneras de abordarlas porque es algo para lo que no estamos preparados y la situación es desbordante. Podemos estar como anestesiados emocionalmente, con estupor, disociación, pero la realidad es que no sabemos cuándo termina esto y cómo vamos a quedar después”.
Y agrega: “Por eso es importante que podamos bajar esta sensación de amenaza, de atención extrema involuntaria, porque además la irritabilidad y la ansiedad disminuyen nuestra concentración, entonces debemos poder ser gentiles cuando nos pasan estas cosas, no enojarnos porque estamos irritables, con ansiedad, desconcentrados, con pérdida de memoria”.
-¿De qué manera se debe actuar durante el aislamiento?
-Zanini: No sobrecargarnos con actividades, porque ya hicimos todo, entonces no seguir buscando cosas para hacer. Quizás ponernos a pensar y a organizarnos sobre cómo vamos a volver, porque de repente nuestros proyectos cotidianos o a futuro también se vieron como congelados. Pensar un poco, escribir en relación a eso o repensarlo. Uno de los tips que han elaborado la OMS y las distintas facultades es alejarse de la sobreinformación, pero lo que nos pasa es que surge la ambivalencia, es decir, yo estoy protegido en mi casa, pero a la vez quisiera salir y se genera un círculo. Por eso es tan importante tener una contención social a través de la vía virtual, que por suerte en el siglo XXI tenemos.
-Rubio: Es conveniente mirar poca televisión, sólo lo necesario para informarnos por los medios oficiales, realizar alguna actividad física, armar posibles rutinas nuevas y respetarlas, ayudar a los niños con las tareas, jugar y aprovechar los momentos con las personas que convivimos y con las que antes no teníamos tiempo.
-Serur: Cuando aparece el estrés, aparece esta sensación de pérdida de control y se eleva nuestra ansiedad, entonces lo que hay es una atención extrema involuntaria. Por eso hay que tener una rutina, crear un entorno saludable, a los chicos ofrecerles actividades para contenerlos y a los adolescentes escucharlos. Con el equipo con el que trabajo creamos un canal de YouTube (Descubriendo Caminos), donde hay meditaciones, yoga, actividades para chicos, para adolescentes y para personas con movilidad reducida.
-Esto también nos pone a prueba en la convivencia ¿Cómo sobrellevarla?
-Zanini: Lo que me ha dado vuelta mucho, en relación a la teoría en que yo me baso que es la sistémica, tiene que ver con el acuerdo de paz, que tiene que ver con dónde pongo toda esta energía. Hay dos cuestiones para esta nueva etapa, tratar de hacer acuerdo de paz a nivel de convivencia y no empezar a tirarnos con bombas entre los miembros de la familia. Darnos un impasse, porque cada uno tiene sus rasgos, entonces aceptarlos, tratar de acordar y no decir cosas feas.
-Rubio: El encierro conlleva un gran cambio de la rutina y provoca irritabilidad, impotencia, angustia y muchas veces se agravan los conflictos que ya existían. A veces las crisis son una oportunidad para mejorar, cambiar o revertir situaciones con las que no estábamos conformes, pero no tomar decisiones ahora, no es momento, hay que abrir un paréntesis y retomarlo luego. Además para contener a los niños es necesario que los adultos estemos bien, tratar de pensar que esta situación es difícil para todos y más aún para ellos que no cuentan con recursos para hacerle frente.
-Serur: Hay un estudio que demuestra que las personas sobreexpuestas a la información pueden sufrir un estrés tan grande como quienes se enferman en este caso. Es importante que se mire la información dos veces por día y después haya momentos donde podamos distraernos, hacer otras cosas y que ese tipo de cosas nos ayuden a recuperar nuestra estabilidad.
-¿Qué podemos sacar como positivo de esta cuarentena?
-Zanini: Muchos dicen reflexionemos acerca de la persona que queremos ser, cuáles son nuestros rasgos buenos y cuáles los malos, pero creo que más bien tendríamos que pensarnos como humanidad, qué nos pasó que de repente es como que el tiempo se detuvo y fue como ir al punto cero. Qué bueno sería volvernos más humanos y reiniciar esta humanidad en la que hay tantos malestares. No juzgar ni juzgarnos, porque también todo el tiempo nos estamos criticando. Intentar hacer lo mejor que podamos con lo que tenemos.
-Rubio: A mí me parece fundamental apelar a la solidaridad, el amor y el respeto hacia el otro. Estas situaciones nos ponen a prueba y nos exponen, es un buen momento para sacar lo mejor de uno mismo. Como siempre en la vida se gana y se pierde, hay que atender lo urgente y a los más vulnerables de manera prioritaria.
-Serur: Trabajar todos en un cambio en la conducta social, además de tomar este momento como un crecimiento personal, como un aprendizaje de cómo atravesar situaciones difíciles y que también podamos lograr que basados en este crecimiento el día de mañana podamos hacer algo diferente, teniendo en cuenta que todas nuestras acciones tienen un valor. Pensábamos que nuestras acciones sólo nos afectaban en lo individual, ahora lo que yo hago nos puede afectar a todos y nos damos cuenta que siempre fue así. El día de mañana que podamos tener una visión más solidaria, más de sociedad y no tanto de individualismo.