“Me dolía un poco la garganta y tenía picazón. En enseguida notifiqué a mis superiores y me aislé”. Así de sencillo y contundente cuenta el Dr. Nicolás Carboni Bisso cómo empezó con la enfermedad de COVID-19 el mes pasado en Buenos Aires. El trabaja en el Sanatorio Guemes y se sospecha que fue allí donde se contagió.
Carboni Bisso tuvo un proceso relativamente tranquilo de la enfermedad, aunque no se cansa de repetir las medidas de prevención que se deben tomar y hasta dónde llega la demanda sobre el sistema de salud, sobre todo en los grandes centros urbanos. En declaraciones efectuadas a LT38, el profesional contó que “apenas sentí los síntomas, avisé, y me fui a mi casa. Por suerte mi mujer se había ido hacía unos días a lo de mi suegro. Me hice el hisopado al tercer día porque se cree, aunque no hay certezas, que con unos días más de evolución del cuadro hay mayor carga viral. Entonces el hisopado tiene más ‘rédito’. Dio positivo y completó el aislamiento que en CABA son 10 días”.
En el caso de Carboni Bisso fue un cuadro gripal fuerte. “Tuve mucho dolor de cabeza y de garganta y un poco de congestión de vías aéreas. Cuando evolucionó el cuadro tuve otros síntimas típicos como la falta de gusto y olfato. Ahí terminé de entender porque a mí la falta de gusto me apareció recién a los 6 días. La verdad que fue una situación muy angustiante”.
El médico apuntó que “se cree que el asintomático contagia. Aunque se cree que la carga de contagio es menor pero la información varía. Los que estudian este tema, creen que sí, que 48 o 72 horas previas a presentar síntomas podés contagiar, sobre todo a los contactos estrechos. O compartir utensillos de cocina, botellas o tomar mate. Pero no se sabe a ciencia cierta, por eso la información es confusa en muchos aspectos”.
Sobre la situación en CABA, Carboni Bisso contó que “es distinto lo que se ve en la calle y en los sanatorios. En el Guemes estamos con muchísimos pacientes internados y trabajando al máximo de la capacidad. Incluso reordenando áreas que habitualmente no trabajaban sobre pacientes críticos y ahora sí lo hacen. El sanatorio ha tenido que reconvertirse y hoy está trabajando al máximo de sus capacidades. Están los ambulatorios y la internación. Ahora creo que tenemos todas las camas ocupadas. Todas las mañanas hay que reorganizar el flujo de pacientes, sin dejar de atenderlos por supuesto. Pero hay que generar espacios para pacientes nuevos. La realidad de Gualeguay es completamente distinta a la muestra. Y acá en la calle la gente sale, cada vez más”.
El CEM ante la pandemia
En relación a la tarea del CEM en este tiempo, Carboni Bisso remarcó que hay un trabajo en conjunto con el hospital y que una prioridad es preservar y cuidar al personal de salud. “Para nosotros lo más importante es cuidar al personal”, explicó el médico. “Al principio nos reunimos con el Colegio Médico y las autoridades del hospital para sumar esfuerzos y complementarnos. Estamos evaluando todo y lo principal es cuidar al equipo de salud. También hemos tenido que pensar en no dejar de prestar algunos servicios. Hay enfermedades crónicas que se han seguido atendiendo. Por ejemplo a un paciente cardiópata. En Gualeguay tener sólo 7 casos con la pandemia tan avanzada es muy bueno. Nuestra situación epidemiológica es distinta a la de otras localidades”.
Carboni Bisso remarcó que “el flujo de gente hoy no es el mismo que antes de la pandemia. El CEM tiene muchos pacientes y cuesta, por ejemplo, que la gente mantenga la distancia. Hoy es menor el flujo que antes de la pandemia. Incluso los primeros dos meses fue menos aún. Pero lentamente, la gente tiene necesidad de ir al médico y a una paciente embarazada, por ejemplo, no se la puede dejar de controlar. En este contexto reorganizamos turnos y consultorios, para que los profesionales que tienen más pacientes no coincidan. Y dedicamos un personal exclusivo para hacer un triash en la entrada. ¿Qué es? Es una intervención para que en las instancias de emergencia se le de prioridad al paciente que más riesgo tiene en su consulta. Capacitamos personal, los formamos mejor y hay una persona que está en los horarios pico, en la puerta, identificando potenciales infectados y evaluando. Si hay un canal para sacar un turno, es preferible que lo haga por teléfono, no que suba al primer piso”.
Finalmente, el médico destacó el trabajo en conjunto con el Hospital San Antonio. “Tenemos una excelente relación con García y Jáuregui que son excelentes profesionales y están haciendo una gran tarea en el hospital. Hablamos habitualmente y coordinamos los esfuerzos, sin perder de vista que el capital más importante que tenemos es nuestro propio personal”.