La mitad de lo que llueve durante un año se concentra actualmente en solo 12 días. A lo largo del siglo XXI las precipitaciones seguirían concentrándose cada vez en menos tiempo. Aseguran que es consecuencia del cambio climático.
La mitad de lo que llueve en el planeta durante un año se concentra actualmente en solo 12 días. Así lo confirma un reciente estudio científico publicado en Geophysical Research Letters que analizó datos de 185 estaciones terrestres durante 16 años entre 1999 y 2014.
Para finales de siglo XXI, los modelos climáticos proyectan que la distribución desigual se acentuará aún más, esperándose que la precipitación anual (tanto lluvia como nieve) caiga en solo 11 días.
La contundente conclusión de este estudio reafirma una de las principales consecuencias que tiene el cambio climático actual que registra el planeta: los eventos de lluvias son cada vez más extremos en diversas partes del planeta. Estudios previos han mostrado que en el contexto actual de calentamiento global podemos esperar tanto un incremento en la torrencialidad de los eventos de lluvias como así también un incremento menor en la precipitación promedio anual, aunque ambas tendencias siguen siendo motivo de investigación.Angeline Pendergrass, científica del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) y autora principal de la investigación, afirma que «los días más lluviosos se vuelven más lluviosos».
De la conclusión central del estudio puede desprenderse que las inundaciones y sus consecuencias asociadas serían más frecuentes a lo largo de este siglo en el mundo si no se toman las medidas correspondientes para mitigar estos impactos. La agricultura también se vería seriamente golpeada en un futuro ante un escenario con lluvias menos uniformes y con un comportamiento más errático y extremo.
Pendergrass trabajó con datos desde 1999 hasta 2014, un período en el que las mediciones podrían validarse con los datos del satélite de la Misión de medición de lluvias tropicales (TRMM). Las estaciones meteorológicas usadas estaban dispersas en todo el mundo, aunque la mayoría concentradas en América del Norte, Eurasia y Australia.A la hora de definir un índice que definiría el concepto de «episodio de lluvia extremo», el equipo liderado por Pendergrass optó por el uso de un índice simple e intuitivo que pudiera ser entendido fácilmente tanto por los especialistas, los científicos, como por la sociedad en general. De esta manera, se decidió cuantificar la cantidad de días necesaria para reunir la mitad de la precipitación de un año en el planeta.
La autora principal del estudio se sorprendió al encontrar que la mitad de la precipitación se concentra en 12 días, ya que «hubiera imaginado que el número sería mayor, quizás un mes», afirmó.
Para proyectar lo que pudiera pasar en el futuro, se utilizaron simulaciones de 36 modelos climáticos mundiales. De allí se obtuvo que para el año 2100 la precipitación mundial total precipitaría en solo 11 días. «Si bien los modelos climáticos generalmente proyectan solo un pequeño aumento de la lluvia en general, encontramos que este aumento se produce como un puñado de eventos con mucha más lluvia y, por lo tanto, podría provocar más impactos negativos, incluidas inundaciones», dijo Pendergrass.