Guillermo y Tomás fueron los primeros receptores de un trasplante cruzado desde que lo autorizó la flamante Ley Justina. La hermana de uno y la esposa del otro fueron las donantes.
Tomas y Lorena son marido y mujer y viven en Moreno. Guillermo y Vanesa son hermanos y son de El Talar, también de Buenos Aires. Los separan unos cuarenta kilómetros de distancia, pero los une una cicatriz que llevarán por siempre los cuatro en el mismo lugar. Como un tatuaje que tiene un significado: vida.
Los cuatro, juntos, son parte de la historia: protagonizaron el primer trasplante renal cruzado en Argentina luego de la aprobación de la ley Justina, que permite su realización sin que lo autorice la Justicia. Y el segundo después del de Jorge Lanata.