Según los organizadores de la marcha, solamente en la convocatoria de la CGT se movilizaron 500.000 personas. “Hay que tomar las medidas que sean necesarias para salir del momento», afirmó Daer.
En el marco de una jornada de protestas masivas que convulsionaron el centro porteño, la CGT, las dos CTA, y los movimientos sociales afines al oficialismo realizaron hoy una marcha hacia el Congreso poniendo la mira en los formadores de precios y la especulación, mientras que el izquierdista Frente de Unidad Piquetera, con el Polo Obrero a la cabeza, movilizó a Plaza de Mayo en una concentración de tinte más antigubernamental.
Según los organizadores de la marcha oficialista, solamente en la convocatoria de la CGT se movilizaron 500.000 personas que empezaron a llegar progresivamente desde las 10 de la mañana. «No vamos a poner cifras porque sino, van a decir que no había 500.000 sino 499.000», ironizó después uno de los tres secretarios generales del triunvirato cegetista, durante la conferencia de prensa que tuvo lugar al cierre de la marcha en la sede del gremio de Judiciales.
El epicentro de la concentración de la CGT, la CTA de los Trabajadores y los movimientos piqueteros (como la UTEP, el Evita, Somos-Barrios de Pie) estuvo en la intersección de las avenidas de Mayo y 9 de Julio y también en el Obelisco, pero las masas de trabajadores y manifestantes se distribuyeron en un perímetro más amplio entre las Avenidas Callao, Santa Fe, Belgrano, Paso Colón y Leandro Alem.
Durante la marcha se registraron incidentes menores entre militantes del gremio de Camioneros con la Policía de la Ciudad, pero en términos generales la jornada «de lucha» transcurrió pacíficamente.
Eso sí: las movilizaciones generaron trastornos de tránsito en pleno horario de oficina, lo que generó que el 17A haya sido para la mayoría de los trabajadores -los que marcharon y los que no- una jornada atípica que se vio reflejada también en una metamorfosis del paisaje social del centro.
Los representantes de la CGT, que convocaron con la consigna «Primero está la Patria», lanzaron tímidas advertencias al Gobierno para que «tome medidas concretas», y señalaron que esta podría ser apenas «la primera marcha» de varias más en caso de que no cambiara la situación «a favor del pueblo trabajador».
«Por supuesto que cabe autocrítica (en el gobierno) pero con autocrítica no hacemos nada. Hay que tomar las medidas que sean necesarias para salir del momento», instó Héctor Daer en la ronda de prensa. Propuso como primera medida que el Gobierno instrumente un mecanismo para «poner online toda la línea de comercialización, por lo menos de los productos básicos de la economía».