Juegos Paralímpicos: Stefanía Ferrando entrevistada por Clarín

Juegos Paralímpicos: Stefanía Ferrando, la psicóloga social que va por la medalla en boccia, así titula el diario Clarín la entrevista que es publicada en su edición on line con nuestra deportista que nos representará en Tokio 2020.

stefania

Nació con una discapacidad llamada atrofia muscular espinal, trabaja en la municipalidad de Gualeguay y sueña con el oro en Tokio 2020.

Natación o boccia. Boccia o natación. Dos eran las disciplinas entre las que debía decidir para aportarle a su vida una cuota de actividad física. «El deporte es una parte fundamental para todos, teniendo discapacidad o no», se justifica. Stefanía Ferrando al principio lo dudó. Llevaba años desplazándose entre piletas a la par de un equipo deportivo adaptado de Gualeguay cuando, finalmente, se animó a dar un giro. «No fue por elección mía, pero me empecé a enganchar», le explica a Clarín.

-¿Por qué no fue tuya la elección?

-Era lo que había disponible, pero tampoco es que fue a la fuerza. Lo hacía para estar en con mis amigos, sentirme acompañada y despejarme. Al principio fue más por diversión que por elección, pero así se llegan a las grandes cosas.

Pronto, aquello que en 2016 empezó como un escape se convirtió en su estilo de vida. Lo comprendió meses más tarde cuando la invitaron a participar de un torneo en Mar del Plata y compitió por primera vez. «Me llamó -recuerda- muchísimo más la atención, porque ahí fue cuando pude unirme realmente al deporte y pude empezar a crecer». Hoy todo cambió: Ferrando representará al país junto a la Selección Nacional de Boccia (categoría BC3) durante los Juegos Paralímpicos, que se disputarán entre el 24 de agosto y el 5 de septiembre.

Stefanía nació con una discapacidad llamada atrofia muscular espinal que genera la pérdida y movilidad y musculatura. De hecho, cuando empezó natación, lo hizo a modo de rehabilitación para recuperar la fuerza y demás atributos. Pero con las bochas adaptadas llegaron otras metas. «Mi primer sueño era clasificar a un Juego Paralímpico y mi próximo objetivo es traer una medalla. No sé si lo voy a lograr ahora, pero voy a darlo todo», comenta la entrerriana, que luego de los Parapanamericanos de Lima 2019 fue elegida como la mejor atleta americana del mes de septiembre.

-¿Cómo llegás a Tokio?

-Soy muy exigente conmigo misma y siempre creo que falta más. Me hubiese gustado tener más competencia antes, pero la idea es tratar de llegar lo mejor posible. Igual, esta realidad es mundial, así que estamos todos en las mismas condiciones, pero voy a darlo todo para conseguir mi objetivo.

Hay recuerdos que, por más opacos que fueran, no permiten apagar el brillo de su presente. Aun así, no los olvida. No los olvida, Stefanía, porque de ellos nació su historia. «Hubo un momento muy difícil -relata- en el que alguien me preguntó si alguna vez había visto mi silla de ruedas. Esa pregunta fue clave para darme cuenta de que no solo tenía una discapacidad, sino que a mi vida la transito sentada».

-¿Cómo hiciste para superarlo?

-Es difícil para una persona con discapacidad aceptar lo que a uno le pasa y cómo lo está atravesando, pero es un punto clave para poder avanzar en la vida. Así podés encontrar cosas que sí podés hacer y aprender a verte en el espejo, algo que no sólo a las personas con discapacidad nos cuesta. Es difícil estar conforme con uno mismo, sobre todo por esta cuestión estética que está muy marcada. A veces necesitamos un sacudón para aprender a vernos y querernos como somos…

-¿Cuánto te ayudó el deporte a transitar ese camino?

-Muchísimo. El deporte ha sido una gran herramienta para mí, para darme independencia, para tener nuevas metas, para poder seguir levantándome y decir: «Hoy quiero lograr esto». El deporte logró mantenerme motivada aun en pandemia y estoy muy agradecida a eso. También me ayudó a separarme un poco de mi familia y empezar a vivir otras cosas.

-Pero tu familia siempre está…

-Sí ne acompañó siempre. Aparte, jugaban a las bochas convencionales, entonces creo que esto también ayudó no sólo a que me enganche, sino a que ellos también y me apoyen. Yo en Gualeguay estoy lejos de mi técnico de Selección y necesito que en mi ciudad alguien me acompañe y me guíe para crecer: ese es mi novio, mi asistente de juego.

Stefanía reparte sus horas entre las bochas, las sesiones de kinesiología y su trabajo, para el que se preparó durante años: es psicóloga social y trabaja en la Municipalidad de Gualeguay. «Creo que me decidí por esa carrera después de haber hecho terapia tanto tiempo. Hace casi 15 años que voy», explica. Porque, según entiende, es algo «indispensable» en la agenda de cada uno. Lo mismo sucede con la psicología deportiva: «Fue la frutillita del postre que necesitaba para poder lograr lo que yo quería. Es un pilar que a uno lo hace llegar a donde quiere ir«.

-¿Cómo maneja las presiones un deportista en un año tan importante?

-Uno aprende a manejar lo que tiene que hacer para estar bien, no sólo para el deporte, sino para uno mismo. Lo que sí creo es que los argentinos tenemos la presión de los resultados, porque los deportistas recibimos apoyo una vez que tenemos los logros. Por ahí en este país no se apuesta apoyar la carrera del deportista para llegar al logro, sino que recibimos recompensas cuando lo tenemos… Así es difícil poder mantenerse en carrera.

-¿Qué hace falta en el deporte para que sea más inclusivo?

-Creo que además de cambiar la infraestructura para que podamos ingresar a un montón de lugares hay que cambiar muchas cabezas. ¿Por qué no dejar que una persona haga lo que quiere hacer? A veces a las personas con discapacidad se nos cierran muchas puertas, porque tampoco se nos da la posibilidad de ver si sabemos o no cómo hacer las cosas… Hay que empezar a cambiar eso.

 

Giuliana Pasquali – clarin.com

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