Las preseas que se le otorgarán a los atletas fueron hechas con las donaciones de teléfonos celulares, cámaras digitales y laptops que los ciudadanos japoneses ya no utilicen.
“Hacia un futuro innovador para todos”, es el lema que empapeló la ciudad durante todo el proceso previo al evento deportivo más importante del mundo.
Además de prometer ser los Juegos Olímpicos más tecnológicos de la historia, la otra palabra clave para los organizadores es la “sustentabilidad”. Con la intención de extender su lucha contra el cambio climático, durante la competencia se buscará reducir las emisiones de dióxido de carbono, maximizar el uso de energías renovables, racionalizar el uso apropiado del agua y alcanzar la meta de basura cero.
La recolección fue un éxito, según afirmaron desde la organización, y se realizó desde abril de 2017 hasta el 31 de marzo de 2019. Las preseas fueron diseñadas por el japonés Junichi Kawanishi, quien ganó un concurso en el que participaron más de 400 contendientes. “Cada medalla individual que se otorgará a los atletas durante los Juegos de Tokio 2020 está hecha de metales reciclados”, manifestaron los organizadores en el sitio web oficial de los Juegos.
Vale destacar que esta no es la primera vez que se utiliza basura tecnológica para la creación de estos galardones. El único antecedente son los Juegos de Invierno Vancouver 2010.
La entrega de medallas también sufrió modificaciones y no será la clásica ceremonia en la que una autoridad le cuelga la medalla directamente en el cuello a los integrantes del podio. En esta edición de los Juegos Olímpicos, los premiados tomarán la medalla con la mano y ellos mismo deberán colocarlas en su cuello, algo inédito e histórico para el certamen. “Se asegurará que la persona que coloca la medalla en la bandeja lo haga solo con guantes desinfectados para que el deportista pueda estar seguro de que nadie la tocó antes que ellos”, explicó Thomas Bach, presidente del COI.
Producto de la pandemia por el coronavirus el gobierno japonés decidió que el evento se dispute sin público. Una de las opciones para suplir esta ausencia son la de colocar dos prototipos de robots. Se denominan Pepper y Spot y ya fueron utilizados en partidos de baseball en Japón. Ambos pueden realizar movimientos y emitir sonidos emulando a una persona que está mirando el evento en la ubicación.
La campaña de reciclaje de las medallas fue de la mano de la denominada “Operación BATON” (construir un pueblo de atletas con Madera de la Nación). La mismo consistió en que las distintas comunidades de Japón presten madera producida localmente para la construcción de la Villa Olímpica. Una vez finalizado los Juegos, todo será desmantelado y las maderas regresarán a los municipios para que puedan volver a ser utilizadas. El complejo alojará a 18 mil atletas.