El hombre fue hallado muerto el 15 de agosto pasado en jurisdicción de Entre Ríos. Se encontraba vestido, con botas de lluvia, atado de pies y manos, y amordazado. Se estableció que se trata de un vendedor ambulante.
El hombre, cuyo cadáver fue encontrado atado y amordazado en las aguas del río Paraná en un sector de islas en el sur entrerriano pertenece a un humilde vendedor ambulante de la ciudad de Rosario.
Se pudo determinar que se trata de Osvaldo Rodríguez, quien tenía 35 años y tres hijos, mientras se ganaba la vida abriendo puerta de taxis y vendiendo varios objetos en forma ambulante, y residía en el barrio Parque Casasa, de Rosario.
El hombre fue hallado muerto el 15 de agosto pasado en la zona de islas situada frente a la ciudad santafesina de Villa Constitución, pero en jurisdicción de Entre Ríos, por lo que intervino la Justicia de Victoria.
Se encontraba vestido, con botas de lluvia, atado de pies y manos, y amordazado, mientras que su deceso se habría producido por asfixia.
Familiares del vendedor indicaron que perdieron su rastro el 27 de julio pasado tras una discusión con su pareja, pero que no avisaron porque era habitual que se extraviara durante varios días.
Según una nota del diario La Capital, el hombre era adicto a las drogas y el alcohol, y pasó una niñez de necesidades, enmarcada por una situación de orfandad.
Los familiares apuntaron a un hombre llamado «filo», que tendría serios antecedentes penales y que era amigo suyo, al cual señalan como posible fuente de lo que pasó con Rodríguez.
Admitieron que el hombre fallecido también había tenido problemas con la ley pero por «pendenciero» y no por «ladrón».
De todas maneras, la familia quiere que se encuentren a los responsables del crimen de un hombre que dejó tres hijos, de entre siete y quince años.
«Queremos que se investigue que pasó, por qué lo mataron así. El forense le dijo a las hermanas que a Osvaldo lo tiraron vivo al agua. Estaba vivo cuando lo tiraron al río», sostuvo una pariente de Rodríguez.
En el mismo sentido, concluyó: «Hay que tener mucha maldad para hacer eso. No le dieron chance a que se pudiera salvar. Lo tiraron al río condenado a muerte».