Se nota con problemas para recordar acontecimientos recientes, recordar nombres o palabras y mantener la concentración. Según un estudio, se relaciona con anomalías en el líquido cefalorraquídeo que baña el encéfalo y la médula espinal.
La “niebla mental” es uno de los efectos secundarios descriptos para las personas contrajeron coronavirus o que sufrieron la enfermedad por un período prolongado. Ahora, un equipo de investigadores, cree haber encontrado las causas.
Según un informe de la Universidad de California (EEUU), la “niebla mental” o “niebla cerebral” se relaciona con anomalías en el líquido cefalorraquídeo que baña el encéfalo y la médula espinal, una afección similar a las encontradas en personas con otras enfermedades infecciosas.
Para el análisis se estudió a 32 adultos que habían contraído la enfermedad. Los resultados revelaron que 10 de 13 participantes con síntomas cognitivos sufrían anomalías en el líquido cefalorraquídeo.
La autora principal del estudio, Joanna Hellmuth, describió que la “niebla mental” se manifiesta como «problemas para recordar acontecimientos recientes, recordar nombres o palabras, mantener la concentración y problemas para retener y manipular la información, así como una velocidad de procesamiento más lenta».
El resultado del líquido cefalorraquídeo reveló niveles elevados de proteína, lo que sugiere inflamación. También se identificó la presencia de anticuerpos en la sangre y el líquido cefalorraquídeo que evidenciaban una respuesta inflamatoria sistémica, o solamente en el líquido cefalorraquídeo, lo que sugiere inflamación cerebral.
Los investigadores también descubrieron posibles factores de riesgo como la diabetes y la hipertensión, y antecedentes de trastornos de ansiedad como la depresión, el consumo excesivo de alcohol o de estimulantes y problemas de aprendizaje.