Se jugó el partido de vuelta y tal cuál era de esperar quedaron desbordadas las instalaciones de la cancha norteña superando ampliamente la cantidad de público del partido de ida. Desde el mediodía la gente empezó a llegar al estadio que abrió sus puertas pasadas las 13 horas dentro de un fuerte operativo de seguridad para garantizar el normal desenvolvimiento de los espectadores.
El partido? fue distinto al jugado hace 7 días, con más nerviosismo, más lucha, más discusiones, más pelotas divididas. No tuvo el alto vuelo futbolístico que uno puede esperar pero es de entender «Se está jugando una final y nadie regala nada».
En ese partido de dientes apretados se desenvolvía más cómodo Barrio Norte que hizo figura una vez más a Giovani Benedetti, pero las oportunidades deben aprovecharse y eso hizo Urquiza que teniendo a Ulises Torres cómo su figura y estandarte principal para el juego en una pelota llovida en el área Matías Giménez increíblemente sólo con un remate cruzado de derecha decretaba el 1-0 ante la algarabía del público urquicista, así se fueron al descanso y a la vuelta ya Barrio Norte salió a pelear el partido más arriba y se exponía a los mano a mano con Ulises Torres y tanto fue de jugar al límite defensivo que en un saque largo del arquero un mal cálculo defensivo para rechazar la pelota sobra a la defensa y una diagonal corta de Ulises para ejecutar con un derechazo cruzado dejando sin chances a González y si en el 1-0 había ilusión imagínense con el 2-0 que lo hacía Campeón a Urquiza no se podía hablar ni de merecimientos ni de otra calificación había que hablar de picardías por saber buscar el error ajeno y se efectivo en esa definición, así se empezó a jugar un partido más de lucha de intentar calmar ansiedades e intentar defenderse con la pelota Urquiza o de ser práctico y rápido para descontar Barrio Norte.
Y todo fue así hasta los 32′ cuando un centro encuentra la cabeza de Enzo Basualdo gol y delirio de jugadores e hinchas porque era volver a la vida y llegar al tercer partido a partir de ahí se fue cayendo en emotividad y se apostaba a alguna pelota parada y después pelear cada dividida dejando la vida o discutiendo todo para ganar un poco de tiempo, ya nadie quería arriesgar más se fue todo diluyendo hasta llegar al pitazo final y preparar todo de nuevo en otra semana que será cargada de mucho estrés dónde ahí será a todo o nada y Gualeguay volverá a tener su campeón oficial podríamos decir post pandemia.
Javier Falcón