“Hablo porque no quiero que nadie pase por esto y porque no quiero que nadie deje de animarse a salir y consultar”. Así de claro definió Gastón Velázquez ante los micrófonos de LT38 su situación personal: el miércoles se enteró que no tenía coronavirus. Le contamos la historia.
El proceso fue corto pero intenso. El muchacho, que trabaja en el Grupo Piaggio y también es bombero desde hace años, quedó expuesto ante la posibilidad de haber contraído la enfermedad del COVID-19. Desde las redes sociales muchos no tuvieron piedad con él ni con su familia. Aunque, como toda historia, tiene un principio.
“Estoy más tranquilo sobre todo por mi familia –cuenta-. Fue muy feo porque uno trataba de estar tranquilo diera lo que diera el resultado, porque se habían tomado todos los recaudos, sobre todo por mi gente, la del trabajo, los bomberos. Estaba preocupado por ese lado y los días se me hicieron eternos”.
Gastón contó que “por el trabajo que hago viajo. Hago repartos. Como no habíamos estado viajando, arrancamos el viernes. Estuvimos en Santa Fe, Paraná y en otros lados. Volviendo el lunes siguiente me empiezo a sentir mal, como un bajón de presión. Traspiraba, dolor de cabeza. Le pedí a mi compañero que manejara él. En Gualeguay me dolía más la cabeza y los mareos. Como no me recuperaba, mi mujer me recordó lo que avisaban desde el hospital que había que avisar. Además uno como bombero ya sabía que tenía que hacer. No dudé y me fui al hospital para controlarme. Cuando les conté que había viajado activaron el protocolo y me mandan a estar aislado en mi casa a ver cómo evolucionaba la enfermedad. Me avisaron que estarían en contacto permanente para ver si se hacía o no el hisopado. Un día entero me hicieron el seguimiento, llamándome, la verdad que la Dra. Fabiana Heinrich se portó excelente, estando cerca y llamándome constantemente para ver cómo evolucionaban los síntomas. El martes me hicieron el hisopado más por precaución que por otra cosa. Me dolía la cabeza y el cuerpo pero fiebre nunca tuve. Me la tomaba todo el día y nunca la tuve. Me hicieron la muestra, se trató de mantener en reserva para evitar lo que venía pasando que era un hostigamiento total con mensajes, fotos, llamadas hasta que me mandaron el resultado negativo”.
Gastón remarca que “no me podía mover de casa, estaba aislado en una pieza, y hubo que modificar nuestra vida cotidiana. ¿Alivio? Fue más la preocupación por lo que pasó alrededor de los síntomas en sí. Desde el martes a la mañana, como tengo familiares de edad, los traté de mantener tranquilos. Lamentablemente empezaron a circular audios, mensajes, fotos. Incluso algunos audios me llegaron y decían que estaba grave, que me iban a trasladar, que como era bombero querían tapar todo. Incluso llamaban a la empresa acusando. Fue terrible la verdad, porque la preocupación mía era por lo que armaba alrededor. Tuve que llamar a uno por uno para explicarles que era mentira hasta que decidí dejar de hacerlo porque me volvía loco. Fue correcto lo que hizo el hospital, de principio a fin. Por suerte hubo un final feliz”.
Velázquez pidió “no tener miedo y hacerse los controles. No hay que dudar en eso. El acompañamiento y la atención del hospital fue excelente. No me quiero quedar con la parte fea. Hay que controlarse, hacerse los testeos y los que puedan quedarse en casa quedarse. Yo por mi trabajo tengo que salir y mucha gente que viaja lo hace para que Gualeguay siga funcionando. Y muchos tendrán que seguir viajando, con todos los recaudos del caso, aunque quedamos expuestos igual”.
Finalmente el muchacho apuntó que “el protocolo se activó enseguida apenas sospecharon. Ante el mínimo síntoma sabía que tenía que avisar pero nunca pensé todo lo que vendría. Hoy estoy bien, me estoy haciendo controles para ver porqué los dolores que tengo. Sé que no es coronavirus. ¿Agradecer? A mis compañeros de trabajo, a la empresa, a bomberos y a Tito Paredes, que lo he vuelto loco. A mi familia y mi señora que ha estado al pie del cañón con los chicos”.