Es lo que mantiene abierta la posibilidad de una interna en JxC de Entre Ríos. Dicen que Frigerio se equivocó al creer que acordando con Benedetti cerraba con la UCR. Destacan que ni siquiera logró el apoyo de la corriente Illia. Algunos hasta se preguntan si tendrá suficientes fiscales para las PASO.
Es lo que evalúan por estos días los radicales que consideran necesario que la UCR le dé la interna a Rogelio Frigerio este año. Nadie quiere pelearse con quien aparece como el candidato favorito para la gobernación dentro de JxC. Pero entienden que acordar ahora es bajarse el precio para integrar el gran frente que proyecta Frigerio para 2023.
No es fácil encontrar un radical que afirme –fuera de registro– que una lista encabezada por Pedro Galimberti le va a ganar a Frigerio en las PASO de septiembre. Pero sí hay muchos que aseguran que el intendente de Chajarí puede fácilmente superar el 25% de los votos y con ello el derecho a integrar la lista por la minoría. En el entorno de Frigerio, en cambio, manejan encuestas que desmienten esa posibilidad y no le encuentran sentido a una interna que, afirman, desnudaría las debilidades del candidato radical y lo dejaría fuera de carrera para la gobernación.
En la UCR relativizan el peso de esas encuestas que, por la altura del proceso, no pueden medir más que conocimiento público. No le quitan valor, pero argumentan que no sirven para calcular lo que pueda pasar en una interna donde, además de la imagen general de los candidatos, se ponen en juego estructuras partidarias.
Advierten además que hay una campaña de por medio, a desarrollarse en un contexto inédito de pandemia que, en buena medida, torna inútiles los manuales electorales.
Interferencias
Algunos señalan que la centralidad de Frigerio en el proceso electoral puede, paradójicamente, beneficiar a la lista radical si es que el peronismo en el poder no espera hasta las elecciones de noviembre para empezar a jugar fuerte (por no decir sucio) contra el candidato del PRO. Está claro que esa confrontación no va a salir de la UCR, porque –como se dijo– ningún radical quiere pelearse con el candidato favorito.
Tampoco se descarta que la interna nacional de JxC (Frigerio es el único entrerriano que es un primer actor de esa interna) meta la cola en Entre Ríos. El ex ministro del Interior está enfrentado con referentes nacionales de Cambiemos que podrían interferir en la interna provincial para jugar en su contra. Aunque algunos de ellos, como Mauricio Macri y Elisa Carrió resten más que sumar entre el voto radical.
Más allá de Frigerio, Entre Ríos es una provincia importante para Cambiemos. A pesar de la contundente derrota por 22 puntos de diferencia, en junio de 2019 Atilio Benedetti hizo la mejor elección del país entre los candidatos a gobernador de Cambiemos que perdieron. Y fue en un contexto ciertamente adverso: un peronismo reunificado; un gobernador que iba por su reelección; y problemas serios en la coalición, como el escándalo de la principal figura del mayor distrito electoral de la provincia, Sergio Varisco, acusado de financiar al narcotráfico. Cuatro meses después, Macri ganó las elecciones en Entre Ríos.
Lo personal y lo colectivo
¿Puede Galimberti llegar al 25% de los votos en las PASO? La clave está en cuánto del aparato radical (el más importante de Cambiemos) se ponga en movimiento para apoyarlo.
Si se lo mira desde el punto de vista de los intereses personales del intendente de Chajarí, queda claro que la única opción que tiene para no quedar fuera de carrera este año (y para no perderse el posicionamiento para su proyecto de gobernador de 2023) es ir a internas y aspirar, si no a ganar, a ocupar por la minoría el tercer lugar en la lista que encabece Frigerio.
Acceder al acuerdo que propone Frigerio dejaría afuera a Galimberti. Porque el líder del PRO quiere el lugar 3 de la lista para Benedetti, y ofrece a Construir (la línea de Galimberti) el lugar 2, que sólo puede ocupar una mujer.
Si Galimberti tiene razones personales para ir a interna, Benedetti tiene razones personales para promover un acuerdo. Salvo que confíe en que Galimberti no podrá juntar el 25% de los votos y desplazarlo del lugar 3 de la lista.
Pero fuera del entorno del candidato de Construir, dicen que no se trata de beneficiar a Galimberti, sino a la UCR en su conjunto, que ganaría poder de negociación para el armado de 2023.
Reconocen que para el radicalismo será una pelea difícil, pero remarcan que de ningún modo se puede afirmar de antemano que van a perder por goleada. Eso, dicen, sería consolidar el papel secundario de la UCR en una alianza a la que ahora Frigerio quiere agregarle más peronismo. Postulan que el partido radical no puede resignar, a priori, su vocación de poder. Y que si se “entrega” ahora, Frigerio armará para 2023 una propuesta electoral y un eventual gobierno en el que la UCR quedará relegada.
Estructuras
La UCR es por lejos el principal partido de JxC de Entre Ríos. El propio Frigerio ha dicho públicamente que la UCR es la “columna vertebral” de la coalición opositora. De nuevo: la clave estará en cuánto de esa estructura juega a favor o en contra de Frigerio.
Cerca de Galimberti afirman que Frigerio va a tener problemas para fiscalizar en las PASO de septiembre. En Paraná, el principal distrito de la provincia, esperan verse beneficiados por el rencor de la militancia varisquista hacia el PRO, que se reavivó tras la muerte de Sergio Varisco. Es significativo lo que dijo su hija, la diputada Lucía Varisco, en el homenaje que dio a su padre en la Cámara. Tildó de “mafiosos de la política” a dirigentes macristas que “escondidos en fachadas institucionales apelaron a la difamación, la ilegalidad y la marginalidad para llevarse puesto al hombre que no podían domesticar”, en una operación que encuadró en el “lawfare”, promovido por un “grupo de rufianes que dejaron al país en el estado más catastrófico de la historia argentina”.
La muerte suele generar efectos impensados sobre la política.
El objetivo del ex ministro de Macri ha sido, desde el principio de este proceso electoral, lograr un cierre poderoso con la UCR, que involucre a los dos grupos internos que dominaron el acuerdo para la renovación del Comité Provincial: la corriente Illia y Construir. Pero, hasta ahora, sólo ha logrado sumar a algunos dirigentes de la Illia.
“Frigerio pensó que acordando con Benedetti daba un gran paso, porque es el más conocido en la UCR. Hizo un acuerdo con las encuestas en la mano. Pero la verdad es que Atilio está agotado hacia adentro del partido. Ni siquiera en la Illia lo acompañan en esta”, analizó un dirigente radical. “La UCR no está con Frigerio”, acotó.
Si esa afirmación resulta correcta, sería alto el costo a pagar por un dirigente radical que acuerde con Frigerio para enfrentar a la UCR. Entonces, especulan que varios radicales que quizá desearían acordar con Frigerio no se mostrarán junto al líder del PRO para evitar pagar ese costo interno. Habrá que ver. Falta un mes para la presentación de listas.}
Fuente: Página Política