El presidente Alberto Fernández se alineó nuevamente con Cristina Kirchner y salió a respaldar los dichos de la vicepresidenta con respecto a la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI): “Días antes de que Cristina hablara, le contaba a la gente que teníamos que pagarle al Fondo 3.500 millones de dólares. Y que al año teníamos que pagarle 18.000 millones de dólares y que el año siguiente tendríamos que pagarle 19.000 millones de dólares”.
Lo hizo en una larga entrevista radial con Horacio Verbitsky, el periodista que desató el escándalo del vacunatorio vip, al relatar cómo se vacunó fuera de protocolo gracias a su amistad con el entonces ministro de Salud, Ginés González García, lo que tuvo por consecuencia la renuncia forzada del funcionario. De hecho, esta entrevista a través de Radio del Plata fue la primera interacción pública del mandatario con Verbitsky, después de la expulsión de Ginés González García del gabinete.
“Semejantes cifras dan cuenta de cuánto nos posterga la situación que tenemos con el Fondo. Ahí tiene razón Cristina, ¿qué posibilidad tenemos nosotros de pagar 18.000 millones de dólares? Ninguna. Si acá nos cuesta mucho pensar en pagar 3.500 millones de dólares este año más 2.500 millones del Club de París”, se preguntó y se respondió el mandatario, cuatro días después de que la vicepresidenta dijera que “con los plazos y con las tasas que se pretenden no solamente es inaceptable, es un problema de que no podemos pagar porque no tenemos la plata”. Lo había manifestado el miércoles 24 de marzo, en un acto por el Día de la Memoria que se llevó a cabo en la localidad bonaerense de Las Flores.
“No estamos diciendo de no pagar la deuda –había comentado Cristina Kirchner en relación a la renegociación con el Fondo que lleva adelante el ministro Martín Guzmán-. Nuestro espacio político fue el único que pagó las deudas de todos los otros gobiernos. Deberíamos hacer un esfuerzo, sobre todo aquellos que tienen responsabilidades institucionales, sean del oficialismo o de la oposición, para que nos den mayor plazo y otra tasa de interés de una deuda que otros contrajeron”, prosiguió.
Alberto Fernández compartió y avaló los dichos de la vicepresidenta: “En verdad, lo que estamos diciendo todos es que la deuda que heredamos en los términos en los que está es impagable. Lo que estamos viendo es como negociar con el Fondo para sacar algo de ventaja. En eso Martín (Guzmán) está trabajando mucho y a mi juicio lo está haciendo muy bien”.
El presidente reveló que su gobierno logró que el Fondo Monetario Internacional dijera “cosas inusuales para nosotros”. Y ejemplificó: “Que el Fondo haya hablado de que las deudas deben ser sostenibles, lo que está diciendo es que los países tienen que endeudarse y poder pagar esa deuda sin postergar su desarrollo. Eso lo ha dicho el Fondo producto de las negociaciones que ha tenido con nosotros. Y ahora, en el último viaje, el Fondo admitió algo impensado: dijo que la inflación reconoce múltiples causas que la determinan. Y eso era impensado, para el Fondo siempre es efecto de la emisión monetaria y del déficit fiscal. Y por primera vez dijo que esas son dos causas, pero hay muchas más. Es algo que nosotros venimos sosteniendo hace mucho tiempo: la inflación argentina está determinada por un sinfín de causas que van desde esas hasta la especulación y una suerte de psicosis argentina que los economistas del mundo terminaron llamando inflación autoconstruida”.
El mismo día en que Cristina Kirchner le envió el mensaje al FMI y convocó a la oposición para involucrarse en la negociación de la deuda y para enfrentar la “economía bimonetaria”, Alberto Fernández mantuvo una reunión virtual con David Malpass, jefe del Banco Mundial. En la comunicación de la que también participó el ministro de Economía de la Nación, que se encontraba con su equipo en los Estados Unidos, el presidente prometió que la Argentina “va a honrar sus deudas”.
Cuestionó que esa visión haya sido interpretada como contradictoria a los dichos, casi en simultáneo, de la vicepresidenta. “Yo lo digo de un modo, quizá Cristina de un modo más riguroso y Martín de otro. Pero hablamos de lo mismo”, ratificó.
“Tenemos que ver cómo podemos ir conciliando. Lo que planteo en el Fondo, es lo mismo que plantea Cristina. Planteo que estamos viviendo un momento tan excepcional”, anunció el presidente, quien, a su vez, aclaró: “Nuestro deseo es poder pagar en condiciones de desarrollo, de crecimiento. Nadie ha hablado de no pagar”.
Alberto Fernández, además, reflexionó sobre el gasto fiscal en tiempos de pandemia y sembró la idea de que Argentina tiene hoy una economía en expansión: “El kirchnerismo que yo aprendí, que es el de al lado Néstor, era uno que se irritaba ante el déficit fiscal. Creía que era definitivamente nocivo y razonablemente lo es. Digo esto y también que estamos en un mundo donde el déficit fiscal es la regla y el superávit es la excepción, porque la pandemia ha dejado en situación de déficit a todos. Nosotros seguimos expandiendo la economía y la emisión. Vos pensá que la obra pública se multiplicó por dos, la educación en términos de infraestructura se multiplicó por siete. No estamos en una época de restricciones del gasto, lo que creemos es que tuvimos un déficit fiscal importante y que tenemos que ir reduciéndolo hasta acercarnos al equilibrio fiscal en cuanto podamos. Pero la Argentina no tiene una economía retractiva en ese sentido. La inversión en obra pública, insisto, se multiplicó, es más del doble. Aysa multiplicó 7 veces su presupuesto para hacer obras públicas de aguas con respecto al 2019. ¿Eso no es una economía expansiva?”.
La Justicia también fue otro tema que el presidente abordó en la entrevista radial. Habló de la necesidad de que el sistema judicial funcione. “Necesito una justicia que funcione no solo para resolver causas que afectan a funcionarios acusados”, expresó luego de asegurar que existió una manipulación de jueces y una mesa judicial en la gestión de gobierno anterior. “Solo queremos que la justicia empiece a corregir los errores en la época de Macri”, añadió.
“La justicia está demostrando mucha incapacidad para resolver los problemas que tiene la gente. No hablemos de los femicidios donde la justicia llega tarde. Lo mismo podría decir de la liberación anticipada de gente. Si no nos damos cuenta de lo mal que anda la justicia, estamos mal”, concluyó.