Mostrará material probatorio nunca difundido y el testimonio de figuras clave del caso, entre los que se cuenta el viudo de María Marta, además de condenado y luego absuelto por el crimen, Carlos Carrascosa.
«Carmel: ¿Quién mató a María Marta?», serie documental sobre el emblemático Caso García Belsunce que cautiva a la opinión pública desde hace 18 años, estrenará en Netflix el próximo 5 de noviembre con material inédito, el testimonio de sus protagonistas, y «con muchas preguntas y algunas respuestas», según adelantaron a Télam sus creadores.
«Todas las partes han hablado o han tenido la oportunidad de participar, hemos contactado al 95 por ciento de los involucrados directos en el caso», explica Vanessa Ragone, prolífica productora cinematográfica, ganadora del Oscar por «El secreto de sus ojos» y «showrunner» de la serie, que contó con el documentalista Alejandro Hartmann como director.
En cuatro episodios de 47 minutos, «Carmel. . . » invitará a reflexionar sobre la pregunta que resonó en la prensa como pocos casos policiales de la historia argentina: ¿Quién mató a María Marta García Belsunce en su casa del barrio cerrado de Pilar el 27 de octubre de 2002?
Socióloga y vicepresidenta de la fundación Missing Children Argentina, García Belsunce apareció muerta en su bañera en lo que se creyó había sido un accidente doméstico; sin embargo, más de un mes más tarde se comprobó que había sido asesinada de cinco balazos en el cráneo.
Una víctima de alta sociedad, giros dramáticos, errores en la investigación y varios integrantes de la familia pronto sospechados de matarla o encubrir el crimen, son algunos de los elementos de una trama más atrapante que la de cualquier thriller hollywoodense.
«Siempre nos fascinó mucho el caso y le dábamos vueltas si era para una ficción o si era para un documental», recuerda Hartmann sobre el estado germinal del proyecto, cuando apenas era una idea en su cabeza y en la de la guionista Sofía Mora.
Con el auge en los últimos años de las docuseries del estilo «true crime story» -«Tiger King», «Wild Wild Country» o «Making a Murderer», por citar algunas de los mejores disponibles en Netflix-, la duda se despejó.
«En más de una oportunidad pensé en hacer una ficción, pero lo descartaba porque me parecía que no era el lugar adecuado. Había algo en la naturaleza y la complejidad de los personajes que me daba la impresión de que no iba a funcionar», apoya Ragone.
Producida por Haddock Films, «Carmel. . . » mostrará material probatorio nunca difundido y el testimonio de figuras clave del caso, entre los que se cuenta el viudo de María Marta, además de condenado y luego absuelto por el crimen, Carlos Carrascosa; el fiscal Diego Molina Pico y familiares como Irene Hurtig, John Hurtig y Horacio García Belsunce, entre otros.
Télam: ¿Qué es lo que hace a este caso aún tan fascinante 18 años después?
Alejandro Hartmann: Cuando sucedió, a fines de 2002, la televisión y los medios se llenaban de noticias políticas, económicas y había una desazón muy grande post 2001. Era un momento muy complicado, y el caso entró en el imaginario como en un «timing» perfecto, con algunos componentes muy interesantes para la gente que tenían que ver con develar un estilo de vida; tenía algo de telenovela de ricos y famosos, algunos de los implicados eran más o menos conocidos de la tele o de los diarios.
T: El caso siempre despertó creyentes de la inocencia y creyentes de la culpabilidad de Carrascosa y la familia, pero hoy sigue sin haber una respuesta definitiva. ¿Qué postura toma la serie?
Vanessa Ragone: La Justicia no lo ha podido determinar y nosotros no nos hemos puesto a investigar en su lugar. Ni más ni menos hemos acercado a todas las voces vinculadas al caso a que dieran su punto de vista. Por supuesto que el espectador podrá dar sus propias conclusiones; la nuestra es que no sabemos quién mató a María Marta.
AH: Los elementos están y cada uno lo verá desde su propio punto de vista, desde sus propios preconceptos. Pero sí nos parecía muy importante dar la posibilidad de que quienes estuvieron involucrados hablaran. En muchos casos lo hicieron para reforzar su postura, otros lo vieron más que nada como un espacio sanador.
T: ¿Algún día se sabrá la verdad?
VR: Es una pregunta que nos hacemos en el documental. Depende de quién responde, hay quien dice que la verdad ya se sabe y hay quienes dicen que hay que seguir investigando. De hecho hay un proceso que todavía no se define, contra Nicolás Pachelo y dos de los guardias por nuevas pruebas que podrían implicarlos. Es difícil después de 18 años y de todo lo que ha pasado que se sepa la verdad.
AH: Todo lo que pasó fue extremadamente confuso, desde el minuto cero. En un crimen el tiempo es determinante para investigar; más pasa el tiempo, más se aleja la verdad.
T: ¿Cómo se beneficia esta historia de la avidez que hay por las docuseries?
VR: Sobre todo en la posibilidad de acceder a ciertos recursos económicos, que te permiten otra narrativa. Calidad en términos de tiempo de trabajo, una estructura que te permite desarrollar la producción desde otro lugar, con un equipo más grande. Accediendo a material de archivo que no es barato, que hay que comprarlo y gestionarlo. Eso ayuda a la calidad visual, conceptual, tiempo de pensar, de montar, de buscar material de archivo, de componer la música.
T: Netflix tiene presencia en más de 190 países. ¿Qué imaginan que le puede pasar al público de otras partes del mundo con esta historia?
AH: Uno no piensa en el público local, uno piensa en personas en general. Y en ese sentido la serie trata de ser lo más comprensible y clara, tener suspenso, con personajes atractivos, con muchos giros. Y un final inquietante. Tiene que ser atractiva para cualquier persona en cualquier parte del mundo.
VR: Tiene condimentos argentinos, pero quienes no lo sean no van a tener dificultad en comprenderlos. Si el formato te gusta, si te gustan este tipo de producciones y el suspenso, esta serie tiene todos los elementos y en un nivel de calidad alto. Hemos trabajado no solo en que sea didáctica, sino en que sea entretenida.