En medio de una sesión signada por empujones, insultos, disturbios y fuertes críticas por parte de la oposición, gremialistas, agrupaciones sociales y de jubilados, Cambiemos consiguió dictamen. En qué consiste el proyecto.
Como contrapartida, la oposición logró un dictamen de rechazo con 28 firmas, con el objetivo de frustrar el tratamiento en el recinto del proyecto que el oficialismo pretende votar la semana que viene.
Apenas iniciadas las deliberaciones en la Comisión de Previsión y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, comenzaron los incidentes cuando un grupo de jubilados junto a agrupaciones sociales lograron ingresar al recinto en el cual se debatía la iniciativa oficial, que ya cuenta con media sanción en el Senado.
A raíz de los incidentes, que incluyeron empujones, gritos e insultos a los ministros de Trabajo, Jorge Triaca; y de Hacienda, Nicolás Dujovne; la sesión pasó a un breve cuarto intermedio para ser retomada minutos después a pesar de que la tensión continuaba en el Anexo de la Cámara de Diputados.
Tampoco se salvó de la lluvia de insultos el diputado del PRO Eduardo Amadeo, quien fue ungido presidente de la comisión de Previsión y Seguridad Social en reemplazo de la massista Mirta Tundis.
Los jubilados y dirigentes gremiales estallaron de furia cada vez que tomaba la palabra un representante del oficialismo, ante lo que consideraban un «saqueo» a los bolsillos y un «vaciamiento» de Anses para dar pie a un sistema de capitalización privada. «Chorros», «mafiosos», «delincuentes», fueron algunos de los calificativos, mientras que los aplausos fueron la regla general para con los discursos de opositores.
En ese contexto, Amadeo cedió al reclamo de la bancada kirchnerista para que pudieran expresarse representantes sindicales y de organizaciones de la sociedad civil: el bancario y líder de la Corriente Federal de Trabajadores, Sergio Palazzo; la secretaria general de Ctera, Sonia Alesso; y el secretario General de la Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social, Leonardo Fabre; fueron algunos de los oradores.
En medio de gritos e insultos, Triaca explicó que «este ha sido un proyecto consensuado no sólo con los gobernadores sino también con los senadores» y no una decisión unilateral del Gobierno.
Además, auguró que durante 2018 los jubilados gozarán de «un recupero del poder adquisitivo» a partir de «una movilidad real por encima del cuatro por ciento».
«También le damos una garantía a aquellos que han aportado durante 30 años. Tenemos un sistema previsional que les ha otorgado beneficios en la misma situación a los que han aportado durante 30 años que aquellos que no», subrayó Triaca, que asimismo destacó la suba opcional de la edad jubilatoria.
A su turno, Dujovne cuestionó la actual fórmula de movilidad jubilatoria, a la que acusó de «generar enromes problemas a los jubilados» en los años en que existe «aceleración inflacionaria como sucedió en 2010, 2014 y 2016.
Sobre el actual sistema, consideró: «Al ser un ajuste semestral, se produce entre septiembre y febrero se producen variaciones reales del 13 por ciento que quienes menos tienen no tienen forma de afrontarlo».
Al respecto, explicó que «al moverlo a una forma de ajuste trimestral va a morigerar muchísimo esa volatilidad».
A su turno, Palazzo advirtió que «en la Argentina se le roba a los más pobres para que lo más ricos tengan más plata».
«El triunfo electoral que les da la primera minoría -y no la mayoría- no significa una patente que los habilita a saquear a los jubilados de la mínima», fustigó.
En la misma sintonía, Alesso advirtió que «van a volver a llevar a nuestros trabajadores al hambre y la miseria», mientras consideró que se trata de una «estafa a los trabajadores».
«Que sepan que estas leyes van a consolidar el nuevo saqueo de nuestro país y van a volver a llevarnos a los trabajadores al hambre y la miseria. Les están pidiendo que voten una ley anticonstitucional. Los legisladores que están acá representan al pueblo, no a los gobernadores», completó.
Fabre alertó que el Gobierno «busca el debilitamiento de Anses para rematarlo al mejor postor» y así volver a un sistema de reparto privado «como el que había en los 90», en tanto que desmintió que la actual administración haya recibido un sistema de seguridad social con «falta de sustentabilidad».
En medio de la polémica, el presidente del bloque de diputados del PRO, Nicolás Massot, apuntó contra el kirchnerismo: «Yo no soy para nada amigo de la grieta, la desprecio, pero la grieta arranca por la irresponsabilidad de los que gobernaron». «Prendieron fuego la casa y hoy se quejan del olor a humo», cuestionó.
Qué implica el proyecto
El proyecto ya tiene media sanción del Senado y el Gobierno espera convertirlo en ley esta antes de fin de año en el marco de las sesiones extraordinarias que llamó el Ejecutivo. Según la letra oficial se busca establecer una nueva ley de movilidad jubilatoria que sea «sustentable, previsible y que asegure mantener y mejorar la capacidad de compra de nuestros jubilados».
El proyecto establece un Nuevo Índice de Movilidad Jubilatoria que se establece de la siguiente forma:
• 70 por ciento: basado en las variaciones del Nivel General del Índice de Precios al Consumidor Nacional elaborado por el Indec.
• 30 por ciento: considerando las Variaciones de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
• Se aplica trimestralmente, a partir de marzo de 2018, mejorando el esquema actual que solo prevé dos ajustes anuales.
Según los cálculos oficiales, se estima un crecimiento del poder adquisitivo de los haberes de aproximadamente cinco por ciento en el transcurso de 2018 (comparación diciembre 2018 vs diciembre 2017) y aproximadamente dos por ciento adicional en 2019, publicó Ámbito Web.
Además sostiene que la mejora en la capacidad de compra que proyecta el nuevo Índice de Movilidad para los años 2018 y 2019, se aplicará sobre una base de haberes que acumularán una recuperación real del 2,9 por ciento en el 2017.