Tal como ya ocurre en la Unión Europea, los países de la región planean quitar cargos adicionales al usuario por ese servicio. Aún no está claro cómo será la implementación.
El objetivo del gobierno argentino y de otros 18 países de la región es que las llamadas entre los teléfonos celulares no paguen más roaming, como ya ocurre en la Unión Europea. Eso quedó plasmado en la Declaración de Buenos Aires, que firmaron los delegados que participaron de la VII Asamblea de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL).
Para lograrlo, se comprometieron a “impulsar medidas que permitan una mayor transparencia, asequibilidad y eliminación de los cargos adicionales al usuario final de los servicios de itinerancia móvil internacional (roaming), dando particular atención a las realidades y necesidades en las zonas de frontera”, según figura en el documento aprobado en Buenos Aires.
Los países que se comprometieron a eliminar el roaming en la región, como parte de las políticas para el período 2018-2022, son la Argentina, Brasil, Estados Unidos, Paraguay, Perú, Ecuador, Canadá, México y Uruguay, entre otros.
“Como Estados tenemos el deber de generar las condiciones para que los ciudadanos se comuniquen sin barreras e incentivar las inversiones y los despliegues para que los operadores ofrezcan un servicio accesible y de calidad”, dijo en un comunicado el ministro de Modernización, Andrés Ibarra.
Todavía no está claro cómo va a ser su implementación. Pero por ejemplo, si bien Chile no formó parte de la Declaración de Buenos Aires, el gobierno argentino firmó a fines del año pasado un tratado con su par trasandino para eliminar el roaming en las comunicaciones entre ambos lados de la cordillera, que se espera esté en plena vigencia hacia el año 2020. Algo similar debería ocurrir con cada uno de los países que firmaron la Declaración de Buenos Aires.
Además del acuerdo por el roaming, los 19 países que firmaron la Declaración también se comprometieron a impulsar el despliegue de infraestructura y el desarrollo de servicios de telecomunicaciones, fomentar marcos regulatorios que propicien la inversión y fortalecer la ciberseguridad, la protección de datos personales y la protección de la infancia en línea, entre otros temas.
“Es muy importante haber logrado tantos consensos, porque significa que estamos fortaleciendo este ámbito regional que tiene que dar respuesta a los desafíos que nos plantea el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones”, planteó Miguel de Godoy, titular del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), que asumió la presidencia del Comité Directivo permanente de la CITEL hasta el año 2022.