Sergio Urribarri y Juan Pablo Aguilera estuvieron 50 días en prisión. En la mañana de este miércoles 8 de enero, el Superior Tribunal de Justicia dispuso liberar a los condenados por delitos de corrupción.
Anularon el fallo de la Cámara de Casación Penal de Paraná que dictó la prisión preventiva el 19 de noviembre. Continuarán con las medidas de restricción que había impuesto el Tribunal de Juicio en septiembre.
Fue clave el voto del presidente del máximo tribunal de la provincia, Leonardo Portela, quien había manifestado pocos días atrás de la necesidad de “cambiar la imagen del Poder Judicial”. Tanto él como Germán Carlomagno votaron para liberar a ambos condenados, mientras que Miguel Giorgio votó para confirmar la sentencia de Casación, además de insistir en que no se debía habilitar la feria para tratar esta cuestión, cuando hay muchas causas aún por resolver, lo que consideró un privilegio para estos internos.
Probablemente, el exgobernador no vuelva a pisar un establecimiento penitenciario pese a estar condenado a ocho años de prisión por delitos contra la administración pública, debido a que la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolverá dentro de varios años, cuando ya supere los 70 de edad y eventualmente pueda acceder a la domiciliaria.
La rosca política y judicial en pleno enero benefició a Urribarri con una medida excepcional: mientras la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia se encontraba deliberando para dictar una resolución sobre la impugnación extraordinaria contra la prisión preventiva dictada por Casación, Portela habilitó la feria para sacarle el expediente y resolver de urgencia, algo prácticamente inédito. Y finalmente resolvieron velozmente revocar aquel fallo y disponer la liberación inmediata del exmandatario y su cuñado.