“El pueblo holandés estará honrado si se plantan en la Santa Sede”, aseguró el Rey, mientras que su esposa saludó al Papa en castellano: “¿Cómo le va? Encantada de verlo de nuevo”, le dijo.
Durante el encuentro en la Biblioteca pontificia, Francisco y los representantes de la corona se refirieron a “algunos temas de interés común, como la protección del medio ambiente y la lucha contra la pobreza, así como sobre la contribución específica de la Santa Sede y de la Iglesia Católica en esos ámbitos”, informó tras la reunión un comunicado del Vaticano.Las conversaciones tuvieron “atención particular” en el “fenómeno migratorio, subrayando la importancia de la convivencia pacífica entre culturas diferentes, y el compromiso común para promover la paz y la seguridad mundial, con especial referencia a algunas zonas de conflicto”, agregó la Santa Sede.
Se trató de la tercera audiencia entre los monarcas y Jorge Bergoglio desde la entronización del pontífice, hace cuatro años. La primera, cuando aún eran príncipes, fue en 2013 y la última fue el año pasado, cuando la familia real holandesa fue recibida de manera privada por el Papa.Como en esa oportunidad, Máxima vistió de negro ya que al pertenecer a una corona protestante no puede acceder al denominado “privilegio de blanco” que sí tienen las reinas católicas de Europa como Sofía y Letizia de España y Matilde de Bélgica.
Máxima, nacida en Argentina en 1971, es católica; pero su esposo Guillermo es protestante, fe en la que educan a sus hijas. (Fuente: Minuto Uno)