La presidenta de la Cooperadora del Hospital San Antonio, María Cristina Vieyra de Berisso, no sale de su asombro. Las donaciones recibidas y la gran colaboración de la comunidad local aumentaron en gran medida desde el inicio de la pandemia. Un recorrido por los trabajos que se realizaron para enfrentar la crisis.
“Ha sido una generosidad que no se puede creer”, resalta sobre el inicio María Cristina Vieyra de Berisso y enumera: “Desde los comercios a los cuales nosotros recurrimos y nos surtimos de todo lo necesario para realizar los distintos trabajos en el Hospital. Vamos a determinado lugar a pagar lo que se debe de lo que se ha sacado durante este mes y nos dicen hasta acá tienen que pagar las boletas, pero estas otras son todas donaciones de la casa”.
“Además tenemos las donaciones particulares, que son sumamente generosas e importantes, porque nos han permitido realizar una obra enorme. Prácticamente todo lo que se ha hecho en el Hospital ha sido con las donaciones recibidas y lógicamente con el Legado Vasallo, los socios y demás contribuyentes”, señala.
-¿Qué refacciones se han realizado?
-En la parte del geriátrico, cuando se trasladaron todos los adultos mayores al geriátrico de Sengo (Kablan), se acondicionó todo. Ese lugar estaba impecable, porque hace mucho tiempo fue remodelado completamente, tenía todo lo necesario, climatización, detector de gases de humo, está pintado a nuevo, las camas pintadas y arregladas, se han puesto colchones hospitalarios, se ha comprado ropa de cama, se han cambiado las ventanas, eso fue con anterioridad.
“Con referencia a los picos de oxígeno que se pusieron —continúa—, nosotros en su oportunidad cedimos un dinero, porque el Gobierno provincial prometió enviar un monto de $ 1.500.000 para esto. Como en ese momento seguramente no lo disponía el Gobierno, lo facilitó Cooperadora y ayer (por el pasado jueves 18) nos llamó Marcelo Argot, que fue quien hizo la obra, para avisarnos que habían restituido ese dinero, así que estamos contentísimos. Pensábamos que no lo íbamos a recuperar, pero gracias a Dios nos informaron que sí, que nos enviaban el dinero”.
En relación a otras obras en torno a la pandemia, explica que “se ha hecho un laboratorio nuevo, más chico, donde actúa Mauricio Orgambide y se han comprado microscopios, una mezcladora, una centrifugadora y todo lo necesario para actuar. Lógico que va a quedar como una infraestructura del Hospital”.
Asimismo, Vieyra da cuenta que “vamos avanzando sobre los distintos pabellones. En su momento se hizo la parte del geriátrico y la de ambulancieros, que ahí se hizo hace mucho tiempo un departamento de dos habitaciones, cocina, oficina, etc. También se hizo un galpón para el guardado de las ambulancias y se actuó en Salud Mental y en el Lavadero, donde se compró uno nuevo. Se hizo toda la parte administrativa, de Rayos y Clínica Médica, que se hizo a nueva con una climatización de tipo industrial. Este sistema extrae las bacterias e insufla oxígeno, así que es un ambiente de lo más agradable”.
“Esa misma obra se hizo en Pediatría, que se hizo a nuevo, como Maternidad. Ahora estamos en Ginecología, trabajando fuertemente. En este momento ese sector está desocupado y se está trabajando a full. En Cirugía se está azulejando y haciendo una entrada adecuada, como lo piden los cirujanos, y se arreglaron todos los pasillos. Se ha actuado en los parques, en los alambrados perimetrales, en el estacionamiento, el pavimento de ingreso al Hospital, creo que no nos ha faltado tocar ninguno de los servicios del Hospital”.
-¿Tienen previsto mejorar la sala de internación de Cirugía?
-Sí, quedó un poco suspendida por la pandemia, porque ahí hay que sacar a todos los enfermos y remodelarlo, pero ya está comprado el aparato industrial para climatización de esa zona.
Sin dudas, una de las tareas pendientes y que Vieyra considera como “sumamente importante” es el sector de Guardia, que “en este momento es difícil de abordarlo. El Hospital todo está en perfectas condiciones, pero en Guardia no hay calefacción, porque hay un problema serio de instalación eléctrica anterior. Hay que hacer una obra enorme y eso es difícil en este momento, porque habría mucho que romper”.
La presidenta de Cooperadora agrega luego que “después hicimos todo lo que hay de aislamientos, que son cortinas que se hacen especiales y las hizo una casa de acá de Gualeguay, lo que fue absorbido por Cooperadora. Además estamos trabajando mancomunadamente con la Municipalidad, porque se están haciendo los ambos que son para todos los empleados del Hospital. Es decir, nosotros conseguimos las piezas de tela en Buenos Aires y se las llevamos a la Municipalidad, que es quien las confecciona. También se están haciendo los camisolines”.
-¿Cooperadora aporta fondos para medicamentos y personal?
-Nosotros con eso mucho no actuamos, sino que actuamos a través de Dirección. Sí mantenemos parte de Terapia Intensiva, que es sumamente costoso, pagamos laboratorios y algunos comodatos de aparatología. Alguna vez a solicitud de Dirección se entrega algún dinero que va destinado a farmacia, pero pocas veces.
-¿Cuál es la relación con el director Jorge García?
-Excelente, una persona sumamente ocupada con lo que tiene que hacer, recorre todas las obras del Hospital, se interioriza, colabora, tenemos frecuente contacto. Se está trabajando muy bien en ese sentido.
-¿Qué puede informar acerca del tomógrafo?
-Eso siempre fue un problema, el primero que mandó la Provincia ya se sabía que no iba a andar, hicimos los baños, los vestidores, un montón de obras y nunca anduvo. Se saca ese y el director anterior realiza un comodato con Gualeguaychú y trae este que en realidad tampoco funcionó bien, se hicieron pocos estudios y vive fallando. Ese tema lo maneja el director y no sé cómo se resolverá, es una lástima, porque el ámbito está, las conexiones, todo, que costó mucho dinero, porque a esas paredes hay que emplomarlas y hacerles un trabajo muy importante.
En tanto, agradece “a toda la comunidad de Gualeguay, porque cada uno y en su medida ha colaborado y en demasía”, relata que “un grupo de gente de Gualeguay se ocupó del grupo electrógeno, una persona donó el generador y otra colaboró para poder instalarlo, porque lleva mucho dinero. Estamos hablando de montos sumamente importantes, ha habido donaciones desde 150 hasta 400 mil pesos, todo el mundo donó en la medida de sus posibilidades, lo que sumado al Legado, los socios y los eventos con el Rotary y algunos otros nos hace un cúmulo de dinero que permite que el Hospital esté como está, porque de lo contrario no sé cómo se manejaría”.
“La participación de la Provincia es sumamente escasa, no llega a cubrir la necesidad de funcionamiento del Hospital”, sostiene y destaca: “Tenemos un problema con la recategorización, porque pese a que muchos lo niegan bajó de categoría el año pasado o el anteaño y eso significa un flujo de plata inferior de la Provincia hacia el Hospital. No sabemos cómo canalizar el pedido de que realmente lo atiendan como corresponde, porque en la parte de personal nosotros no podemos actuar, aparte porque tampoco nos alcanzaría”.
