Gremios docentes evaluaron que la reunión con el ministro de Educación, Esteban Bullrich, «no fue buena». Advirtieron su preocupación ante las condiciones laborales y la imposibilidad de reabrir las negociaciones salariales.
Representantes de gremios docentes nacionales se reunieron con el ministro de Educación, Esteban Bullrich, y su par de Trabajo, Jorge Triaca. Discutieron las condiciones laborales del sector y acordaron volver a reunirse en un plazo máximo de diez días.
«La reunión no fue buena y no se habló de paritarias. Nos dejó preocupados por lo que en los próximos días vamos a analizar cuándo tomar una medida de fuerza», indicó a NA el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel.
El sindicalista señaló que otro punto que «dejó preocupados a los docentes» se vincula con la jubilación ya que según alertó, el Gobierno dejó abierta la posibilidad de que «la edad jubilatoria de las docentes pase a 65 años».
Subrayó, de ese modo, que en la reunión «se habló de una armonización de las cajas».
«Se podrían armonizar las cajas si se terminara con el empleo en negro, pero evidentemente utilizan políticas que perjudican a los trabajadores», fustigó Baradel, quien aseguró que en el congreso de SUTEBA se definirá en qué fecha de agosto se realizará la huelga.
Por su parte, el secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, criticó que Bullrich, «no encuentra el rumbo» y anunció un paro de su gremio para la segunda mitad de agosto, con fecha a definir.
«Entré preocupado a la reunión y salí más preocupado. Esperaba otro resultado de la reunión», alertó y puntualizó: «Entendemos que el sistema educativo nacional está en crisis y necesita una respuesta en lo inmediato, pero Bullrich está confundido, no encuentra el rumbo de la educación argentina».
Romero se quejó de que el Gobierno no cumplió con el acuerdo de «formación docente en servicio» firmado en 2014 y resaltó: «Bullrich dijo que no estaba de acuerdo con ese convenio y sostuvo que si queríamos que se aplicara, fuéramos a la Justicia».
Además, enfatizó: «Planteamos la necesidad urgente de reabrir la negociación salarial ya que ahora muchos docentes tienen que vivir con sólo 8.500 pesos y recién en enero ese valor subirá a 9.672».
«Ante nuestro reclamo salarial, Triaca dijo que teníamos que tener un acto de fe, que nuestro salario iba a ir mejorando con la desaceleración de la inflación», cuestionó Romero.
Aclaró que también le plantearon a los funcionarios las deudas con los proveedores de los comedores escolares y aseguraron que si esa situación no se normaliza, se cortará el suministro «en cualquier momento».
«En la reunión no se habló de inversión, por lo cual van a continuar los mismos inconvenientes», se lamentó.
En febrero, los docentes, a nivel nacional, acordaron una suba de hasta el 25 por ciento, que se amplió luego con los incrementos provinciales de cada jurisdicción a porcentajes variables.
La excepción fueron siete provincias que tenían a 60 mil docentes que cobraban por debajo del salario mínimo, vital móvil. En esos casos el aumento total rondó el 40%.