La Asamblea General de la ONU exigió por amplia mayoría al Reino Unido que ceda a Mauricio el archipiélago de Chagos, que separó para construir una base militar. Además, le exige que en seis meses debe «retirar su administración colonial».
La Asamblea General de la ONU le exigió por amplia mayoría al Reino Unido que ceda a Mauricio el archipiélago de Chagos, lo que representa un duro revés para Londres en un conflicto que sucesivos gobiernos argentinos han comparado con el de las Islas Malvinas.
El archipiélago del Océano Índico está en el centro de una larga disputa por la decisión del gobierno británico de separarlo de Mauricio en 1965, para establecer allí una base militar conjunta con Estados Unidos en Diego García, la más grande de sus más de 50 islas.
Los chagosianos expulsados de la isla (que desde hace 40 años hacen campaña por el retorno) han denunciado el «doble discurso» de Londres, que por un lado defiende el derecho a la autodeterminación de los kelpers en Malvinas pero les niega a ellos ese derecho por el otro.
Un total de 116 países -entre ellos Argentina- votaron a favor de la resolución no vinculante, que fue presentada por países africanos y que urge al Reino Unido a «retirar su administración colonial» de las islas de Chagos en un plazo de seis meses.
Solamente seis naciones de las 193 que integran la asamblea (entre ellas Reino Unido y Estados Unidos, lógicamente) votaron contra la medida copatrocinada por nuestro país, mientras que otros 56 se abstuvieron, incluyendo a Canadá, Francia y Alemania. Además, quince no votaron.
«Vemos como algo muy positivo que la comunidad internacional haya apoyado la resolución y los principios de la legalidad internacional», le dijo a Télam el embajador argentino ante la ONU, Martín García Moritán. «Es muy importante para los procesos de descolonización», agregó.
La votación llegó tres meses después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya concluyó que el Reino Unido había separado las islas de manera ilegal y debía devolverlas a Mauricio, una excolonia británica que se independizó en 1968.
Luego de que el Reino Unido rechazara la «opinión consultiva» de la CIJ (máximo tribunal de las Naciones Unidas), Mauricio pidió la intervención de la Asamblea General.
La resolución dice que la ONU y sus organismos deben reconocer la soberanía de Mauricio sobre Chagos y llama a todos los gobiernos a «no reconocer, apoyar ni ayudar a la administración colonial ilegal» británica.
Aunque las resoluciones de la Asamblea General de la ONU no son de cumplimiento obligatorio, sí tienen todo el peso moral del más democrático y amplio de los órganos de Naciones Unidas.
El conflicto por Chagos ha sido comparado al de Malvinas, otro territorio objeto de un reclamo internacional contra el Reino Unido. En febrero pasado, el canciller Jorge Faurie celebró el fallo sobre Chagos y dijo que tenía «una enorme validez» para el reclamo argentino de la soberanía de las Malvinas.
«Se trata, en el caso del archipiélago de Chagos como en el de Malvinas, de una situación de desmembramiento territorial donde la población que se encontraba en las islas fue trasladada contra su voluntad, en este caso al territorio continental argentino en 1833», agregó entonces el ministro.
Al dirigirse a la Asamblea antes de la votación, el primer ministro de Mauricio -Pravind Kumar Jugnauth- dijo que la ONU debía enviar «una clara señal de que el colonialismo ya no puede ser tolerado».
A su turno, la embajadora británica Karen Pierce dijo que la base militar de Diego García «juega un rol vital» para mantener seguros a los aliados en la región, incluyendo a Mauricio. Estados Unidos ha utilizado aviones estacionados en la base para lanzar ataques en Irak y Afganistán.
En 2016, el Reino Unido extendió el acuerdo de arrendamiento con Estados Unidos para el uso de Diego García hasta 2036, pero esta resolución podría cambiarlo todo.