Desde Málaga (España) y Minneapolis (Estados Unidos), dos gualeyas nos cuentan su experiencia en tiempos de coronavirus. Carmen Morozowski hace 18 años que dejó la ciudad, en tanto Lourdes Bonnet hace dos que eligió el país de Norteamérica.

“No estamos viendo hasta dónde va a afectar”
Carmen Morozowski hace casi dos décadas que dejó Gualeguay y actualmente habita, junto a su familia, en la ciudad de Málaga. “Nos vinimos con mi esposo y nuestros hijos y si lo miras por un lado parece mucho y lo miras por el otro y no se puede creer que haya pasado tanto tiempo”, reflexiona sobre el inicio de la entrevista.
“Acá ya estamos en primavera, pero Málaga además tiene un clima buenísimo. Está en lo que se llama la Costa del Sol y mucha gente la elige para venirse de vacaciones por el clima tan bueno que tiene. No llueve mucho, hay siempre una brisa, entonces hace calor, pero no son esas temperaturas como en otras partes de Andalucía que el calor es más fuerte”, relata Carmen, al tiempo que explica que “Málaga ciudad está dentro de la provincia de Málaga y tiene unos 570 mil habitantes. Así como Argentina está dividida en provincias, España está dividida en regiones y cada región tiene un grupo de provincias, entonces Málaga pertenece a la región de Andalucía”.
-¿Cómo han vivido estos tiempos de pandemia?
-Nadie se esperaba que esto pudiera pasar, se empezó a hablar de que por ahí se cortaban las clases y de repente nos encontramos con tener que hacer un montón de cambios en el día a día. Con respecto a nosotros como familia, por ejemplo mi esposo da unos programas en escuelas primarias y secundarias, un programa que él desarrolló que se llama “Actuaciones de éxito frente al acoso escolar”, ya que es integrador social, y automáticamente no pudo seguir yendo para dar estos programas.

“En mi caso, estoy estudiando Integración Social y justo empezaba el período de prácticas, lo que se tuvo que modificar y ahora estoy haciendo las prácticas desde casa, haciendo un acompañamiento telefónico a personas mayores que están solas”, revela.
En seguida, agrega: “Una de nuestras hijas está en Inglaterra, ella es enfermera y no ha podido venir, pero el 30 de julio va a estar aquí, así que la podremos ver. Nuestro hijo, que trabaja para una empresa textil, estuvo un tiempo trabajando desde la casa, unas semanas después tenía que ir algunos días y ahora ya se incorporó totalmente, mientras que nuestra otra hija fue con su familia a Estados Unidos a visitar a los suegros y se tuvieron que quedar allá y podrán venir ahora en la primera semana de junio”.
-¿Cómo afectó el virus en esa zona?
-Aquí en Málaga se llegaron a tener unas tres mil personas contagiadas, que es un uno y pico por ciento de los contagios de toda España, y 287 fallecidos, pero la buena noticia es que en estas últimas 24 horas no ha habido fallecidos. Curados ha habido unos tres mil, Málaga llegó a su pico en su momento y nosotros empezamos ya con lo que se llama aquí la desescalada.
“Hoy en Málaga ya estamos en la Fase II, como casi el 70 por ciento de España, así que nos podemos reunir en grupos de hasta 15 personas y se quitaron las franjas horarias, por lo que se puede salir a hacer deportes en diferentes horarios, pero sí hay que seguir manteniendo la distancia de seguridad. Se exigen las mascarillas a la hora de entrar en negocios y hay apertura de cines, teatros, oficinas, pero siempre manteniendo la distancia de seguridad”.
-¿Allí los más afectados han sido los mayores de 60?
-Sí, la mayor cantidad de personas que han fallecido han sido mayores, porque son las que tienen más probabilidad de que la enfermedad se complique. Ha habido residencias en las que han fallecido muchas personas.
-¿Cómo ha respondido el sistema de salud?
-Hubo momentos de saturación y sé que en Madrid al haber más cantidad de habitantes se complicó más. Aquí se hizo un hospital de campaña, pero no se llegó a usar. Han trabajado muchísimo los sanitarios y especialmente las unidades de terapia intensiva, así que ese aplauso que se daba todos los días emocionaba realmente, porque se lo merecían.
-Mucha preocupación en torno a tu hija enfermera…
-El caso de mi hija es un poco diferente, porque ella trabaja en un hospital privado de Londres y no estuvieron atendiendo a personas con coronavirus. Lo que se hizo en el hospital fue reducir la cantidad de cirugías y hacer solamente las que eran urgentes, situaciones de personas que sí o sí había que operar en el momento. Sí les redujeron las horas de trabajo y frente a cada persona que había que operar ellos usaban toda la protección como si estuvieran atendiendo a alguien que tuviera el Covid-19, por prevención.
-¿Qué ha pasado con la economía producto de la pandemia y la cuarentena?
-Esto ha afectado en todas partes del mundo, a lo que ya estaba de fondo esto ha aumentado más toda la situación. De hecho, el desempleo se duplicó aquí, por la gente que trabaja como autónomo, como el caso de mi esposo, y la gente que tenía negocios. Málaga trabaja mucho con turismo, entonces se perdió toda la gente que tenía que venir para Semana Santa, para el fin de semana largo del 1° de mayo, para toda esta época. Todavía no estamos viendo hasta qué punto va a afectar.
Carmen da cuenta luego que por estos días el gobierno entrega “ayudas mínimas para las personas que no superan una cierta cantidad de ingresos y se han repartido muchas bolsas de alimentos para personas sin ingresos. Además, en el caso de los alquileres no era que te permitían no pagarlo, pero sí permitían que las personas pudieran hablar con sus inquilinos y pagar menos y acumular deuda”.
-¿Qué aconsejarías ante esta situación que ustedes ya atravesaron?
-Escucho a mucha gente decir que esto no es tan así o que muere mucha gente de gripe todos los años, pero mi consejo es que traten de aguantar, de seguir con todas las indicaciones para cuidarnos de esta pandemia y que aunque vean que no hay muchos contagios alrededor sigan cuidándose, porque lamentablemente está el gran problema de la gente que es asintomática, que no sabe que tiene el virus y que te puede contagiar. Sabemos que esta situación es difícil, pero no nos desanimemos.

“Las cifras son muy altas”
En el pequeño Vadnais Heights, un pueblo de 12 mil habitantes a 20 minutos de Minneapolis, reside Lourdes Bonnet, una gualeya que vivió de cerca lo ocurrido días atrás con el asesinato de George Floyd, el ciudadano estadounidense víctima de la discriminación racial y el abuso policial.
En torno al hecho, Lourdes reseña: “El lunes 25 de mayo a la tarde sucedió que este hombre fue a comprar a un negocio, pagó con un billete falso, que todavía no se sabe si él sabía eso, llamaron a la policía y lo detuvieron. Una chica joven filmó esta situación y lo subió a la noche a Facebook, ahí se empiezan a enterar en Minnesota y comienzan las manifestaciones, que al principio fueron pacíficas y luego hubo disturbios, incendios de autos, de una comisaría y saqueos en negocios y en supermercados de cadenas muy importantes de acá”.
Tras precisar que “acá cuando habla el gobernador o el alcalde todo el mundo para y le presta mucha atención”, Lourdes señala que “el gobernador lo que dijo fue que el 20 por ciento de los detenidos no eran de Minnesota, por lo que él consideraba que eran infiltrados. El jueves a la noche declaró el toque de queda entre las ocho de la noche y las seis de la mañana, que primero fue para la ciudad de Minneapolis y luego para la de Saint Paul, que a las dos les dicen Twin Cities, porque son las dos ciudades más grandes de Minnesota, una a cada lado del río y que han crecido prácticamente juntas, por eso les dicen las ciudades gemelas”.

-¿Dio resultado esa medida?
-Cuando se decretó el toque de queda para Minneapolis bajaron un poco los disturbios, pero siguieron. Luego fue para Saint Paul, entonces el gobernador dijo que cada alcalde decidiera en su ciudad qué hacía. El sábado a la noche nosotros también tuvimos toque de queda acá, pero al ser un lugar muy tranquilo, la gente tampoco estaba afuera. Luego se declaró más corto, desde las 22 hasta las cuatro de la mañana y ya el lunes no hubo tantos disturbios.
“Como el viernes recién metieron preso al policía Derek Chauvin y a los otros sólo los habían despedido —continúa—, los disturbios hasta ese día eran pidiendo que lo metieran preso y ahora lo que están pidiendo es que los metan presos a los otros tres. Las manifestaciones son para pedir justicia, entonces fueron a la casa del gobernador el lunes, pero no hubo disturbios”.
Más adelante, refiere que “los manifestantes luego caminaron hasta el Capitolio, que está en Saint Paul, que es la capital de Minnesota. Estaba la Guardia Nacional y el teniente que estaba encargado de cuidar el capitolio habló con ellos, se arrodilló, lo que ha sido tomado como un símbolo de respeto hacia la lucha por los derechos de las personas de color y les pidió que manifiesten en paz, que ellos iban a hacer su trabajo, que pertenecían a la comunidad y que también estaban muy tristes por lo que estaba pasando. Gritaron ‘yes’ y se quedaron sentados, tranquilos”.
-¿Te sorprendió todo esto?
-Sí, me llamó mucho la atención, porque Minnesota es un Estado muy próspero, liberal, progresista, tranquilo, incluso en el 2018 en el ranking de los mejores lugares para vivir en Estados Unidos fue elegido. La gente es educada, la educación pública es muy buena y uno piensa que eso no va de las manos. Tenemos un matrimonio amigo de acá y ellos sienten mucha vergüenza de lo que pasó, pero este policía tenía un historial de abuso de autoridad. Otra cosa que me llamó mucho la atención es que cuando ves las imágenes del Estado de Minnesota no hay muchos policías negros, pero es una apreciación muy subjetiva.
-¿Cómo es la gente de ese lugar?
-La gente es muy amable, muy respetuosa, cuando llegamos con mi esposo y mis dos hijos alquilamos una casa y enseguida vinieron del vecindario a traernos, como en las películas, galletitas y a darnos la bienvenida. Son súper amables, interesados todo el tiempo en saber por qué estamos acá y cuando les decimos que somos de Argentina hay mucha gente que no tiene idea de dónde está y hay otros que sí. Enseguida nos invitaron a esas barbacoas que hacen ellos y a visitas en la casa. Hay otras familias de argentinos con las que nos hemos relacionado y tampoco han sufrido algún tipo de discriminación y siempre hablamos de lo amigables que son los minnesotanos.
-¿De qué manera los afectó la pandemia?
-Las cifras son muy altas, van 25 mil casos en Minnesota, que es como decirte Entre Ríos, 18 mil recuperados y más de mil fallecidos. Acá empezamos una semana antes que ustedes la cuarentena, pero desde el inicio se nos permiten las salidas recreativas, que es salir a caminar, correr, andar en bicicleta, se puede jugar al golf, al scrap y a lo que te piden que no juegues es al básquet y al vóley, porque tocás la pelota. Hace dos semanas se permitieron las reuniones, que recomendaban que fueran en los parques, que acá hay muchos, manteniendo el distanciamiento social y usando barbijo. También se abrieron los negocios minoristas y los shoppings.
En tanto indica que “el sistema de salud no colapsó y se armaron hospitales de campaña que todavía no han sido utilizados”, Lourdes considera que “la cantidad de disturbios también ha sido producto de la cantidad de desocupación que hay y en esto los más afectados han sido los afroamericanos”.
-¿Se extraña Argentina?
-Un montón, la Argentina y más Gualeguay, se extrañan los amigos, mis sobrinos más chiquitos y mi mamá, pero bueno esto de las comunicaciones ayuda un montón y ahora como todos están en cuarentena tienen tiempo para hacer Zoom conmigo.

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