Es biólogo especialista en Paleontología y por cuestiones familiares llegó a Gualeguay, donde reside, aunque sus actividades lo lleven a Buenos Aires, donde tiene su laboratorio, y a los diferentes lugares que puedan prometer el hallazgo de restos fósiles.
Si bien regresó hace pocos meses de una exitosa expedición en El Calafate, su hallazgo más importante data de 2013 y fue recientemente publicado. Se trata del Overoraptor Chimentoi, un carnívoro pequeño de un metro y medio de largo, cuyos restos fosilizados se encontraron al oeste de Río Negro.
Elegir nombres
El paleontólogo que puso su apellido al hallazgo explica cómo se toma una decisión de estas características. “En la biología en general, tanto en animales actuales como en fósiles y otros seres vivos, los científicos eligen qué nombre ponerle cuando descubren que se trata de una especie nueva, lo charla con los colegas y decide. Los nombres científicos llevan dos palabras, una es el género, que es la primera palabra y en este caso Overoraptor, y la otra es el nombre de la especie, Chimentoi. Si el año que viene descubriéramos una nueva especie del Overoraptor se debería llamar así, pero con otra segunda palabra”.
-¿Qué se tiene en cuenta a la hora de decidir?
-Hay tres cosas que uno se plantea. Hay quienes se lo dedican a una persona, en general a la que descubrió o a la que autorizó a los paleontólogos a ir hasta el lugar, al dueño del campo, de la estancia o a la que abarató los costos de la expedición. Otra es un nombre que haga una alegoría a la morfología del ser vivo, en este caso del Overoraptor quiere decir raptor manchado, porque cuando lo encontramos el hueso tenía manchas y raptor porque es un carnívoro chiquito. La otra tendencia es a dedicárselo al lugar geográfico, que tenemos el ejemplo del Argentinosaurus, reptil de Argentina, o de la provincia en que lo encontraron, como el Neuquensaurus o el Mendozasaurus.
Su hallazgo
-¿Dónde encontraron el Overoraptor Chimentoi?
-Al oeste de Río Negro, cerca del Embalse Ramos Mejía, que es la represa que está en El Chocón, del lado neuquino. Nosotros pasamos al lado rionegrino e inmediatamente se ve el embalse de fondo, como una gran laguna, y hay una parte totalmente seca y se ven muy bien las capas geológicas. Hay unos cortes de tierra muy grandes y nosotros teníamos información de que podía haber algo.
-¿Este es el primer descubrimiento íntegramente tuyo?
-Fue en 2013 y creo que fue el primer dinosaurio que descubrí, pero en esa expedición también descubrí otro y no creo que me lo dedique (risas). El Overoraptor era más o menos de un metro y medio de largo y un metro de altura, era carnívoro y lo primero que encontré fue una garrita. Después mis compañeros encontraron una de las alas, la cintura, algunas vértebras y las dos piernas, nunca encontramos algo de la cabeza y casi nada del resto de la columna vertebral, pero teníamos suficiente cantidad de huesos para reconstruir el cuerpo.
-¿Cómo se hace para determinar medidas y peso sin contar con todo los huesos?
-Se necesitan conocimientos de anatomía, que para los paleontólogos es como la ciencia madre, y en general si se encuentra un hueso solo no se puede decir mucho, pero sí se puede decir de qué familia de dinosaurio es. Si se encuentra una pata entera, el fémur, la tibia y demás, ya te da mucha más información, además si se encuentra un dinosaurio y tiene 66 millones de años y se encuentra otro en el campo de al lado y tiene 80 millones de años, están separados por 20 millones de años, así que lo más probable es que sean especies distintas.
El lugar ideal
-¿Por qué eligen la Patagonia?
-Primero y principal, hay que entender que la Patagonia argentina y la región cordillerana del país es una de las regiones más ricas del planeta en fósiles, porque justo se dan las condiciones ambientales hoy para que sea bueno encontrar fósiles. Esas condiciones ambientales son que toda la Patagonia es una gran meseta seca, en donde uno no tiene tanta densidad de plantas, no tiene el pastito como acá en los campos nuestros que uno no puede ver debajo de la tierra. Ahí hay un mechón de pasto y después tierra pelada.
“Se puede ir en superficie —continúa—, caminando, mirando la tierra y buscando. Esa condición, que se da por la aridez que tiene la Patagonia y porque se erosiona todo el tiempo el suelo, hace que uno pueda volver a los campos donde antes habían ido paleontólogos y habían buscado y volver a encontrar. El año pasado fue un paleontólogo y yo puedo ir este año y encontrar algo, van apareciendo”.
En seguida, revela que “otra cosa importante es que la Cordillera de los Andes es más nueva que los dinosaurios, entonces levantó muchas capas que estaban bajo tierra en el proceso del surgimiento de la misma Cordillera. Vemos capas que deberían estar debajo de nuestros pies y están en superficie, vas caminando por la Patagonia y vas pisando la capa en la que se fosilizó el dinosaurio, vas pisando un estrato que tiene 65 millones de años o más”.
Como en las películas
-¿Los dinosaurios eran cómo se los ve en el cine?
-Sí, se los ha representado bastante bien, aunque, por ejemplo, el Velociraptor era más chico. Lo hacen como de dos metros de altura y el verdadero medía la mitad. Había un raptor de ese tamaño y más grande incluso, de hasta tres metros de altura, pero es argentino y se llama Austroraptor, porque es austral, es de acá del sur y era más parecido al Velociraptor de las películas.
En tal sentido, reseña que “Steven Spielberg para Jurassic Park se basó bastante en hechos científicos, el director investigó y el año pasado nosotros fuimos a un campo en la Patagonia y el dueño nos contó que en el año 1990 fue Spielberg en helicóptero a conocer dónde era la tierra de los dinosaurios. Se instruyó bastante para hacer la película”.
Una atracción
-¿Por qué crees que genera tanto interés el tema?
-Los dinosaurios generan todo un mundo, una magia que hace que les gusten a todos. A nosotros los seres humanos nos gustan todas estas cosas que parecen mitológicas, por eso les gustan tanto a los chicos también. Algo que nos pasa entre los paleontólogos, que no somos muchos en el país, es que nos miran de reojo a los que nos dedicamos a los dinosaurios y un poco de razón tienen, porque si yo quiero pedir un subsidio, escribo un proyecto para National Geographic, como fue el caso de este animalito que nos financiaron la campaña, y hay empresas que aprueban proyectos solamente con dinosaurios.
“Yo no me dedico a dinosaurios, me dedico a mamíferos, pero estoy en un laboratorio donde todos mis colegas son dinosauriólogos y me ha pasado que he querido presentarme a un subsidio y la entidad que te da la plata para que hagas la expedición te dice que no, que ellos solamente aprueban para dinosaurios”, relata Chimento.
En igual sentido, expresa: “Esto es lógico, porque al gustarle mucho a la gente después esa entidad que te da la plata para que vayas a la expedición te exige que hagas todo un programa, que des charlas, que hagas videos”.
Bien argentino
-¿Cuál es el dinosaurio más grande?
-Habría pesado unas 60 o 70 toneladas con una altura de 20 o 30 metros y un largo de más o menos 40 metros, desde la cabeza hasta la punta de la cola. Para dar una idea el animal más grande hoy es la ballena azul, que mide 30 metros de largo. Ese dinosaurio es argentino.
-¿El Argentinosaurus?
-Bueno, ahora se están peleando entre dos, el Argentinosaurus Huinculensis, que es de Neuquén, y el otro es el Patagotitan, que es de Trelew. No se han encontrado más grandes que esos dos, sí como de la misma familia, que son los Titanosaurios, todos herbívoros, que tienden a tener un tamaño más grande que los carnívoros, esto en general en todos los animales.
Nuestra zona
-¿Es posible encontrar dinosaurios en esta región?
-El sur entrerriano y la zona centro y sur de Santa Fe, toda la provincia de Buenos Aires y la mitad de Uruguay tienen más o menos las mismas características para los paleontólogos, que es que las capas que se encuentran en superficie son mucho más nuevas que los dinosaurios. Son de la Era del Hielo, entonces aparecen los tipos de animales que se ven en la película de animación que tiene ese nombre. No son dinosaurios, son mamíferos, aunque muchos gigantes.
“Acá en el río Gualeguay —señala— particularmente han aparecido mastodontes, que son similares a los mamuts, no eran tan grandes, pero eran como elefantes. También teníamos los perezosos gigantes, los megaterios, que eran unos bichos enormes de cinco metros de altura. Encontramos ese tipo de animales porque las capas con dinosaurios están a 100 metros de profundidad, entonces las otras capas que están arriba la comprimen y los huesos quedan pulverizados”.
En la montaña
A Nicolás Chimento le tocó un lugar bastante particular para el inicio de la cuarentena. “Estaba en El Calafate desde el 6 de marzo, en una estancia donde hay una subida para ir a las montañas. Subimos, armamos un campamento gigante para 30 personas, porque fuimos con cinco japoneses, dos geólogos y un paleobotánico y no teníamos idea de lo que estaba pasando”.
“El único que estaba más o menos enterado era mi director de laboratorio, porque él agarraba señal con el celular y nos empezó a contar. Bajamos de la montaña, después de una expedición espectacular en la que encontramos de todo, dinosaurios nuevos que ya van a salir publicados, mamíferos, tortugas, cocodrilos, y no podíamos salir de El Calafate. Nos hicieron un montón de chequeos y lo bueno es que al estar más de 15 días arriba de la montaña sabían que estábamos sanos”, señala Chimento sobre el final.