Gremio recibirá a Lanús, desde las 20.30, en partido de ida por la final de la Copa Libertadores en el que los brasileños pretenden arrancar con fuerza en casa para intentar su tercer título continental, mientras que los argentinos buscan un resultado que les permita seguir haciendo historia.
El club brasileño, campeón de la Libertadores en 1983 y 1995, quiere aprovechar su favoritismo en el estadio Arena do Gremio de la ciudad de Porto Alegre y el apoyo de la afición que agotó las entradas para intentar abrir una buena diferencia de goles que le permita viajar con tranquilidad a Argentina la próxima semana para el partido de vuelta.
Lanús, por su parte, como lo ha anticipado su técnico, Jorge Almirón, quiere aprovechar la oportunidad de disputar su primera final en la Libertadores para seguir haciendo historia para el club.
Además del morbo normal por tratarse de la final, el duelo ganó en emoción por la denuncia de que Gremio usó un drón para espiar un entrenamiento de Lanús, lo que fue negado por los locales, y por la decisión de la Conmebol de someter a los dos equipos el lunes a una prueba antidopaje sorpresa.
El técnico Renato Portaluppi, ídolo de Gremio y que fue campeón de la Libertadores con el club de Porto Alegre, podrá contar con todos sus titulares en forma gracias a que los dosificó durante el Campeonato Brasileño, en la que el equipo marcha segundo en la clasificación.
Lanús, por su parte, desembarcó el lunes en Brasil y ese mismo día se entrenó en las instalaciones del Internacional, el tradicional e histórico rival de patio de Gremio.
Almirón reconoce que Gremio sale como favorito en el primer partido de la final y que tiene la “obligación” de ganar por ser el dueño de casa, pero aclara que Lanús “tiene una gran ilusión” de imponerse al final de la serie y de levantar su primer título de la Libertadores.
“Nunca imaginé jugar la final de la Copa Libertadores porque era muy difícil, pero tenemos un equipo muy competitivo que sabe a lo que juega”, afirmó por su parte el veterano delantero José Sand, de 37 años y una de las referencias del club.
Almirón agregó que los jugadores de Lanús saben que ganar la Libertadores les dará prestigio a todos, ya que les permitirá hacer historia, y que por eso no quieren desperdiciar la oportunidad de disputar la final.
El técnico también destacó que, tras haber usado algunos suplentes en partidos de la Superliga, su equipo tuvo tiempo suficiente para prepararse para la final y para recuperar los jugadores lesionados, por lo que igualmente tendrá a disposición a todos sus titulares.
La probable Granate sería con Andrada; Gómez, Guerreño, Braghieri y Velásquez; Martínez, Marcone y Pasquini; Silva, Sand y Acosta.
Por su parte el equipo Gaucho formaría con Marcelo Grohe; Edílson, Pedro Geromel, Kannemann y Bruno Cortez; Jailson o Michel, Arthur, Ramiro, Luan y Fernandinho o Everton); Lucas Barrios.