Consultorio de adolescencia: una propuesta de salud para prevenir, ayudar y acompañar

 

 

La iniciativa, que da sus primeros pasos en las instalaciones de Salud Mental del Hospital San Antonio, busca promover la llegada de los adolescentes a los profesionales de la salud, para que reciban asesoramiento, atención y escucha. Cinco especialistas integran el Consultorio de Adolescencia que funciona martes y jueves por la tarde.

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La propuesta, que se da en el marco del Programa de Salud Integral en la Adolescencia de la Secretaría de Salud de la Nación –Ministerio hasta el año pasado–, encuadra sus acciones en la Convención de los Derechos del Niño de rango constitucional, así como en la ley 26.061 de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, la ley 25.673 de Salud Sexual y Procreación Responsable, la ley 26.529 de Derechos del paciente, historia clínica y consentimiento informado y el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.

Desde el máximo organismo sanitario de la Nación subrayan que “los cambios que tienen lugar en la adolescencia inciden en todas las enfermedades y comportamientos relacionados con la salud y son los causantes de la transición epidemiológica que se produce de las enfermedades infecciosas a las afecciones no transmisibles en la segunda década de vida”.

En nuestra ciudad funciona, desde este mes, un Consultorio que recibe a adolescentes de 10 a 19 años para brindarles una atención integral. Lo conforman la psicóloga Melanie Anaya Zingunegui, la sexóloga Alejandra Wilhelm, la obstétrica Valeria López Demarchi, la trabajadora social Silvana Fiorotto y el agente sanitario Leonel Riva.

Los adolescentes pueden consultarles sus dudas y plantearles cualquier inquietud los martes y jueves de 16 a 18 horas en el sector de Salud Mental del Hospital San Antonio, con o sin turno previo y sin necesidad de asistir acompañados por un mayor.

“Está destinado a la protección de derechos de los adolescentes, fundamentalmente porque son un grupo que queda aislado en lo que es la atención específica. Menores de 14 años van por pediatría, después entran en un consultorio general y el abordaje no es interdisciplinario”, señala la trabajadora social Silvana Fiorotto, al tiempo que refiere que “pensar en un consultorio de adolescencia integral y amigable tiene que ver con que varias especialidades estemos juntos y no sólo quede en una patología, que el adolescente viene y se atiende por una dolencia específica, sino que también se pueda charlar sobre otras cuestiones que lo están atravesando”.

Y agrega: “Pensamos en lo integral porque siempre el adolescente tiene cuestiones de la escuela, del trabajo, de la familia que repercuten en su salud y muchas veces por ser adolescentes no se les da la relevancia que necesitan”.

 -¿Cómo funciona el Consultorio de Adolescencia?

-Por demanda espontánea o a través de turnos los martes y jueves de 16 a 18 horas. Vienen a la parte de Salud Mental, se anuncian y depende de la demanda los vamos a derivar al especialista que requieran. Como recién arrancamos estamos con disponibilidad y no necesitan sacar turno con antelación.

“Tampoco necesitan acompañante, quienes quieran venir acompañados es mucho mejor, pero quienes deseen venir de forma independiente lo pueden hacer. Lo que tratamos de hacer es garantizar el derecho a la salud y uno no puede poner como barrera la imposibilidad de que esté una madre, un padre, un hermano o alguien mayor. Si tiene como opción entrar solo, la privacidad y la confidencialidad son los dos principios rectores que como Consultorio sostenemos”, indica la trabajadora social.

 -¿Qué casos atienden?

-Todo el abanico de problemáticas o situaciones por las que atraviesa el adolescente y que crean que necesitan una contención o una atención. Nosotros vamos a ver en función de la demanda que el adolescente presente por cuál de las profesionales que estamos lo vamos a canalizar, pero las problemáticas pueden ser varias, desde bullying, salud sexual, violencia u orientación en métodos anticonceptivos.

“Muchas veces la demanda aparece por otra cuestión, quizás aparece por un dolor abdominal y termina siendo algo que tiene que ver con violencia u otros atravesamientos, que no son la demanda original”, ejemplifica.

Por su parte, la psicóloga Melanie Anaya Zincunegui da cuenta que “la idea es que este consultorio funcione como referente para el adolescente y poder articular interconsultas con distintos servicios del Hospital, como Pediatría, Clínica Médica, Ginecología y Cirugía. Esto fue pensado porque muchas veces el adolescente viene a consultar al Hospital y después no vuelve, porque sintió que no lo alojaron, porque su demanda era manifiesta por un lado, pero lo latente no se observó o porque hay muchos profesionales de la salud que todavía no predican lo que dice la ley sobre que el adolescente puede venir a consultar solo, sin necesidad de un adulto”.

“Se está buscando —continúa Anaya Zincunegui— que pueda haber un profesional que esté capacitado para atender esa demanda, que pueda tener una escucha afectuosa, siempre bajo el marco de la confidencialidad, buscando la promoción de los derechos del adolescente y saber que su salud le repercute a él y a su entorno familiar cercano”.

La psicóloga destaca luego que el Consultorio “fue pensado en horario de la tarde, porque a la mañana los adolescentes van a la escuela y además el Hospital está muy saturado de gente”, mientras considera que “lo importante es que haya un lugar de referencia para la promoción de su salud, amigable para ellos, pero también para captar aquellos casos de riesgo que se terminan perdiendo. Hacer un seguimiento, buscar otras alternativas, poder armar una red de trabajo a nivel provincial o nacional respecto a los profesionales más específicos de la salud”.

 -¿Cómo es la primera consulta?

 -Anaya Zincunegui: Se le abre una historia clínica, que está aprobada por la Organización Mundial de la Salud, se lo escucha desde dos disciplinas distintas para conocer de qué trata su motivo de consulta y se lo deriva al profesional pertinente. Lo importante es tener el tiempo para escucharlos, porque a veces con los adolescentes pasa que contestan en monosílabos, no, sí, no sé, la miran a la madre, entonces poder tener un tiempo a solas con el adolescente y un tiempo, si se da, con el familiar, porque a veces el adolescente no refiere nada y el familiar se encuentra sumamente preocupado por algo.

En cuanto a los métodos de anticoncepción, la psicóloga explica que “la idea es que el adolescente pueda elegir, acá hay anticoncepción oral, inyectable y el chip (implante subdérmico), porque por ahí creen que sólo está la pastilla y la pastilla del día después. Para los chicos también hay métodos, se pueden llevar su preservativo y hasta hacerse el test de HIV”.

El equipo del Consultorio de Adolescencia se propone además trabajar intersectorialmente, “por esto que siempre decimos que los adolescentes son los mismos que circulan por las distintas instituciones. Poder trabajar de manera articulada, sea con Municipio, Juzgado, Copnaf, las escuelas públicas y privadas, es fundamental para nosotros. Necesitamos además que los docentes difundan, para que esta sea una opción más de cualquier situación”, apunta Fiorotto.

“También buscamos que sea más interactiva —completa Anaya Zincunegui—, por eso abrimos un Instagram para que nos sigan, para que vean el tema de los turnos, los profesionales que están atendiendo y hacer ahí campañas de difusión, como también en las escuelas y en los lugares que los chicos frecuentan, como el Parque, las plazas y hasta el boliche”.

El Instagram del Consultorio para conocer todas las novedades es consultorioadolescenciaguay, en tanto que el correo electrónico para consultas es adolescenciahsa@gmail.com.

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