Como sus familiares no tenían noticias de Ezequiel Domínguez, de 32 años, ni de Micaela Heredia, de 28, fueron hasta la casa, derribaron la puerta de entrada y se encontraron con la trágica escena. Creen que se trató de una intoxicación por monóxido de carbono.
Y según revelaron fuentes policiales de la capital cordobesa, «el asesino silencioso» ya produjo dos muertes: se trata de una pareja del barrio Angelelli 2 que fallecieron por la inhalación de monóxido de carbono.
Según informó ElDoce.tv, desde hacía unos días una familia no tenía contacto con la pareja de Ezequiel Domínguez, de 32 años, y Micaela Heredia, de 28. Por lo que el pasado domingo decidieron acercarse hasta la casa de ellos para ver qué pasaba y hallaron el peor de los escenarios.
Si bien caratularon el hecho como «Muerte de etiología dudosa», aseguran que fue a causa de la intoxicación por el monóxido de carbono, pues al lado de la cama había un brasero apagado.
En las últimas 48 horas se registraron en el país otros dos casos de intoxicación por este gas. En Mendoza, murieron cinco integrantes de una familia y una beba está grave, y en Santiago del Estero salvaron milagrosamente a una pequeña de 10 meses.
Síntomas de intoxicación por monóxido de carbono
El monóxido de carbono ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. Reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega. La falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón.
Se trata de un gas muy tóxico, y su peligrosidad radica en que es silencioso, incoloro y sin olor. No obstante, causan ciertos síntomas que nos permiten darnos cuenta de su presencia.
Estos variables, ya que en casos leves suelen presentarse cefaleas, náuseas, vómitos, mareos, debilidad y, si progresan, pueden llevar a inestabilidad, confusión, visión borrosa, dolor en el pecho, desmayos, convulsiones y hasta provocar la muerte.
También existen algunos indicios que nos pueden hacer sospechar la presencia de monóxido de carbono en el ambiente: coloración amarilla o anaranjada de la llama de hornallas o estufas y aparición de manchas de hollín, tiznado o decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.
Controlar el buen funcionamiento de los artefactos de gas, entre ellos termotanques, calefones, estufas y cocinas, y la correcta instalación y estado de los conductos de ventilación, a través de un gasista matriculado, y evitar braseros, son algunas de las recomendaciones de los especialistas.
Ademas, se debe abrir puertas y ventanas para ventilar los ambientes calefaccionados.