Confirmaron la muerte por hantavirus de Waldemar Migueles y apuntan al criadero

Los resultados fueron arrojados por la autopsia realizada en Oro Verde. La familia del empleado de la granja avícola cercana a Larroque apunta a la responsabilidad de la misma en la muerte del hombre de 38 años. “Tenemos elementos para probar el estrago culposo por parte dela empresa”, dijo el abogado que los representa.

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El martes de la semana pasada, cerca de las 21.30, falleció en la clínica Pronto Waldemar Migueles. El hombre permanecía internado allí con un cuadro de hantavirus y leptospirosis. El viernes por la tarde, debido a la gravedad del caso, había sido trasladado a esa clínica, proveniente del Sanatorio Luis Jeannot Sueyro.

Migueles era empleado de la granja avícola Domvil S.A., ubicada en el kilómetro 30.5 de la ruta 16, a unos 13 kilómetros de Larroque. Y murió por el agravamiento de un cuadro virósico con las características del hantavirus y la leptospirosis, luego de más de veinte días de padecimiento.

Su familia radicó una denuncia en la Jefatura Departamental de Policía, que fue derivada inmediatamente a la Fiscalía –de donde se secuestró inmediatamente la historia clínica– y apunta al estado higiénico del criadero de pollos donde el hombre trabajaba. “Estaba lleno de ratas”, expresó Marisa Verón, su pareja.

Ahora, con los primeros resultados de la autopsia, el abogado de la familia de Migueles, Alfio Gette confirmó a ElDía que la causante de la muerte del hombre fue por hantavirus. “Lo confirmó Diego Garcilazo, responsable de Epidemiología provincial”, dijo, aunque confirmó que, al menos hasta ahora, no están los resultados sobre la posible leptospirosis.

“La familia se va a presentar como querellante a fin de acreditar que en el ámbito laboral existen las ratas –transmisoras de la enfermedad–. Vamos a tratar de acreditar esa circunstancia para que esto se eleve a juicio y se haga responsable tanto la empresa Domvil como de la aseguradora La Segunda, por incumplimiento de controlar las normas de seguridad e higiene en el ámbito laboral”, explicó el abogado.

Existen algunas versiones extraoficiales sobre posibles empleados de la firma con síntomas similares a los de Migueles, aunque Gette no pudo confirmarlo. “Lo que sí  puedo decir es que a partir de que el tema tomó estado público la empresa cortó el pasto y mejoró las condiciones”, indicó. Al tiempo que aseguró contar con testigos de peso para probar la responsabilidad de la granja en la muerte de Migueles: “uno de los encargados que hace poco se desvinculó de la empresa después de 20 años como encargado está dispuesto a declarar como testigo; además, serán citados los actuales empleados, que deberán decir la verdad porque declararán bajo juramento”, adelantó.

Largas semanas de padecimiento

El malestar de Waldemar Migueles comenzó el 20 de diciembre. Todo el 31  pasó con un cuadro preocupante de fiebre muy alta y, cuando iba a trabajar el 1º de enero, se desvaneció. Por lo que fue trasladado al Hospital de Larroque, donde se le hizo una placa radiográfica y otros estudios.

Fue derivado al Sanatorio Luis Jeannot Sueyro, donde permaneció internado hasta el viernes 5 de enero. Esa tarde, ingresó a Pronto en silla de ruedas y por la noche debió ser trasladado a la Salad de Terapia Intensiva. El lunes, cerca de las 21.30, el hombre de 38 años falleció.

Estrago culposo

La familia de Milgueles demandará a la firma Domvil, tanto penalmente como civilmente. En cuanto a lo penal, buscarán comprobar el estrago culposo, previsto en el artículo 189 del Código Penal.

El mismo sanciona a quien “por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un incendio u otros estragos” (como explosión)”.

“En el caso de que se probara que la causal de la muerte de Migueles fue por la relación con las ratas, se podría tipificar de delito según el artículo 189 del Código Penal por estrago culposo, por imprudencia o negligencia, e incumplimiento de la ley de seguridad laboral. Tanto a los responsables de la seguridad de Domvil S.A. como a los de la ART podría caberle una pena de hasta cinco años de prisión”, remarcó Gette.

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