Fuertes planea reordenar el gasto público para mejorar sueldos. Bordet apunta a una discusión que abarque más allá de lo salarial. De Ángeli dejaría la solución en manos de un equipo. Todos apostarían al diálogo y mantendrían las paritarias.
Según estadísticas oficiales, 2.500 alumnos pasaron de la escuela pública a la privada entre 2013 y 2014.
Según estadísticas oficiales, 2.500 alumnos pasaron de la escuela pública a la privada entre 2013 y 2014.
Crece el número de padres que, aunque prefiere la educación pública, cambia a sus hijos a las escuelas privadas. Los motivos: los días sin clases, las dificultades que esa situación ocasiona en la organización familiar y la preocupación por las consecuencias en el aprendizaje y el dictado de contenidos.
En lo que va del año, a los días de huelga se suman casi una veintena de jornadas perdidas a causa de las asambleas docentes que, en la práctica, constituyen una jornada sin clases, ya que no se pone falta ni se dictan contenidos.
Hay padres movilizados en distintos puntos de la provincia. En Paraná, un grupo mantuvo encuentros con las autoridades del gobierno provincial y con los sindicatos. También presentaron un petitorio ante las autoridades estatales. El ministro de Educación, José Lauritto, lamentó que, pese a los esfuerzos para otorgar aumentos, no se llegará este año a los 180 días de clases que establece la ley.
En abril, gobierno y gremios acordaron en paritarias un esquema de mejoras salariales para 2015, que se tradujo en aumentos en marzo, agosto y septiembre. No obstante, los maestros aducen que la suba es insuficiente y reclaman una nueva oferta, en un esquema de protesta que, además de paros y asambleas, también incluye movilizaciones.
Para Adrián Fuertes, candidato a gobernador por el Frente Renovador, «el problema excede a la cuestión educativa y alcanza a todo lo que tiene que ver con el financiamiento del sector público».
Para solucionar el conflicto con los docentes y garantizar los días de clase, propone «racionalizar el gasto público, no la inversión pública, en torno a los privilegios de la política y todo lo que no tiene que ver con educación, salud y seguridad». De esta manera, aspira a sentarse «en una mesa de diálogo con los maestros y ofertar aumentos salariales acordes a la inflación y al costo de vida, y evitar así que vayan al paro».
«Se trata de lograr una mejor performance del gasto en el sector público que permita destinar recursos que, en un equilibrio razonable entre lo que los maestros piden y lo que se puede dar, se colmen las expectativas del sector y se eviten las huelgas», resume.
Fuertes conservaría las paritarias. Las considera «un punto a favor del gobierno, ya que es algo bueno que han hecho, y hay que sostener». Del mismo modo, valora que se destine a la educación el 6% del PBI. «Lo que hay que hacer es invertir bien ese 6%», marca.
Gustavo Bordet, candidato a gobernador por el FpV, continuaría por el camino del diálogo, insistiendo en que no se circunscriba a los temas salariales, sino que abarque una agenda mucho más amplia. «El gobierno ha tenido siempre una actitud de diálogo y ha arribado a excelentes acuerdos», valora. Con más de 10 años de ejercicio de la docencia, evoca los tiempos en los que «los gobiernos no tenían ninguna voluntad de negociar, ni de aumentar, y ni siquiera de pagar los sueldos en tiempo y forma».
«La educación pública es tarea indelegable del Estado y garantizar los días de clases es una cuestión impostergable, pero es un error plantear que la educación pública cambia para mal mirando solamente los días de paro. Hay que ver el problema en toda su dimensión», opina.
Bordet anticipa la constitución de una mesa de diálogo con los gremios en el que, además de salario, se hable de capacitación, condiciones laborales y control de ausentismo, entre otros aspectos. «Son cosas que hay que monitorear permanentemente», añade.
Uno de los pilares de su plataforma en materia de educación es la creación de más escuelas Nina: «La doble jornada era un beneficio al que tenían acceso solamente los alumnos de escuelas privadas. Hoy son 117 las escuelas públicas entrerrianas con esa modalidad y pensamos ampliar ese número exponencialmente», adelanta.
Lisandro Viale, candidato a gobernador por el socialismo, marca primero que hay quienes pueden optar entre educación pública o educación privada para su hijos, pero hay quienes no. Por eso, cree, la educación pública debe estar garantizada.
Considera que hay un nivel importante de deterioro en el sistema y, para resolverlo, tiene un plan que apunta a tres ejes: infraestructura escolar, mejores salarios y planes destinados a asegurar la nutrición de los niños. «No sirve tener escuelas nuevas o refaccionadas, si no están las otras cosas», señala.
Asegura que para llevar adelante esta política «los recursos están, vía coparticipación». Pero plantea la necesidad de «un manejo más transparente de los fondos». También elige la vía del diálogo y la generación de confianza con los actores de la educación y piensa «en un sistema que premie a los docentes con una labor diferenciada de quienes no muestran vocación de servicio».
El diálogo también es la vía elegida por Alfredo De Ángeli, candidato de Cambiemos . «Hace 10 años que tenemos un serio problema y no es posible que no nos sentemos a hablar. Hay que buscar una solución. La cantidad de días de clase no es un piso que pueda cumplirse por decisión de uno solo, sino que hay que dialogar y lograr un gran equipo donde estemos todos del mismo lado. Entonces sí vamos a tener 180 días de clases», asegura.
De Ángeli mantendría las paritarias y generaría «un ámbito institucional específico dedicado a mejorar la educación, a idear herramientas superadoras, y a atender las necesidades que se presentan».
Apunta a un canal de comunicación «siempre abierto» con los distintos actores y a «discutir permanentemente la situación laboral de los maestros para no esperar hasta último momento».
El perfil del futuro ministro
De Ángeli dice que no es momento de hacer nombres, ante la consulta acerca de quién sería el funcionario al frente de la educación entrerriana. «Tenemos un equipo de profesionales altamente calificado. Pensamos siempre en equipos, porque hay que terminar con la idea de que uno solo decide y puede resolver todo. Nuestros funcionarios van a ser los más idóneos, los más capaces y los que tengan las manos limpias. Vamos a gobernar con los mejores y con transparencia», asegura.
Bordet, por su parte, mantendría tal como está el Ministerio de Educación y pondría al frente a un funcionario «con un profundo compromiso con la educación pública y con una gran voluntad de diálogo y acercamiento con toda la comunidad educativa, que tenga predisposición para acercar posiciones y encontrar los caminos para alcanzar todos los objetivos en pos de una educación de calidad».
Viale mantendría también la existencia del Ministerio de Educación, con algunos cambios en los mecanismos de funcionamiento. Al frente, pondría a «una persona con profunda vocación de servicio y amor por la educación pública». Sostiene que «hay mucha gente así, pero hoy no tiene oportunidad de ejercer».
Fuertes considera que no está bien sostener un Ministerio de Educación y un Consejo de Educación, tal como coexisten en el esquema actual. «Me sentaría a discutir con los actores del sector para ver cuál de las dos estructuras conviene, pero las dos cosas a la vez no», opina.
Al frente, designaría a Hugo País. «Junto con Graciela Bar y Blanca Osuna, son los referentes educativos que ha dado el peronismo», señala. País fue rector de la escuela Del Centenario, presidente del CGE durante el gobierno de Mario Moine y es consultor de organismos internacionales en materia educativa.