La crítica situación se dio a conocer en los últimos días. Empleados de la tradicional empresa de transporte de nuestra ciudad revelaron que la firma cerraría el 1º de octubre porque el gobierno nacional no le entrega los subsidios que le corresponden por cada empleado y por el pase libre de discapacitados.
Por María Constanza Fernández Larraburu
La crítica situación se dio a conocer en los últimos días. Empleados de la tradicional empresa de transporte de nuestra ciudad revelaron que la firma cerraría el 1º de octubre porque el gobierno nacional no le entrega los subsidios que le corresponden por cada empleado y por el pase libre de discapacitados.
Según precisaron desde la empresa, que se constituyó tras el cierre de la sucesión a la que dio lugar el fallecimiento del propietario en el año 1991, los actuales dueños realizaron los trámites ante la Secretaría de Transporte para percibir los subsidios correspondientes, hecho que hasta ahora no ocurrió.
Si bien se conocía que Ciudad de Gualeguay no atraviesa por un buen momento, la noticia de un posible cierre el primer día del mes próximo dejó a la comunidad local con la misma preocupación e incertidumbre que los choferes, boleteros, mecánicos y lavadores que podrían perder su fuente laboral.
A partir del 1º
A los trabajadores sólo les queda la incertidumbre de no saber qué pasará el próximo mes, ya que según les informó la empresa cerrarán sus puertas el 30 de septiembre si no hay respuestas por parte del gobierno nacional, que debe dar curso a un expediente que destrabaría el conflicto y permitiría que la firma reciba lo adeudado.
En tal sentido, Walter Germano, empleado de Ciudad de Gualeguay y delegado gremial, explicó que “la situación que conocemos hasta el momento es que la empresa no percibe el subsidio que el Estado le da para los trabajadores, que son las cuotas de 1.500 y de 2.230 pesos por empleado, que son ocho pagaderas desde enero hasta ahora. Ella (la propietaria) ha podido pagar una sola por el reclamo que hicimos y después al no recibir el subsidio decide que va a cerrar la empresa a partir del 1º de octubre”.
Y agregó: “Ha presentado todo en el Ministerio de Trabajo de la Nación y en la Secretaría de Transporte, por lo que estamos esperando a ver qué pasa. Como empleados no hemos recibido nada, pero si ella no recibe el subsidio el 30 o alguna contestación nos dijo que cierra”.
-¿Qué respuestas les ha dado la UTA (Unión Tranviarios Automotor)?
-Nos dijo que ha estado reuniéndose con el secretario de Transporte pero el subsidio no sale y que el que tiene que firmar no firma. Incluso yo fui a hablar con (el intendente Luis) Erro y me dijo que fue a Nación y tampoco pudo resolver nada, no sabemos porqué no se lo firman. No sé qué resolución tomará la UTA, que al parecer está esperando que llegue el 30 o el 1º para ver qué pasa. La empresa tampoco habló de indemnización ni de pasar a otra, así que no sabemos qué pasa después del 30.
Germano destacó que “somos 35 choferes, después están los empleados de boletería, los mecánicos y los lavadores, por eso la empresa habla de 60 familias. Estamos con total incertidumbre y el miedo de quedar el 1º de octubre sin trabajo, ella nos dijo que necesita el subsidio para seguir y si el gobierno se lo da nosotros seguimos como estamos”.
El delegado gremial mencionó además que la empresa no adeuda sueldos y aseguran que ninguno de los empleados quiere ir a otra empresa, por lo que esperan que llegue una pronta solución para seguir trabajando con normalidad. “Hasta ahora le deben tres cuotas de 1.500 y siete de 2.230 por empleado. A su vez está todo lo otro como el pase a discapacitados y un subsidio que se llama REPRO que le da el Estado a las empresas para que no despidan gente. Es una lástima que una empresa de nuestra ciudad de 75 años deje de existir por un subsidio que es legítimo y que lo tiene que tener, porque todas las otras empresas, de mayor o menor envergadura, lo cobran”.
Insostenible
La titular de la firma, Mirta Messina, también decidió hacer pública la situación por la que atraviesan, a la que definió como “una cuestión administrativa, porque no tengo las líneas a nombre de la Empresa, sino de la sucesión que ya no existe y entonces no me pagan los subsidios que les pagan a todas y que se los pagan por algo, porque de lo contrario no se podría funcionar”.
“Mi papá falleció en 1991 —señaló la propietaria— y nosotros funcionamos un tiempo como sucesión, pero desde la Secretaría de Transporte de la Nación nos dijeron que no podíamos seguir funcionando así, que debíamos constituir una SRL y que nos pasaban automáticamente las líneas de la sucesión. Desde ese tiempo estoy intentando que me pasen las líneas a nombre de la Empresa Messina.
Asimismo, Messina indicó: “No tendría el subsidio para el gasoil porque es para las empresas que compiten con el (transporte) aéreo y no es mi caso, pero sí tendría el subsidio de los empleados y de los discapacitados. Yo llevo a los discapacitados gratis, unos 400 por mes, y a todas las empresas les pagan un tanto por ciento por cada uno. Esto depende del Ministerio del Interior y Transporte, yo he hablado con todo el mundo y este año también con Roberto Fernández de la UTA, porque empecé a ver que iba a tener que cerrar”.
Para clarificar la situación, reveló que “nunca cobramos el subsidio y desde el año 2011 se les paga a los empleados una cuota a cuenta de futuros aumentos que después se incorpora (al sueldo). Esa cuota, que se llama SRLD, la paga el gobierno, pero yo la pagué todos los años hasta este con fondos generados por la empresa, pero en 2015 pagué la primera cuota nada más. Cuando los empleados decidieron que iban a parar si yo no lo pagaba, hice un esfuerzo, sacando fondos de otras cosas, y pagué”.
En relación a los empleados, la propietaria resaltó que “la mayoría entiende cuál es la situación, porque son los que viajan arriba de los colectivos, pero algunos pensaron cómo apareció la plata ahora, pero se sacó de otras cosas que había que pagar. La situación es insostenible. Con los empleados tengo excelente relación, es más la otra vez cuando querían parar un montón me llamaron para decirme que no querían parar pero a lo mejor si paramos le importa a alguien, pero acá en Gualeguay a quién si la decisión la tienen que tomar en Buenos Aires”.
-¿Habló con el intendente sobre el tema?
-A Luis (Erro) desde que asumió que le estoy pidiendo esto, él sabe el problema que tengo con este trámite. Al único que no llegué es al secretario (de Transporte de la Nación, Alejandro) Ramos, pero no sé si entiende algo de transporte, hablé con el subsecretario, con el secretario de Relaciones Exteriores, o sea con todos y este último año toqué la UTA, que se ha movido un montón. En un momento hablé con el secretario de Finanzas del Ministerio de Economía, Otero, que me destrató y me dijo que estaba cansado de que lo molestaran por mi tema. El que tiene la firma para solucionar esto es (Florencio) Randazzo, que es el ministro de Interior y Transporte. Ramos es el que tiene que autorizarlo, pero después tiene que pasar a Randazzo.
Messina analizó luego: “Si yo cierro las líneas se las tienen que dar a alguien, entonces ¿por qué no me las dan a mí? Es un cambio de nombre y solucionarían un montón de problemas. Se las tienen que dar a alguien, porque alguien las tiene que continuar y se tiene que hacer cargo de los empleados. Nosotros la línea internacional de Buenos Aires a Rivera, República Oriental del Uruguay, la tenemos porque una empresa quebró y nos dieron ese tramo y seis empleados que tuvimos que absorber. Las pueden dividir a las líneas, no sé cómo harán, pero tienen que hacerse cargo de los empleados, por lo que es más sencillo que me las dejen a mí”.
-¿Cuál es la relación de la empresa con Flecha Bus?
-Es de amistad y siempre están ayudándonos. Si Flecha quisiera yo ya no existiría, porque tienen 10 colectivos que pasan por acá a Buenos Aires, o me taparía de horarios, me bajaría los precios y yo ya no podría competir. No somos socios, porque si lo fuéramos se harían cargo, es una cuestión de amistad y me han ayudado un montón, en Buenos Aires yo no tengo taller y voy al taller de Flecha.
-Es decir que si no reciben los subsidios, el 1º de octubre cierran…
-Sí, soy muy pesimista, porque he luchado mucho, todo el mundo me dice que se va a solucionar pero si no se solucionó en 10 años no va a pasar en 15 días. Vino una persona de Buenos Aires que trabaja en Flecha y habló con mis delegados y les dijo que esto no se soluciona porque son 40, si fueran 500 o mil empleados ya se habría solucionado, en pocas palabras les dijeron que no le importan a nadie. Es una decisión política, no es algo ilegal, yo estoy funcionando.
Gestión política
Consultado al respecto, el intendente Luis Erro expresó que “la intervención que tuve personalmente fue con el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, que fue intendente de Ingeniero Baigorria y tenemos una amistad hace mucho tiempo cuando estuvimos juntos en la FAM (Federación Argentina de Municipios). Él me dijo hace 15 días que el expediente está en Jurídicos, a la vista del ministro Randazzo que es quien maneja esa parte, que ellos han hecho todo para apurar ese expediente y que salga cuanto antes. Tanto a él como a Edgardo Colombini, que es el subsecretario de Transporte, los vi y estuve hablando”.
-¿Conoce la realidad de la empresa?
-Sé que hay un inconveniente, que no cobran un subsidio que le debería dar la Secretaría de Transporte y que por eso está ese expediente en Jurídicos y estamos esperando todos que salga porque la empresa lo necesita, tiene 40 empleados y es bastante delicado, además de ser una empresa histórica.
“He estado reunido con los empleados y con la gente de la empresa, tengo previsto un viaje a Buenos Aires y veré si puedo hablar con Alejandro o con el mismo Randazzo para solucionar este problema. Inclusive lo hablé con Gustavo Bordet, para ver si puede destrabarse por ese lado también y si todos juntos podemos hacer fuerza para destrabarlo”, finalizó.