Transcurría la vuelta 15 de la final de Turismo Carretera en Buenos Aires, cuando Mariano Werner se cuidaba de del avance del Chevrolet de Agustín Canapino. Al recorrer la horquilla, el arrecifeño vio su oportunidad para colocarse a la par, por la cuerda interna, y ambos autos tuvieron contacto, terminando el auto del campeón detenido en la trayectoria y siendo golpeado por algunos autos.
A su vez, Canapino no advirtió que por su lado derecho también intentaba filtrarse el Chevrolet de Gastón Mazzacane, y terminó golpeando contra el mismo, obligando al platense a detenerse unos metros más adelante con problemas en la dirección, debiendo desertar de la carrera.
“Di todo en cada relanzamiento y lo puede superar a él, pero en el último me agarra bien en la succión llegando a la curva de Ascari, me supera. Vi que la posición me la ganó, pero no le saqué la línea, observo que sale mal parado y logro posicionarme bien en la horquilla, cuando estoy por la mitad él buscó acelerar y la cola de su auto impactó sobre la trasera derecha mía”, narró el paranaense.
A la hora de ser consultado acerca de la responsabilidad de Canapino, el entrerriano pidió ser cauto. “Hay que analizar la maniobra, lo que cuento es lo que sentí desde arriba del auto. Creo que es un golpe común cuando el de adentro se apura para que el de afuera no lo supere”. De igual manera aclaró: “No tuvo mala intención, pero me perjudicó”.
Con respecto a lo que se viene, Werner manifestó: “A partir de ahora vamos a trabajar fuerte para dar el máximo en San Nicolás”.