El informe forense determinó que la víctima sufrió una “muerte violenta por traumatismo de cráneo encefálico gravísimo”. Siguen detenidos ambos progenitores. La madre apuntó a su pareja y reveló cómo se produjo el crimen.
La autopsia practicada sobre el cadáver del bebé sepultado a orillas del arroyo El Barrero, en la zona de la localidad misionera de Oberá, hecho por el que están acusados sus propios padres, confirmó que el pequeño padeció una muerte extremadamente violenta.
Según el informe suscripto por los médicos Nelson Fernández y Joaquín Heredia, integrantes del cuerpo médico forense de Poder Judicial, la víctima sufrió una “muerte violenta por traumatismo cráneo encefálico gravísimo”.
En tanto, por el estado de descomposición del cuerpo se estableció que el deceso se produjo entre cuatro y cinco días previos del hallazgo del mismo, lo que avalaría la hipótesis que indica que el pequeño Oscar Dos Santos -de poco más de 3 meses- fue ultimado el pasado jueves 7 de enero, un día antes de la detención de su madre por un hecho de tentativa de robo.
Con relación a la mecánica de la muerte, producto de un terrible golpe en la cabeza, en sede policial la propia progenitora, identificada como Micaela Karina D.S. (23), aseguró que su concubino, Oscar Héctor D.S. (32), le propinó una patada en la cabeza al bebé.
Asimismo, según reconoció una de las hermanas de la implicada en diálogo con El Territorio, la joven le confesó que su pareja tomó al bebé de la cabeza con sus dos manos, lo sacudió y lanzó al piso, tras lo cual el pequeño no reaccionó más y fue sepultado en el mismo lugar.
De todas formas, según mencionaron fuentes del caso, desde su detención la progenitora cambió varias veces su versión de los hechos, por lo que no se puede descartar ninguna línea de investigación.
Además, será importante lo que puedan aportar ambos sospechosos al momento de ser indagados en sede judicial. Habrá que ver si la mujer ratifica o rectifica lo que dijo hasta el momento y qué tiene para decir el hombre.