Para quienes les gusta aprender jugando, existe una actividad sorprendente y esa es la cohetería, precisamente el modelismo de cohetería experimental.
Para conocer más sobre esta hermosa actividad entrevisté a Horacio Larrosa; si se pregunta el lector si tenemos algún parentesco, la respuesta es negativa, aunque desde lo personal tendría un familiar preferido si la respuesta fuese afirmativa. Antes de dar paso a la entrevista, agradezco al ingeniero argentino, director del laboratorio de trajes espaciales de la NASA (Dakota del Norte) Pablo de León, por haberme facilitado el contacto de Horacio.
D.L: Horacio coméntanos un poco de vos (estudios, como comienza tu pasión por la cohetería, cuál es tu función en ACEMA, entre otras cosas que quieras agregar)
H.L: Antes que nada, quiero agradecer la oportunidad de poder difundir la actividad de Asociación de Cohetería Experimental y Modelista Argentina (ACEMA), en cuya Comisión Directiva soy Vocal y Prefecto en Argentina para la asociación Tripoli, que se describirá más adelante. No quisiera ser descortés dejando de mencionar a todos los miembros y colaboradores de ACEMA, pero debo destacar al menos a los actuales miembros de la CD, quienes prepararon la mayor parte de la presente nota: presidente Gustavo Rip y secretario Bernardo Zak. Mil gracias a todos por su amistad y dedicación. Ahora entrando en lo personal, mi pasión por la cohetería comenzó en la niñez (nací en 1961) y crecí con la carrera espacial. Me volqué de lleno a la aeronáutica, les dejo una breve reseña de mi carrera:
- Ingeniero Aeronáutico. Comodoro de la Fuerza Aérea Argentina.
- Destino militar actual: Dirección General de Investigación y Desarrollo (Director de Proyectos).
- Postgraduado en Fractomecánica en el diseño (UNLP) y en el Curso sobre “Tecnología de Sistemas Aeroespaciales” (UTN, Facultad Regional Haedo), obteniendo el Primer promedio de egreso.
- Efectué cursos sobre investigación de accidentes de aviones y helicópteros en el Instituto de Seguridad del Transporte de la FAA (EE.UU.) y sobre análisis tensional en estructuras aeronáuticas en la Universidad de Cranfield (Gran Bretaña).
- Recibí entrenamiento como investigador de accidentes aéreos en las sedes de la National Transportation Safety Board (NTSB – EE.UU.) y en la Air Accidents Investigation Branch (AAIB de Gran Bretaña).
- Fuí investigador Técnico y posteriormente Jefe del Depto. de Investigación Técnica de la JIAAC, entre los años 1990 y 2012.
- Soy Auditor de la Organización de Aviación Civil Internacional en la especialidad AIG (Investigación de Accidentes).
- Integré la Misión “Marte en Marambio”, en la Antártida Argentina, cuyo objetivo fue probar el traje espacial planetario NDX-1 (NASA / Universidad de North Dakota / Fuerza Aérea Argentina), en 2011.
- Fuí Jefe de la Comisión Técnica llevada a cabo en el marco del Acta de Actividades Bilaterales entre la FAA y la FAB de Intercambio Técnico Profesional en Tecnología Aeroespacial: “ACTUALIZACIÓN EN PLANIFICACIÓN DE PROYECTOS ESPACIALES Y SATELITALES – DISEÑO DE VECTORES – COMBUSTIBLES DE USO ESPACIAL” (Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial, República Federativa del Brasil – San José dos Campos, SP), 2013.
- Integré la Delegación Argentina en carácter de Asesor Técnico del MINDEF, en los “57º, 58º, 59º, 60º y 61º Períodos de Sesiones de la Reunión de la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con fines Pacíficos”, de 2014 al 2018.
D.L: ¿Qué es ACEMA y cómo comienza esta organización? ¿Quiénes la integran?
H.L: La Asociación de Cohetería Experimental y Modelista de Argentina (ACEMA) es una institución sin fines de lucro creada por un grupo de entusiastas coheteros que, ante la necesidad de contar con una organización que los nuclee y fomente la actividad en la región, decidieron a mediados de 2003 la creación de lo que es hoy la principal asociación de cohetería del país. Por aquel entonces, de la mano de Guillermo Descalzo, quien lamentablemente nos dejó hace poco más de un año, se conformó la primera comisión directiva y se establecieron las bases y normas de seguridad que se aplican hoy en día en cada jornada de lanzamientos, ya sea de nivel modelista o experimental.
ACEMA agrupa a entusiastas de la cohetería, ya sea en forma particular o en grupos organizados, contando entre sus miembros con personas de perfiles muy variados que van desde artesanos hasta expertos en tecnología, lo que le confiere una riqueza humana y profesional muy heterogénea.
La idea es muy básica: agruparse para intercambiar experiencias, conocimientos y realizar proyectos que, en forma aislada, serían muy difíciles de alcanzar. Nuestra institución cuenta con un campo de vuelo para realizar las pruebas y el equipo básico para su desarrollo seguro.
Ha desarrollado acuerdos con la Fuerza Aérea Argentina y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN/FRH), que han servido como intercambio tecnológico y siguen vigentes para nuevas propuestas.
Además, es miembro de Tripoli Rocketry Association, la agrupación más importante de cohetería de alta potencia en Estados Unidos y a través de la cual se ha creado la Prefectura Tripoli Argentina, cuyos primeros miembros han sido certificados en esta actividad. Por esta razón, hoy en Argentina no solo podemos certificar a nuestros miembros de ACEMA, sino también contar con la posibilidad de disponer de motores cohete comerciales que van desde algunos pocos Newton/seg. hasta más de 5000 Newton/seg (más de 500 Kg de empuje), imposibles de adquirir y operar sin pertenecer a una agrupación reconocida y certificada.
D.L: ¿Qué actividades realizan? ¿A quiénes va dirigida? ¿Cómo se puede participar de estas actividades? ¿Cómo es un día en un evento de modelismo espacial?
H.L: ACEMA organiza y participa en diversas jornadas de lanzamientos, destacándose la colaboración y el soporte en jornadas de modelismo espacial llevadas a cabo por la EAME Cóndor (Escuela de Modelismo Espacial), la cual imparte clases de cohetería en diferentes instituciones educativas e introduce a estudiantes de nivel secundario en este apasionante hobby.
Para los más grandes o los apasionados por la experimentación, se organizan jornadas de media y alta potencia, proporcionando el marco de seguridad necesario para este tipo de eventos, aplicando normas propias y las recomendadas por Tripoli USA. Esto incluye medidas reglamentarias del campo de vuelo, elementos de seguridad, personal interviniente, infraestructura necesaria para este tipo de eventos, entre otros.
Durante estos encuentros, es posible además obtener la certificación de Tripoli en alta potencia, a través de nuestra prefectura, la cual tengo el orgullo de representar desde 2022.
Otro punto a destacar es la colaboración con organismos oficiales, universidades, instituciones técnicas privadas y estatales que llevó a ACEMA a ser reconocida tanto a nivel nacional como internacional, siendo la referencia para la creación de otras asociaciones en países vecinos como Uruguay (ACEMU).
En este marco colaborativo fue que se originó el programa CANSAT, introducido en nuestro país en 2004 por ACEMA, contando con la participación de numerosos estudiantes de diferentes organismos educativos. Durante años, estos estudiantes desarrollaron pequeños “satélites” del tamaño de una lata de gaseosas con el fin de cumplir diversas misiones. Junto a la colaboración de nuestros socios, quienes disponían los cohetes para transportar dichos artefactos, lograron cumplir exitosamente los objetivos planteados en el programa, año tras año.
Para participar en alguna de nuestras actividades, debe estar atento a los anuncios en nuestras redes sociales, donde se informan las fechas y lugares de encuentro. Para presenciar las mismas, no es necesario ser socio; incluso se puede practicar la cohetería modelo en cada una de las jornadas, siempre atendiendo a las recomendaciones y normas de seguridad establecidas. En las jornadas de alta potencia o experimentales, en cambio, la participación del público es más reducida y el acceso a las rampas de lanzamiento está restringido solo al participante que va a lanzar su cohete y al personal de seguridad. Se requiere contar con experiencia comprobada y haber recorrido la curva de aprendizaje recomendada en la práctica de la cohetería amateur.
Las jornadas de modelismo comienzan temprano por la mañana. Luego de preparar la zona de vuelo, disponer equipos de audio, la estación meteorológica y los gazebos, se procede a realizar el registro de los participantes y un primer vuelo de “reglaje” que determinará la zona de aterrizaje de los modelos. A partir de aquí, se inicia la clásica cuenta regresiva, dando inicio a cada lanzamiento, que es seguido atentamente por el participante y el público presente, generando el asombro de propios y ajenos que disfrutan de la actividad por primera vez o que, como en mi caso, llevan años lanzando cohetes modelo. Al finalizar la jornada, se anuncian los ganadores de cada competencia y se hace entrega de los premios.
D.L: ¿Podrías explicar brevemente cómo es el armado de un cohete?
H.L: En nuestra actividad, un cohete modelo puede ser armado a partir de un kit comercial, adquirido en las jornadas o a través de los sitios web de ventas online. Estos kits tienen la ventaja de traer todos los elementos necesarios para el armado, como el fuselaje, el cono u ojiva, aletas, paracaídas y elementos de sujeción de motor, etc. También pueden ser diseñados y construidos íntegramente a partir de elementos de fácil adquisición, como tubos de cartón, madera balsa o acrílico para las aletas. Los conos pueden construirse a partir de trozos de telgopor o cartón, pero se necesita cierta habilidad en el diseño y la construcción para que el cohete sea estable y estructuralmente resistente. Si estás dando los primeros pasos en este hobby, es recomendable iniciar con un kit comercial que, como mencioné anteriormente, incluye todo lo necesario para el armado.
Armar un cohete es una tarea divertida y para muchos es el descanso necesario luego de una jornada extenuante. El componente principal es el fuselaje, un tubo al cual se adhieren las aletas, el soporte del motor con sus retenes y anillos centradores, la ojiva y finalmente el sistema de recuperación, que puede ser una cinta o un paracaídas. La terminación y la decoración es la última fase del armado, se pueden utilizar pinturas en aerosol o de base acuosa, como temperas o pinturas acrílicas.
En cohetería experimental, en cambio, los componentes son más específicos. Intervienen partes de fibra de vidrio, carbono, aluminio y electrónica, como computadoras de vuelo, altímetros o GPS para localizar el vector luego de un vuelo de mucha altitud o difícil seguimiento a simple vista. También se requiere otro tipo de construcción y fijaciones, dadas las altas velocidades y fuerzas a las que se somete el modelo en este tipo de lanzamientos. Si no tienes experiencia en el armado de un cohete modelo, no debes, bajo ningún punto de vista, iniciarte en la actividad con la construcción de un cohete experimental.
D.L: Coméntanos un poco como fue el último campeonato del pasado 23 de diciembre (si se retiran bases y condiciones para participar, hay materiales que se otorgan, suele haber premios, hay algún rango etario/ categorías, etc.)
H.L: La jornada del 23 de diciembre fue de carácter modelista y marcó el cierre del campeonato FAI Junior (FAI es la Federación Aeronáutica Internacional, que establece las bases para este tipo de competencias), en el que participaron los alumnos de la EAME Cóndor (alumnos de 1er año del Instituto Técnico San Bonifacio de Lomas de Zamora), así como el campeonato FAI Senior, en el que intervienen modelistas mayores de 18 años. Generalmente, los reglamentos se publican en las redes sociales y en el sitio web de ACEMA (www.acema.com.ar), junto con las condiciones particulares para participar, siendo la inscripción el día del evento en el campo, previo a los lanzamientos.
En el primer caso, contamos con 43 chicos que construyeron sus modelos durante el último mes de cursada, siguiendo el reglamento FAI S7 de escala y ciencia ficción y replicando cohetes a escala de los reales o vehículos espaciales de películas como el legendario X-Wing de Star Wars. Se pudo observar en todos los casos el empeño que los chicos le pusieron a cada modelo, muy bien elaborados y decorados, y con excelentes vuelos. Todos los materiales para la construcción de los mismos los provee la misma escuela Cóndor. Luego del último lanzamiento, se contabilizaron los puntos (esta categoría otorga puntaje por calidad de construcción, donde un jurado de expertos coheteros analiza cada vector, y además por calidad de vuelo, es decir, despegue, apogeo, apertura correcta del paracaídas y descenso sin sufrir averías) y luego se realizó la entrega de premios, coronando al campeón del año. Cabe destacar que no solo los chicos disfrutan de la actividad, sino también la familia, padres, abuelos, hermanos, que celebran cada vuelo como si fuese el primero, compartiendo juntos de un agradable día en el campo.
Finalizada la FAI Junior, fue el momento de los más grandes, quienes llegaron a este evento con la premisa de lanzar cohetes réplica de la bomba alemana V2. De la misma forma que con los chicos, un jurado se encargó de evaluar exhaustivamente los 4 modelos que se presentaron, todos de muy buena calidad y fidelidad con respecto al modelo original y sus variantes decorativas. Tras finalizar el juzgamiento, se realizaron los 4 vuelos y recuperación de todos los modelos, coronando al campeón del año, Gastón Bonanno, quien además fue debutante en esta categoría.
NOTA: Numerosas fotos podrán ser encontradas en el sitio web de ACEMA (www.acema.com.ar), Facebook e Instagram.
Para los que están interesados en esta actividad y quieran aprender más al respecto, no dejen de visitar las redes sociales de ACEMA o su web, es un gran trabajo el que se realiza ya que aplican un sinfín de técnicas de ingeniería, electrónica, física, matemáticas, entre otras, de una manera muy responsable y a la vez divertida, gracias Horacio y gracias ACEMA por permitirme este privilegio de conocerlos más de cerca.
Diego Larrosa De ZanDivulgador Científico (col. IASC/NASA)
