Alpargatas cerró dos fábricas y despidió a 450 empleados

Son las de calzado de La Pampa y Catamarca, donde trabajaban 300 empleados, que fueron despedidos. Además, redujo 150 puestos de trabajo en otras tres instalaciones, dedicadas a la producción textil.o_1537862211

A una semana de haber anunciado la venta de Topper Argentina, Alpargatas achicó su estructura en el país: cerró dos fábricas de calzado (Catamarca y La Pampa) y, también, recortó personal en otras tres instalaciones, dedicadas a la producción textil.

 

Ayer, la empresa confirmó el cierre de las plantas de calzado de Santa Rosa (La Pampa) y de Catamarca, que contaban con 130 y 170 empleados, respectivamente, quienes fueron despedidos. Además, informó la desvinculación de otras 150 personas en sus fábricas textiles de Corrientes (62 recortes), Catamarca (53) y Florencio Varela, provincia de Buenos Aires (35). Así, los despidos ascienden a 450 personas.

 

A las dos plantas de calzado en Catamarca y La Pampa, que dejarán de producir, se les suma el cierre de otras dos, en Florencio Varela y en Villa Mercedes, San Luis, inactivas en los últimos dos años, todas, dedicadas a calzado.

 

Con respecto a las fábricas textiles, la empresa desvinculará a 53 de los 166 empleados de Catamarca; a 62 de los 464 de Corrientes y a 38 de los 198 de Florencia Varela.

 

La empresa, con más de 130 años de historia en la Argentina, contaba, hasta ahora, con siete plantas industriales: cuatro, dedicadas al negocio textil (Corrientes, Buenos Aires, Catamarca y Chaco), y tres, al de calzado (Tucumán, Catamarca y Santa Rosa). Sólo quedarán abiertas las cuatro textiles y la tucumana de calzado, es decir, cinco plantas.

 

«Desde hace tiempo, la compañía atraviesa la difícil situación coyuntural del país, que implica una fuerte caída en el consumo, particularmente en los negocios de calzado y textil donde Alpargatas es líder», explicó la empresa, a través de un comunicado.

«Adicionalmente, y más allá de la coyuntura de mercado, la empresa viene sufriendo problemas estructurales que se agravan ante la creciente competencia externa (Oriente y Brasil), como ser: elevados costos laborales, alta carga impositiva y una estructura fabril excesiva. Esta situación ha generado una disminución significativa y consistente de los márgenes del negocio y en el deterioro de la posición financiera», agregó.

 

Sobre el cierre de fábricas y despidos, Alpargatas admitió que, en los últimos años, se implementaron distintos procesos de retiro voluntario en las fábricas y se realizaron acciones alternativas, como suspensiones y vacaciones anticipadas. Pero, aclaró, «ninguna de esas medidas de emergencia permitió revertir la situación». Y destacó que la decisión «es parte de un proceso orientado a lograr una mayor sustentabilidad del negocio a largo plazo».

 

La compañía aclaró que los empleados desvinculados recibirán el pago del 100% de las indemnizaciones.

 

La semana pasada, Alpargatas vendió el 22,5% de su negocio en la Argentina por u$s 24 millones a Carlos Wizard Martins, empresario brasileño dueño del grupo Sforza, que, así, se quedó con el control de Topper en el país. Wizard Martins ya maneja esa marca en Brasil desde 2015, cuando adquirió esa etiqueta y Rainha por 48,7 millones de reales y asumió el compromiso de comprar el 20% de Topper en la Argentina, que concretó la semana pasada.

 

Así, Alpargatas apunta a desligar Topper de las otras marcas que maneja, como Havaianas y Osklen, para concentrarse en estas últimas. Wizard Martins tiene una opción de compra por el porcentaje restante. «El precio determinado para el 100% del negocio será calculado con base en el múltiplo de 6 veces el ebitda», según se informó.

 

En julio del año pasado, el grupo brasilero J&F había acordado la venta de Alpargatas en la Argentina y Brasil a los fondos Cambuhy, Itausa y Brasil Warrant, por u$s 1091 millones.

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