Un estudio analizó más de 250 botellas de diferentes marcas y el resultado es preocupante
Hoy en día prácticamente todos consumimos agua de botellas de plástico, ya sea en casa, en el gimnasio o en la oficina, incluso, solemos recargarlas de los dispensers.
Una reciente investigación dirigida por la organización de periodismo Orb Media cuyas pruebas fueron realizadas en la Universidad Estatal de Nueva York, Estados Unidos, arrojó conclusiones alarmantes: casi todas las botellas de agua de las principales marcas contienen pequeñas partículas de plástico.
En total se examinaron 259 botellas de países y marcas diferentes y se descubrió un promedio de diez partículas de plástico por litro de agua, cada una más grande que el ancho de un cabello humano.
A raíz de este informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) avisó que revisará los resultados, aunque para tranquilizar a la población, aseguró que hasta el momento no hay evidencia alguna sobre los impactos de microplásticos en la salud humana.
La investigación sobre el agua embotellada incluyó la compra de paquetes de 11 marcas nacionales e internacionales en diferentes países elegidos por su gran población o su consumo relativamente alto de agua embotellada: Estados Unidos, China, Brasil, India, Indonesia, México, Líbano, Kenia y Tailandia.
Los científicos determinaron que, en comparación, el agua embotellada parece contener más micropartículas de plástico que el agua de la canilla. Sin embargo, las compañías cuyas marcas fueron probadas dijeron que sus plantas embotelladoras operan con los más altos estándares.
Sherri Mason, profesora de química en la universidad que participó del análisis dijo: «Encontramos plástico en botella tras botella y marca tras marca. No se trata de señalar a las marcas en particular, realmente está demostrando que esto está en todas partes, que el plástico se ha convertido en un material tan penetrante en nuestra sociedad que está impregnando el agua, todos los productos que consumimos en un nivel muy básico», afirmó Mason.
La profesora opinó que «los números que estamos viendo no son catastróficos, pero es preocupante». De hecho, los expertos dijeron que las personas de países en desarrollo donde el agua de la canilla puede estar contaminada, deben continuar bebiendo agua de botellas de plástico.
Si bien no hay evidencia de que la ingestión de pedazos muy pequeños de plástico (microplásticos) pueda causar daño, la ciencia intenta comprender las potenciales implicancias. El año pasado, Mason encontró partículas de plástico en muestras de agua corriente y otros investigadores las detectaron en pescados y mariscos, cerveza, sal marina e incluso, en el aire.
Cuál es el origen de ese plástico, es la pregunta que surge a raíz de este descubrimiento. Dada la cantidad de polipropileno que se usa en tapas de botellas, una teoría es que el acto de abrir una botella puede arrojar partículas dentro.
El examen incluyó la adhesión de un tinte llamado Rojo Nilo a cada botella, una técnica recientemente desarrollada por científicos británicos para la detección rápida de plástico en agua de mar. El tinte se adhiere a las piezas flotantes de plástico y las hace fluorescentes bajo cierto tipo de luz.
Para comprobar que el proceso de prueba no fuese contaminando las botellas con el plástico de las tapas, la profesora Mason analizó el agua purificada utilizada para limpiar el material de vidrio y la acetona utilizada para diluir el colorante Rojo Nilo. Aún así, se encontraron pequeñas cantidades de plástico, que se cree que provienen del aire, y se quitaron de los resultados finales.
Una sorpresa para los investigadores fue la gran variedad de hallazgos: sólo 17 de las 259 botellas analizadas no mostraron evidencia de plástico, pero el resto de las botellas sí lo hicieron y con grandes diferencias incluso dentro de las mismas marcas. Se descubrió que algunas botellas tenían miles de partículas, la gran mayoría pequeñas, pero otras del mismo paquete prácticamente no tenían ninguna. Fuente tandildiario.com