El fenómeno climático tardaría en disiparse más de lo previsto originalmente. Esto favorecería un mayor desarrollo de enfermedades de fin de ciclo en cultivos y problemas para almacenar y transportar la producción.
Según la Perspectiva Agroclimática Estacional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires actualizada a febrero, El Niño continuaría teniendo influencia hasta la primavera 2016 y no hasta el invierno como este propio reporte periódico había sostenido a principios de enero.
Riesgos
El informe elaborado por el climatólogo Eduardo Sierra asegura que esto acarrearía algunos problemas para la producción agrícola.
Primero, podría favorecer los ataques de enfermedades de fin de ciclo, plagas y malezas, demorar la cosecha, generar gastos de secado y dificultar el almacenamiento y transporte de la producción. Segundo, «es probable que se presente un invierno con heladas intensas y frecuentes», remarca el documento.
De todos modos, como aspecto positivo, puede señalarse que los puertos fluviales contarán con buen calado. Adicionalmente, esta posible evolución hace poco probable la hipótesis de que la campaña 2016/2017 sería afectada por «La Niña», que generalmente es seca. «Por el contrario, las perspectivas más recientes señalan que, al menos, la primera mitad de la campaña 2016/2017 (invierno y primavera 2016), observaría lluvias normales a superiores a lo normal», menciona la perspectiva.
Verano y otoño
A corto plazo, el pronóstico es que «el final del verano 2016 observará un muy lento debilitamiento de El Niño, que conservará un elevado vigor a lo largo de toda la estación». «Si bien al inicio de la temporada se supuso que, por ser un episodio temprano, su disipación sería igualmente temprana, es de temer que su accionar se extienda durante todo el verano, llegando incluso hasta la primavera próxima, y completando su disipación recién hacia el final de esa estación», puntualiza el reporte.
En tanto, proyecta que «el otoño 2016 continuará mostrando los efectos de El Niño en la mayor parte del área agrícola del Cono Sur».
Invierno y primavera
El invierno continuaría mostrando una gradual disminución de los efectos de «El Niño», aunque conservando una buena dosis de actividad residual, que provocará precipitaciones superiores a lo normal en buena parte del área agrícola del Cono Sur.
No obstante, debido al avance de la estación de invierno, se notará un correlativo fortalecimiento de los vientos del sudoeste, que cruzarán la Cordillera de los Andes, produciendo vigorosas tormentas cordilleranas , y enviando masas de aire polar hacia las áreas agrícolas de los países limítrofes.
Este proceso producirá un escenario climático con notables contrastes. Un foco de acción se mantendrá activo durante la mayor parte de la estación ?en Argentina, en el nordeste? produciendo lluvias muy abundantes. En el este de la región pampeana las precipitaciones serían abundantes y, en el oeste, escasas.
La Bolsa porteña también subraya que «es probable que se presente un invierno con heladas intensas y frecuentes, que podrían extender su acción hasta llegar al sur de Bolivia y el sur del Paraguay hacia finales de la estación, continuando hasta mediados de la primavera».
Por último, indica que el comienzo de La primavera 2016 observará una cierta reactivación de la acción residual de El Niño, que podría producir una vigorosa reactivación de las precipitaciones.