No solo en Argentina es famoso; sus propiedades antioxidantes y sus beneficios nutricionales se han propagado por el mundo entero. Es una buena fuente de minerales como el hierro, potasio, calcio, magnesio y fósforo
¿Qué es?
Claudia Morales (www.aldeanativa.cl) explica que la yerba mate se obtiene de las hojas y tallos de un arbusto nativo de selvas subtropicales de países como Paraguay, Brasil y Argentina.
Algunas de sus propiedades son:
-excelente alternativa al café, para quienes buscan una bebida estimulante y que aporte energía.
-contiene gran cantidad de antioxidantes.
-entrega vitaminas A, B1, B2, B3, B5, C y E.
-buena fuente de minerales como el hierro, manganeso, potasio, calcio, magnesio y fósforo.
El nuevo té verde
Se dice que es el nuevo té verde, ya que supera a este té en capacidades antioxidantes y estimulantes, explica la nutricionista y coach integral Sofía Cienfuegos. Es rico en polifenoles y xantinas.
Polifenoles: compuestos bioquímicos con una alta capacidad antioxidante. Es el principal compuesto bioactivo de la yerba mate; alcanza niveles similares a las del vino tinto y supera las concentraciones del té verde. Por esto es tan alto su poder. Así protege de los daños propios del estrés oxidativo como envejecimiento, inflamación, cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Xantinas: ejercen diferentes funciones en el organismo, como la estimulación del sistema nervioso, aumento de frecuencia cardíaca y acción diurética. El mate contiene varias cantidades de xantina, principalmente cafeína (un tipo de xantina). La cantidad de cafeína en una taza de yerba mate es de 78 mg, similar a la de una taza de café (85 mg). Sin embargo, el método típico de consumo implica tomarlo varias veces vertiendo agua caliente adicional, lo que puede generar ingestas superiores a 260 mg de cafeína por porción.
Bueno para la salud
La naturópata y experta en plantas medicinales y aromaterapia científica Denisse Ortiz, enumera algunos de los beneficios que entrega el mate para la salud:
-Refuerza sistema inmune: la mateína y sus ácidos clorogénicos presentan un importante rol en el aumento de peroxidasa, una enzima bucal (vinculada en la defensa de la cavidad bucal). Al parecer la ingestión del mate juega un importante rol en la protección contra procesos patogénicos.
-Disminución colesterol alto: el mate provoca un efecto de ‘arrastre’ o absorción a través de las micelas, que son las que atrapan el colesterol LDL, produciendo además un fraccionamiento de las moléculas, y debido a su efecto diurético estas son transportadas hasta el sistema urinario para su eliminación.
-Prevención enfermedades cardiovasculares: gracias a sus propiedades antioxidantes mantiene la elasticidad de las arterias, mejora la circulación sanguínea, aumenta el colesterol ‘bueno’ y disminuye el ‘malo’.
El Mate orgánico
Claudia Morales, dueña de Aldea Nativa y creadora de www.lovinglife.cl, explica que consumir mate orgánico es aún más beneficioso, ya que:
-es más nutritivo por la calidad del suelo y entorno donde fue cultivado. Los árboles del mate crecen en el medio de la selva. Si es orgánico, sus hojas poseen mayor contenido de nutrientes y su cosecha es selectiva (manual).
-entrega más energía, ya que sus hojas acumulan más mateína.
-es más saludable, ya que su cultivo apuesta por un ciclo de producción sustentable y amigable con el medioambiente, sin exponerse a ningún tipo de agroquímico desde el momento de su plantación hasta su procesamiento final.
-ayuda a proteger los bosques de la deforestación.
Quiénes pueden tomarlo
La nutricionista Sofía Cienfuegos recomienda la yerba mate a quienes deseen incrementar sus niveles de energía diaria y beneficiarse de una dosis de antioxidantes extra. Por ejemplo: mujeres sanas preocupadas del envejecimiento, personas con antecedentes familiares de cáncer.
Hora para consumirlo: idealmente debe ser tomado durante el día y evitarlo al menos 5 horas antes de ir a dormir por sus efectos estimulantes que podrían alterar el sueño, señala la Tercera.
La naturópata Denisse Ortiz explica que no deben consumir mate mujeres embarazadas y en período de lactancia, diabéticos insulinodependientes, quienes sufren de hipertensión arterial, gastritis, acidez o neuralgias, y personas que consumen antidepresivos.
Fuente: Elonce.com
