El pederasta reaccionó con furia cuando fue descubierto por la madre de la pequeña en un piso de Vitoria, en el País Vasco, España. La niña cayó de cabeza a la calle y está en grave estado
Ha sido una noche de terror en la calle Libertad de la capital del País Vasco. Los vecinos despertaron cerca de las 4 de la madrugada alertados por los gritos que salían del balcón de un primer piso. Una brasileña de 18 años discutía con su novio de 30, un sevillano profesor de música. La pelea fue violenta, con golpes y sangre. De repente, vieron volar hacia la calle lo que pareció un muñeco.
A los pocos minutos llegó la policía. El “muñeco” era en realidad una niña de 17 meses, llamada Alicia. El hombre, identificado con las iniciales D.M., la había arrojado al vacío en medio de la discusión. Segundos anteshabía intentado abusar sexualmente de la niña, cuando fue descubierto por la mujer.
“Sabíamos que lo que cayó era algo pequeño, un bebé o algo”, contó al diario ABC Ascensión, una de las primeras vecinas en avisar a la Ertzaintza, la policía vasca.
“La joven bajó ensangrentada y semidesnuda para asistir a su niña. Gritaba desesperada. Mientras, él miraba desde la casa”, señaló otra testigo.
El parte médico del Servicio Vasco de Salud indicó que la bebé cayó de cabeza y presentó traumatismo craneoencefálico, hipertensión intracraneal refractaria y politraumatismos. Podría tener secuelas neurológicas de por vida. La madre permanece estable, lo mismo que el agresor, ambos atendidos por las heridas cortantes que se produjeron con trozos de vidrios.
La joven, en tanto, recibió golpes en todo el cuerpo. Ella, en su desesperado intento por salvar la vida, provocó a su agresor graves y profundos cortes en el rostro. Los más graves en una ceja, un pómulo y junto a una oreja. Prueba de la violencia nocturna ha sido la sangre que quedó en los vidrios.
Fuente: Infobae