La niña de 12 años recibirá tratamientos paliativos. Desde el Hospital Austral de Buenos Aires aclararon que Abigail, que padece cáncer de huesos, no tiene posibilidad de tener «objetivos curativos».
Los equipos médicos del Hospital Universitario Austral, que tratan a la niña Abigail Jiménez, indicaron este miércoles que los estudios realizados «evidencian progresión de enfermedad local y sistémica, no presentándose oportunidad de ofrecer un tratamiento con objetivos curativos» y en ese contexto propusieron un «cuidado integral» pero en su hogar de Santiago del Estero.
El caso de Abigail, de doce años y enferma de cáncer de huesos, alcanzó repercusión pública cuando un policía les prohibió ingresar la semana pasada a ella y a sus padres en auto a la provincia de Santiago del Estero, de donde son oriundos, porque no contaban con la documentación necesaria que acreditar por qué habían viajado a Tucumán. Eso generó que su padre la traslade caminando en brazos, lo que causó gran repercusión.
El parte médico dado a conocer por el centro de salud señaló que los profesionales de distintas especialidades, entre ellos Salud Mental y Cuidados Paliativos, «visitaron a Abigail y su familia para proponer un cuidado integral atendiendo sus deseos de poder regresar a su casa, priorizando el mayor bienestar posible en esta etapa de la enfermedad, tanto en lo físico como en lo emocional y espiritual».
«Compartimos el deseo de la niña y su familia de estar en su casa, mientras sea posible, con sus afectos», dijeron.
«Entre los derechos de los niños con cáncer se encuentran recibir tratamiento y cuidado de calidad, una nutrición adecuada, alivio del dolor y sus síntomas, contención emocional, educación y la posibilidad de jugar y seguir siendo niños», apuntaron los especialistas.
«Desde el Hospital Universitario Austral procuraremos, en conjunto con los equipos tratantes vigentes, ayudar a que Abigail pueda acceder a ellos y mantener abierta la comunicación con el equipo profesional en su lugar de origen», señalaron.
El caso tuvo tal repercusión que incluso el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, pidió perdón a los padres de la menor, disculpas que fueron rechazadas por su mamá.