Un emblemático edificio ubicado en el casco histórico de la ciudad de Gualeguay es el ganador del primer concurso «Beneficio a la conservación del patrimonio edilicio», instaurado por el Gobierno de Entre Ríos.
El jurado conformado por la arquiteca Mariana Melhem, y los arquitectos Marcelo Vásquez y Alejandro Yonson ha actuado otorgando -acorde a la singularidad del inmueble- el Primer Premio a la casona gualeya que se ubica en las calles Islas Malvinas y Sarmiento; una esquina pintoresca de la mencionada ciudad donde se destaca la arquitectura ecléctica, con rasgos clásicos e italianizantes de la casa ganadora.
Desde la Secretaría de Cultura de la Provincia felicitaron al ganador y jurados intervinientes. Destacaron la importancia de la concreción del primer Concurso organizado por el Gobierno Provincial para fomentar el valor patrimonial. La iniciativa fue organizada gracias a la puesta en vigencia de la ley provincial 11.046; y estuvo destinada a organismos del Estado nacional; provincial; municipal; entidades públicas; privadas; y propietarios/as de bienes particulares, respecto de inmuebles patrimoniales urbanos.
El inmueble
El inmueble es propiedad de Jorge Guercovich. Según relevamiento del propietario en la inscripción al concurso, la fecha de construcción de la casa data aproximadamente de 1874. El inmueble supo ser la casa familiar de Fortunato Ferro y Agustina Núñez Alisondo, y luego pasó a ser propiedad de la hija del matrimonio, Felisa Ferro, casada con el español Agustin Solanas, el fundador de uno de los escritorios comerciales más antiguos de la ciudad: Casa Solanas.
Don Agustin Solanas había sido el fundador, junto a otro grupo de vecinos (González Calderón, Laurencena, Marcó e incluso el general Justo José de Urquiza), del antiguo Banco del Comercio de Gualeguay, que imprimía billetes propios y tenía una gran reserva de lingotes de oro y plata. El Banco funcionó durante muchos años en el edificio. En 1950, la propiedad fue adquirida por los hermanos Alejandro y Martin Guercovich para vivienda y uso comercial. Actualmente funcionan en ella las oficinas comerciales y el estudio televisivo de Canal 2 Gualeguay.
Esta antigua casona fue una de las primeras casas «de altos» de la ciudad. Su estilo poscolonial se expresa en los fuertes almohadillados, aberturas con arcos de medio punto, barandales de hierro, pilastras y guardapolvos clásicos, cornisas y pretil con balaustres. En planta baja, desarrollada alrededor de un patio interior, se ubicaron locales para comercio, mientras que en el primer piso en «L» se destinó para viviendas. La extensión de la fachada -acentuada por la falta de ochava-, la resolución en dos plantas y el tratamiento ornamental conforman un volumen de notable carácter, enfatizado por su emplazamiento en esquina. Así lo explica el arquitecto Carlos Canavessi en sus estudios.
La Casa Guercovich no pasó desapercibida en el tiempo, ya que fue declarada de Interés Histórico-Cultural de la Provincia de Entre Ríos por decreto N° 6676/03, Patrimonio Cultural Material Provincial por ley Nº 10.911/21 y también Patrimonio Histórico Cultural municipal por ordenanza N° 2662/12.
Premio
Por haber resultado ganador, Jorge Oscar Guercovich será beneficiado con exención impositiva provincial por un período de tres años a partir de 2024, según lo establece el reglamento del concurso.
Fallo del jurado
El Jurado tuvo a su cargo evaluar el cumplimiento de los criterios patrimoniales de orden histórico arquitectónico concluyendo que, en primer lugar, el bien integra el Inventario del Patrimonio Histórico Arquitectónico incluido en la ley provincial 10.911/21.
En cuanto a la antigüedad, los expertos constataron que “la construcción data de la década de 1870; mientras que la representatividad remite a la arquitectura italianizante federal y de una forma de hacer ciudad (sin ochavas), que caracteriza una de las esquinas céntricas de la ciudad de Gualeguay”.
“La vivienda fue construida en un solar fundacional del casco urbano (dato verificable por las dimensiones del lote). Se destaca en primer lugar que no ha sido subdividida la parcela utilizando medianeras que afecten el solar original, no se evidencian agregados significativos ni sustracciones que alteren la espacialidad del conjunto y, por último, que es un bien auténtico, dato que puede inferirse de la lectura de los planos, de la inexistencia de la ochava y de la comparación fotográfica. Además su valor ha sido reconocido en publicaciones nacionales de autores reconocidos”, agregaron Melhem, Vásquez y Yonson.