El brote de dengue en Argentina avanza a paso firme, las últimas cifras oficiales del Ministerio de Salud de la Nación informaron 13 muertes y 16.143 contagios. Además, en las últimas horas, una víctima fatal confirmada por las autoridades sanitarias de Córdoba elevaron a 14 el número de muertos por dengue en todo el país.
Hasta el momento, no existen antivirales o tratamientos específicos para la infección transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Si bien la mayoría de los pacientes desarrollan cuadros leves, algunas personas pueden presentar complicaciones potencialmente mortales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en el mundo entre 20.000 y 25.000 personas por esta afección y en su mayoría son niños.
La pandemia de COVID-19 fue un claro ejemplo de cómo las vacunas son una herramienta científica eficaz frente al avance de las enfermedades inmunoprevenibles. En ese marco, es alentadora la noticia de que una nueva vacuna contra el dengue podría aprobarse pronto en Argentina.
Se trata de la vacuna Qdenga TAK-003, una fórmula tetravalente elaborada por la compañía farmacéutica japonesa Takeda, y que, como anticipó Infobae este domingo, tanto la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) como el Ministerio de Salud de la Nación, señalaron a este medio que su proceso “está muy avanzado” y se encuentra “en etapa de evaluación”, aunque aún no hay una fecha definida para que se concrete.
Cómo actúa la vacuna Qdenga
La vacuna del laboratorio japonés se basa en el virus vivo atenuado del serotipo 2 del dengue, que proporciona la “columna vertebral” genética para proteger contra los cuatro serotipos del virus del dengue, por eso es tetravalente.
Qdenga consta de dos dosis de 0,5 ml que se administran por vía subcutánea y que que deben ser aplicadas con un intervalo de tres meses. Está recomendada para la población desde los 4 años hasta de 60 años. Esta vacuna pueden aplicarse tanto a las personas que tuvieron la enfermedad como a las que no.
“La vacunación debe posponerse en personas que padezcan una enfermedad febril grave aguda, sin embargo la presencia de una infección menor, como un resfriado, no debe dar lugar a un aplazamiento de la vacunación”, aclaró el laboratorio japonés en un reciente comunicado.
La vacuna demostró una eficacia general de 80,2% para prevenir los casos de dengue sintomáticos en los 12 meses siguientes a la aplicación según los ensayos clínicos. Además, Qdenga cumplió un criterio de valoración clave al prevenir el 90,4 % de las hospitalizaciones 18 meses después de la vacunación.