La portavoz del Gobierno dijo que «hay una excesiva rentabilidad empresaria». Instó a generar políticas «para que los salarios crezcan».
La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, aseguró esta mañana que “todos en el Gobierno acordamos con el diagnóstico de que estamos en un período donde hay una excesiva rentabilidad empresaria”, y destacó el objetivo central del “plan de estabilización” que está llevando adelante “para que la carga de la distribución no termine siempre cayendo sobre las familias y los más vulnerables”.
Con respecto a la tasa de indigencia, consideró que “tiene un impacto muy fuerte el alza del precio de los alimentos que, dentro de la inflación general, es la que más influye en las canastas de las familias, y por eso el compromiso y el trabajo permanente de todo el Gobierno en conjunto para que los salarios crezcan”.
En ese marco, postuló que “la necesidad imperiosa de una redistribución del ingreso, de un fortalecimiento del poder adquisitivo de los salarios y de alguna forma de ponernos de acuerdo en que la rentabilidad excesiva por parte de las empresas no forma parte de una comunidad en la cual todos y todas queremos vivir, es parte del diálogo cotidiano dentro del Gobierno y de las medidas y políticas que el Ministerio de Economía va a llevar adelante”.
En cuanto a la tendencia sostenida del crecimiento del trabajo registrado, valoró que “el último índice nos muestra que el desempleo ha descendido por debajo del 7 por ciento, un número histórico, y en algunas provincias llegamos casi al pleno empleo”. De todas maneras, sostuvo que “si estos números no van acompañados de un incremento en los ingresos y de una reducción en la inflación, no terminan impactando en el poder adquisitivo de las familias, y esa es la prioridad del Gobierno”.
“Tal como expresó ayer el ministro de Economía, Sergio Massa, en la Cámara de Diputados, uno de los objetivos centrales del Gobierno en este momento es que el plan de estabilización, que evidentemente está funcionando y se está llevando adelante, pueda profundizarse hacia lograr un mayor poder adquisitivo de los salarios y una reducción al mismo tiempo de la inflación para que podamos lograr, más temprano que tarde, unos números que nos alienten un poco más con respecto a la pobreza y a la indigencia”, profundizó.
Y concluyó: “Hasta que no haya ninguna familia que no tenga que sufrir ningún tipo de carencia o dificultad para llevar adelante su vida cotidiana, no estará cumplido el objetivo del Gobierno”.