Con este oficio religioso, el Ejecutivo apuntó a «construir puentes» con los sectores opositores y tener espacios de diálogo y que sea el puntapié inicial de una convocatoria para «reencauzar la convivencia democrática».
La misa –que fue organizada por el municipio de Luján- fue celebrada por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, y concelebrada por el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal para la Pastoral en Villas de Emergencia, Gustavo Carrara.
“Este es un lugar muy particular. En esta misa aprovechemos a dejar que la Virgen escuche nuestras necesidades. Su presencia le habla a la Patria. Que la voz de nosotros sea la voz de la Argentina, en una oración sentida por la paz y la fraternidad”, expresó Scheinig en la apertura de la celebración.
“Cuando el intendente de Luján me compartió su deseo de hacer esta misa con una convocatoria amplia hacia las fuerzas políticas y otras confesiones religiosas para reconocernos y encontrarnos en esta oración por la paz social y diálogo entre los líderes pensé que sería una muy buena iniciativa y le dije que sí”, agregó a continuación.
También participaron de la ceremonia el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el gobernador bonaerense Axel Kicillof; el ministro de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque; el canciller Santiago Cafiero; los ministros Daniel Filmus, Gabriel Katopodis, Jorge Taiana y Juan Zabaleta; y el senador Oscar Parrilli, entre otros.
La convocatoria a la denominada «Misa por la Paz y la Fraternidad de los Argentinos» surgió de parte del intendente de ese distrito, Leonardo Boto, quien realizó una invitación a «todas las fuerzas políticas y sus representantes y vecinos y vecinas de otras confesiones cristianas y religiosas».
Télam.