Para primavera se prevén escasas lluvias y hay un 80% de probabilidad de que continúen las condiciones Niña. Esto dificultaría la siembra de cultivos de verano en gran parte del país.
La poca agua almacenada en los suelos y la grave sequía de este invierno dificultarían la siembra de cultivos de verano en gran parte del país. Para primavera se prevén escasas lluvias y hay un 80% de probabilidad de que continúen las condiciones Niña.
De esta forma, estaríamos ante la tercera primavera consecutiva con La Niña, algo que, según especialistas, solo ocurrió dos veces desde 1950 a la fecha y todavía no ha ocurrido en este siglo.
En su informe del 5 de septiembre, la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) indicó que, en el marco de uno de los inviernos más secos de los últimos tiempos, el déficit de agua en los suelos se agrava en gran parte del país, lo que ya estaría afectando la siembra del girasol y del maíz temprano.
Por otra parte, las condiciones de sequía se agudizan en la zona núcleo, al norte y el oeste de la Región Pampeana, al sur del Litoral, en el NOA y en el NEA.
En cuanto al pronóstico de El Niño-Oscilación del Sur, con un 80% de probabilidades se espera que La Niña continúe en septiembre, octubre y noviembre. No obstante, las probabilidades bajarían a menos del 50% a principios de 2023.
Según Adela Veliz, docente de Climatología y Fenología Agrícolas en la FAUBA, la escasa humedad superficial en la Región Pampeana compromete el inicio de las labores de siembra para los maíces tempranos, mientras que en la Región Chaqueña causó la interrupción de la siembra de girasol.
“Las condiciones deficitarias también afectan a las reservas de agua en los suelos. Solamente el este de la Mesopotamia y de la Región Pampeana mantienen condiciones adecuadas, mientras que hacia el oeste se acentúa el desecamiento de los perfiles. El mes de agosto concluyó con un importante déficit de agua del suelo. Este invierno ya está entre los más secos de los últimos años”, afirmó la docente de la FAUBA.
Y en el mismo sentido, añadió que “después de un invierno extremadamente seco, con precipitaciones por debajo de lo normal en casi todo el territorio nacional, salvo en el norte de la Patagonia, se observa un agravamiento de las condiciones de sequía en la zona núcleo, en el norte y el oeste de la Región Pampeana, en el sur del Litoral, en el NOA y en el NEA”.
Por su parte, Liliana Spescha, coautora del informe junto con Adela Veliz y María Elena Fernández Long -docentes de la misma cátedra-, sostuvo que “se presenta un escenario complicado para las siembras de los cultivos estivales, ya que, además de la falta de agua, los pronósticos están indicando que esta situación se agravaría no sólo por la escasez de lluvias, sino también por temperaturas más elevadas, lo cual reduciría aún más la oferta de agua”.
Fernández Long afirmó que a principios de agosto, el International Research Institute for Climate and Society difundió su pronóstico para el fenómeno El Niño-Oscilación del Sur, en el que anuncia una probabilidad del 80% de que durante los meses de primavera continúen las condiciones de La Niña, aunque disminuyendo a menos del 50% a principios del año que viene.
También comentó brevemente los contenidos del pronóstico trimestral que elaboran -en el ámbito del Servicio Meteorológico Nacional- distintos organismos oficiales, incluyendo la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA. “Para el trimestre septiembre, octubre y noviembre se registrarán precipitaciones inferiores a las normales en gran parte del territorio nacional, a excepción del oeste de la Región Pampeana -donde se prevé que sean normales-, del NOA y del sur de la Patagonia, donde las probabilidades son iguales para todas las categorías”.
Para cerrar, Fernández Long resaltó que las temperaturas medias se mantendrían dentro de los valores normales en el norte del país y en el resto se esperan temperaturas superiores al promedio, culmina el artículo escrito por Pablo Roset en el portal Sobre la Tierra.