La irlandesa Margaret Loughrey había dicho que el premio significó un viaje «de ida y vuelta al infierno» y no le había traído «nada más que dolor».
Una mujer irlandesa que en 2013 ganó 27 millones de libras esterlinas (37 millones de dólares) en la lotería Euromillions fue encontrada muerta en la casa donde vivía sola.
Margaret Loughrey se convirtió hace ocho años en una de las ganadoras de lotería más importante de Irlanda cuando se llevó uno de los premios mayores jamás entregados por Euromillions.
Hasta ese momento, la mujer vivía su vida con apenas 100 dólares semanales, tenía 48 años y estaba divorciada.
El dinero cambió drásticamente su estilo de vida, permitiéndole emprender proyectos personales y ayudar a familiares, amigos y en causas benéficas.
“El buen trabajo que hizo, eso es lo que la gente debería recordar”, dijo el concejal independiente irlandés Paul Gallagher, quien fue su amigo desde antes de que se volviera millonaria.
“Margaret no estaba parada al frente diciendo, ‘mírame, mira lo genial que soy, dando un cheque’, simplemente lo hizo, muy silenciosamente y detrás de escena. Un grupo comunitario estaba muy deprimido y necesitaba fondos y ella los solucionó con dinero, lo que les permitió asegurar sus actividades y todavía están funcionando ahora, pero nadie lo sabe”, contó Gallagher a medios locales.
Pero el dinero también le trajo problemas. En 2015, por ejemplo, un juzgado le ordenó cumplir 150 horas de trabajos comunitarios después de encontrarla culpable de agredir a un taxista.
Y el año pasado otro tribunal la obligó a pagar a un exempleado 30 mil libras esterlinas (unos 40 mil dólares) como resultado de una demanda por despido injusto.
Ya para 2019, Margaret fue noticia por haber declarado que el premio la había enviado a un viaje “de ida y vuelta al infierno”, y que el dinero no le había traído “nada más que dolor”.
“Ha destruido mi vida”, sentenció entonces la ganadora de la lotería.
Margaret fue encontrada muerta en su casa el jueves pasado. De acuerdo con la policía, recibieron un informe de una muerte repentina de una mujer en el área de Ballycolman Lane de la ciudad de Strabane (Irlanda).
“Está previsto que se lleve a cabo una autopsia, pero en este momento la muerte no se considera sospechosa”, dijo la policía.
Ella murió sola, algo a lo que temía desde antes de ganar su premio y que se demuestra en su deseo de compartir sus ganancias, como le dijo a los medios británicos cuando cobró el boleto ganador.
“No tiene sentido tener 27 millones de libras y estar solo. Eso no puede hacerme feliz, solo puede hacerme feliz que los demás estén felices y hasta ahora todos estén absolutamente encantados”, dijo entonces Margaret.
La salud mental no era su fuerte, y apenas unos meses después de volverse millonaria fue confinada por un tiempo bajo la Ley de Salud Mental.
“Está claro por su vida pública que ella era una persona vulnerable y que otras personas vulnerables han estado expuestas a grandes cambios después de ganar grandes cantidades en loterías”, comentó sobre el suceso el exministro de Medio Ambiente, Mark H. Durkan, quien se había reunido con Margaret Loughrey para discutir sus planes de adquirir un complejo industrial.
Para Durkan las loterías no solo deberían prestar asesoramiento financiero a sus ganadores, sino acompañamiento de salud mental, sobre todo para las personas vulnerables.
En los años posteriores a ganar el premio Margaret diría que el dinero la había puesto en el centro de atención, dándole mucha exposición “buena y mala”.
“La gente piensa que estarás en la cima del mundo con esos millones de libras, pero no es un buen lugar para estar”, dijo en una entrevista.
“Tener beneficios, vivir por debajo del umbral de la pobreza y luego despertar repentinamente con esos millones de libras, el poder que eso trae, si no sabes cómo lidiar con eso, no es algo bueno”, agregó.
Y así encontró las últimas horas de su vida, sola, triste y alejada de todo.