Las estadísticas indican que se pasó de 533.000 en 2016 a 1.428.000 en 2020, un panorama favorecido por la obligatoriedad de aceptar pagos con tarjeta de débito, el crecimiento del sector fintech y el efecto de la pandemia.
Las terminales de cobro y lectores de tarjetas de débito y crédito activas en comercios de la Argentina se triplicaron en los últimos cinco años, al pasar de 533.000 en 2016 a 1.428.000 en 2020, lo que verifica el fuerte crecimiento del uso de dinero electrónico y de la inclusión financiera en el país, según los resultados de un estudio elaborado por Mercado Pago en base a usuarios propios y datos del Banco Central (BCRA).
La combinación en los últimos años del lanzamiento de lectores móviles de tarjeta (mPOS) de bajo costo; la reglamentación de la obligatoriedad de aceptar pagos con tarjeta de débito; y el fuerte crecimiento del sector fintech y bancario en el sector de cobros, sumado al efecto de la pandemia en el manejo de dinero digital, impulsaron la adopción de medios de cobro digitales en comercios de cercanía.
El estudio señala que, en 2016, había 487.000 terminales de cobro tradicionales y 46.000 lectores móviles en todo el país mientras que, el año pasado, se alcanzaron las 972.000 terminales y 456.000 lectores móviles: dos y diez veces más, respectivamente.
«A nivel de los comercios esta adopción transforma su negocio porque los ayuda a incrementar sus ventas y son la puerta de entrada a ofrecer servicios como pago en cuotas o programas del Gobierno nacional como la Tarjeta Alimentar, Ahora 12 o Pre-Viaje», dijo Agustín Viola, director de Point de Mercado Pago, en una presentación virtual.
En ese sentido, sostuvo que no se trata sólo de comercios pequeños o medianos con locales a la calle sino también de cuentapropistas como mecánicos o profesionales independientes como arquitectos, odontólogos o diseñadores que se ven incluidos en este proceso.
Los resultados de la encuesta
Según una encuesta de Mercado Pago entre 2.889 vendedores que operan con sus servicios, el 88% de los consultados cobró por primera vez con tarjetas en los últimos años y el 59% aumentó su volumen de ventas al empezar a aceptar estos medios de pago en comparación a cuando sólo aceptaba efectivo.
Entre los consultados, más del 50% que empieza a cobrar con lectores de tarjetas luego empieza a ofrecer otros medios de cobro como el código QR o links de pago para celulares o también a través de comercio virtual.
«Que haya más comercios aceptando tarjetas no sólo potencia la reducción del uso del efectivo, lo cual permite formalizar la economía, sino también potencia el alcance de los programas del Gobierno», afirmó Viola.
Al respecto, el estudio puso de manifiesto que la formalización de los pagos tiene otros efectos positivos sobre la economía ya que la mayoría de los consultados dijo haber construido el hábito de gestionar su dinero desde su cuenta virtual en detrimento del efectivo.
El 90% aseguró realizar pagos desde su cuenta virtual, el 50% dijo que empezó a pagar sus servicios (teléfono, luz, gas, transporte, etc.) a través de la misma vía y cerca del 40% empezó a invertir sus saldos en cuenta en un Fondo Común de Inversión del Banco Industrial que provee la aplicación de Mercado Pago.
«La transformación no fue sólo a nivel de las grandes urbes -dijo Viola- sino que se dio de forma federal, tanto a nivel provincial, como municipal y también rural» ya que los puntos de venta que aceptan tarjetas se multiplicaron por tres entre 2018 y 2021 en la Ciudad de Buenos Aires pero crecieron también entre 10 a 15 veces en provincias como San Juan, Tucumán, Misiones o Tierra del Fuego.
Por último, uno de los aspectos más transformadores a nivel de inclusión financiera se dio en el crecimiento de la participación de mujeres sobre los vendedores activos: en el primer trimestre de 2018 los titulares de terminal de cobros varones era del 59% contra 41% de mujeres mientras que en el primer trimestre de 2021 fue al revés, 53% mujeres contra 47% varones.