La Verdeamarela se impuso por 1-0 gracias a un tanto de Lucas Paquetá, tras una buena asistencia de Neymar. El sábado definirá la competencia en Río de Janeiro ante el vencedor de Argentina y Colombia.
Fue de mayor a menor y terminó sufriendo un poco más de lo esperado. Sin embargo, cumplió con el objetivo: Brasil venció por 1-0 a Perú en el estadio Olímpico Nilton Santos de la ciudad de Río de Janeiro y se clasificó a la final de la Copa América.
Lucas Paquetá marcó el único tanto del anfitrión, que mantiene el invicto en el certamen y el sábado buscará retener el título conseguido en 2019 cuando se enfrente al ganador del partido entre la Selección argentina y Colombia, que se enfrentarán el martes a las 22.
En el primer tiempo, los de Tite salieron a comerse la cancha y lograron erigirse en dominadores absolutos con una primera chance de Neymar, dos de Casemiro de media distancia y una tremenda en la que Pedro Gallese salvó las papas ante Neymar y Richarlison. La respuesta de la visita fue con polémica: Thiago Silva frenó un remate con el codo parado sobre la línea del área y ni las protestas lograron la intervención del VAR.
Hasta que, a los 34 minutos, el cero se quebró con otra genialidad de Neymar. Nadie pudo frenarlo por izquierda cuando envió el centro para que Lucas Paquetá le rompiera el arco a Gallese. Uno a cero y a cobrar para la Verdeamarela, en lo que podía ser, desde entonces, un festival. Pero no.
El tanto apaciguó los ánimos locales y el complemento se inició con lo mejor del equipo de Ricardo Gareca, quien metió cambios y modificó el esquema volviendo a la línea de cuatro en pos de ir a buscarlo. Gianluca Lapadula fue el primero en exigir a Ederson; el ingresado Raziel García probó dos veces, en una remató cerca y en la otra lo frustró el arquero.
Sin embargo, entre el cansancio y otros relevos, los ímpetus andinos se calmaron. Brasil, sin sobrarle nada, volvió a tomar el dominio hasta firmar el resultado final. Ahora, podrá asistir a conocer a su rival este martes, entre Argentina y Colombia. ¿Habrá clásico sudamericano en la definición?