A través de un comunicado titulado «Se jubiló el Vocal de Justicia denunciado», el Colectivo de Trabajadores por la Ventana se manifestó respecto al otorgamiento del beneficio al integrante del Superior Tribunal de Justicia (STJ) Emilio Aroldo Castrillón. «Si bien está en todo su derecho y cumple con los requisitos que se exige para la jubilación es un atajo, un insulto y un nuevo privilegio máxime si se trata de un tribuno de la administración de Justicia».
Los trabajadores calificó la jubilación de Castrillón como «exprés» y criticaron: «La rapidez, no nos cabe duda, es parte de algunas connivencias con otros poderes del Estado y por la presión que se suscitó por la presentación de la denuncia».
El Colectivo había apoyado la presentación de Daniel Tirso Fiorotto para que se le inicie Juicio Político al Vocal tras tomar estado público una serie de hechos que tuvieron como protagonista a Castrillón ejerciendo violencia en distintos ámbitos.
El escrito -en duros términos- calificó a Castrillón como «uno de los representantes ícono más retrógrado de la Justicia» y citaron los espacios de poder que ha ocupado el actual Vocal jubilado. Además, compartieron los argumentos esgrimidos por Fiorotto respecto a «los sacrificios y vidas humanas que se llevó la República y el federalismo». «Nuestra Provincia de Entre Ríos ha sido pionera principal en la Argentina en especial durante el Siglo XIX. Situaciones como la que se denuncia degradan las instituciones y la democracia en un Estado de Derecho», explicaron.
«Desde nuestra óptica el problema de la Justicia y de los funcionarios judiciales excede a una persona, conflictiva por cierto en el caso de la conducta de Castrillón, y es problema de fondo institucional. Observamos que hablar de una justicia republicana en el actual contexto, donde la mitad de la población vive en la pobreza, es una falacia cuándo por ejemplo el común de los mortales que percibe un salario decoroso paga impuestos a las ganancias y los funcionarios judiciales no, amparados en sus propias leyes. Los discursos federales y republicanos se convierten en vacíos, afines a un partido político y/o funcionales a un entramado de corrupción reinante muy pero muy lejos de la independencia de los poderes del Estado», describió el documento.
Aseguraron que existe «una corporación de una élite que defiende sus propios intereses sectoriales» en el Poder Judicial: «Sus fallos de clase hablan por sí solos respecto: a la protección cerrada en defensa de los agronegocios a base de tóxicos, a la criminalización de luchas y de la pobreza, a ser garantes del ajuste fiscal a los trabajadores, a blindar a los políticos del poder constituido, es decir, es una justicia con sus estrategias de casta que se posicionan por sobre el resto del soberano», aseveraron.
Los trabajadores realizaron un punteo con algunas consideraciones finales a modo de «contraste ético». Citaron la división de poderes que se enseña la escuela y «la imparcialidad de los fallos y publicidad de los actos de gobierno». Además, expresaron que «la salida para los sectores populares es exigir en las calles los derechos como lo vienen haciendo las mujeres y las disidencias que han arrancado conquistas al poder patriarcal».
Pidieron por elecciones populares para la elección de jueces y que se establezcan períodos concretos de mandatos.
Para finalizar, respaldaron la presentación de Fiorotto y aseguraron: «Festejamos que esta iniciativa haya madurado aunque quede esa sensación de impunidad».